Chapter one

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Hola! Nueva historia!! Nada que ver con las anteriores pero bueh. Va a ser entretenido. Tiempo sin actualizar por aquí, es extraño y triste a la vez.

Ya saben el pan de cada día: VOTEN, COMENTEN Y SIGAN LEYENDO.

*Perdonen los errores de ortografía si es que hay. Mal de dedo.

***

— ¡Todo listo! — gritó el chico con cámara en mano, dando una seña a las chicas de que se pusieran en posiciones justo sobre el gran sofá marrón. Con una sonrisa, todas se aventaron para sentarse.

— Bien chicos, eso fue todo por hoy por nuestra parte... — habló la castaña, Margot —. Esperamos y les haya gustado.

— ¡Hasta el proximo video! — dijeron al unísono con una sonrisa. Para después levantarse e irse corriendo como tontas hasta la cocina. Por supuesto, Eros seguía grabando. Apagó la cámara para dejarla en la mesita de noche e ir por su laptop. Cada que terminaban, era editar y subir a YouTube, y así con cada video hasta el final de los siglos.

Hace unos minutos habían terminado de cantar Counting Stars de One Republic ¿por qué? Diversión. A Karls, Reggie, Issa y Margot les encantaba cantar y tocar su instrumento preferido cuando podían permitirlo con la canción o cuando se les pegaba la gana.

Todo había comenzado como un pequeño pasatiempo; nuestras cuatro idiotas simplemente querían cantar por que se les antojó, por lo que empezaron a subir pequeños covers a YouTube y como todo chico al iniciar, tenían una cantidad imaginable de seguidores. O sea, cero. Aunque tres meses después, algo así como un milagro del todo poderoso dios logró que su cover de Olly Murs llegara a una cantidad de visitas que nunca esperaron.

— ¡Tengo calor! — dijo Karls cerrando la puerta del refrigerador al no encontrar algo que beber. Margot pasó sus pálidos brazos por el cuello de la pelinegra.

— Tengo hambre... ¡Hay que ir a comer! Eros, te dejamos ¿sí? — las gafas negruzcas del muchacho casi caen del rostro de Eros por su asentimiento de cabeza. Ni siquiera les había prestado atención, estaba demasiado enfocado en editar el video que no notó cómo Karls se movía sigilosamente hasta quedar atrás de él, casi respirando en su oído.

— ¡Bye Eros! — gritó, echandose a correr para no sufrir la ira del chico que casi había sufrido un infarto por la intensidad vocal que tenía Karls. La puerta de entrada azotó, dejándolo en la sala con su laptop y un corazón a punto de morir.

Estas desquiciadas lo iban a matar.

— ¿Sabes? — Reggie miró a la jirafa del grupo —. A veces me pregunto como es que Eros nos aguanta tanto.

— ¿Nos? ¡Ustedes que están pendejas! — Issa miró a la chica de cabello azabache con una cara de «¿En serio?» —. Hay, las amo...

— No pendeja, lastimas mi cora — con su mano echa puño, se pegó en el pecho dos veces e hizo una cara de dolor exageradamente dramática. Reggie la abrazó —. No. Me dueles.

— Aww, la bebé se enojó — su voz se convirtió en una como si le hablara a un bebé y acarició juguetonamente la mejilla de la morena. Esta sonrió —. Eres una completa bipolar.

— ¡Oh, vamos! Así me amas, en todo mi esplendor — Issa estiró los brazos y movió las cejas de arriba a abajo repetidamente, a modo pervertido. Reggie puso una cara completamente seria.

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