14

5K 420 17
                                    

💕Narro yo💕

—¡¡Devuelvemela!!—Karlheinz disfrutaba oír aquellas palabras.

—¿Are? Creí que querías deshacerte de ella—Dijo Karlheinz fingiendo confusión.

—¡Ya basta de juegos, Karlheinz!—El hombre estaba muy serio.—He reunió todo el dinero, ahora devuelveme a mi hija.

—Las cosas no funcionan así, Nick Gremory—El rostro de Karl se volvió pétreo.—Ella ahora me pertenece.

El hombre que parecía tener unos 40 años, se revolvió el cabello con cierta desesperación y no pensaba con cordura.

—Te lo pido... Por favor—Nick Gremory se había arrodillado frente a Karlheinz, estaba dispuesto a hacer lo que fuera para recuperar a su hija.

—Eres desagrableKarlheinz fulminó a Nick con la mirada.—No volverás a ver a Miaka nunca.

El "nunca" resonaba en su cabeza una y otra vez. Bien sabía que había sido un mal padre, pues por culpa de sus apuestas tuvo que entregar a su hija a un desconocido y su otro hijo lo abandonó por sus terribles actos y las constantes borracheras.

—Ahora vete de aquíNick quería llorar, se arrepentía desde el fondo de su corazón.

Se levanto antes de que los hombres de Karlheinz vinieran por el, se puso de pie y salió de ahí.

No soportaba la culpabilidad que sentía.

Primero perdió a su esposa; el amor de su vida.

Luego perdió a sus dos hijos.

Había perdido a toda su familia, no podía haberse quedado más solo.

—Perdoname Miaka...—Murmuró Nick con las lágrimas ya cayendo por su rostro. Pronto esas lágrimas se mezclaron con la lluvia torrencial que se desató.

El hombre caminó, caminó y caminó hasta llegar a su casa. Se veía mas oscura y solitaria de lo que en realidad era, tal vez el hecho de que solo él viviera ahí la volvió tan triste.

Nick entró a su casa y se sentó en la mesa, recordó los momentos felices que paso con su querida Inori, el amor de su vida, la única mejor que amó de verdad.

Cuando Inori le dio el mejor regalo, dos hermosos hijos fue el hombre más feliz del mundo. Quería tanto a ambos y los protegía a toda costa pero cuando Inori murió... No pudo seguir adelante, se desmoronó.

Nick tomó lápiz y papel, empezó a escribir una carta para su hijo, Erik Gremory.

Querido Erik:

Ya no puedo más.

Les he ocasionado mucho dolor, no puedo vivir con ello.

Ni siquiera puedo mirarme al espejo... Me arrepiento de todo, que no me merezco el perdón, a mi también me cuesta perdonarme.

La Maldición de la Novia Sacrificada; Diabolik LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora