La Maldición de la Novia Sacrificada; Diabolik Lovers

13

💕Narra Miaka💕

No puedo creerlo. No puedo... Solo de recordar los labios de Kanato-kun sobre los míos me da un escalofrío.

Corría directo a la Mansión con lágrimas en los ojos, sabía que él solo me besó por lástima... A nadie le gustaría alguien tan cobarde y torpe como yo.

Me tropecé con una rama y caí al en el pasto, mis rodillas se rasparon pero no sentía el dolor físico, solo el dolor mental me torturaba.

—¿Ya aceptaste el hecho de que morirás?—Preguntó una voz femenina, abrí los ojos y frente a mi estaba el rostro de aquel espíritu castaño.

—Nos vengaremos de cada Sakamaki...—Las lágrimas caían de mi rostro.—No los dejaremos ser felices.

"Ellos te atormentan ¿no?
Merecen un poco de dolor también"
Me dijo mi subconsciente.

—Te estaremos esperando, Miaka—De un momento a otro desapareció.

—Oe Oe ¿qué haces en el suelo?—Preguntó una voz masculina, yo miré a un lado para ver a Subaru.

—N-Nada—Me puse de pie pero en eso los ojos de Subaru se volvieron mas rojos de lo que eran.

Rápidamente me momo de las manos y se puse sobre mi, estaba inmovilizada y el miedo se apoderó de mi, Subaru también... ¿Me morderá?

—S-Sangre...—Entonces lo entendí, mis rodillas lastimadas lo habían descontrolado.—Tch.

—¿Subaru?—El albino incrustó sus colmillos en mi cuello y solté un gemido de dolor.

Subaru apretaba el agarre de mis manos y me empezaba a doler mucho.

—Su...Subaru...—Me quejé tratando de detenerlo. El albino abrió los ojos como platos y se separó rápidamente de mi.

—Tch, desaparece de mi vista—Subaru me fulminó con la mirada y yo salí corriendo.

Entré a la mansión y fui hasta mi habitación, cerré la puerta con seguro pero eso no sería algo que detendría a un vampiro.

—¿Por qué?... ¿Por qué me tuvo que pasar esto a mi?—Murmuré contra la almohada mientras mi vista se volvía borrosa.

Habían tomado mucha de mi sangre. Mis ojos se fueron cerrando irrefutablemente.

💕Narra Reiji💕

—¿Fui demasiado duro?—Me pregunté a mi mismo mientras recordaba el rostro suplicante de Miaka.

Oí la puerta de mi laboratorio abrirse y voltee para encontrarme con mi Maid.

—Oh Shura...—Ella sonrió y me sirvió una taza de té. Lo que más necesitaba en ese momento.

—Gracias—Tomé un sorbo y me concentre de nuevo en el problema de Miaka. En serio quería ayudarla, me gusta mucho resolver enigmas. Ella es uno para mi.

—Creo que deberías considerar que Miaka-san es humana, tiene sentimientos y siente dolor—Opinó Shura mientras limpiaba mi laboratorio. A Shura es a la única que le permito hacerlo.—Si la presionas mucho, se romperá.

—No tenía ni idea de que haya sufrido tanto, la mayoría de novias sacrificadas son chicas bonitas y llenas de felicidad—Dije sobandome la sien. Ahora entiendo el por que Miaka le teme a la personas, ella solo no quiere ser lastimada.

—A veces a las personas más inocentes y buenas, les pasa lo peor—Dijo Shura con una pequeña sonrisa.—Pídele una disculpa. Si quieres ayudarla a superar su problema, debes ganarte su confianza.

—Supongo que tendré que hacer eso. También debo de enseñarle modales a esa chica, urgentemente—Me acabé mi té y Shura esbozo una sonrisa. Shura siempre me da consejos sabios, es por eso que la elegí como mi Maid personal.

Además... Es como la madre que "nunca" tuve.

Me dirigí a la habitación de la pelirosada y en el camino estaba pensando como disculparme fácilmente.
No era mi intención hacerla recordar cosas dolorosas.

Abrí la puerta y encontré a Miaka dormida, mejor dicho con anemia. De seguro esos incompetentes la drenaron. Idiotas, por esa razón las novias sacrificas no duran tanto.

"Se lo debes... Ayudala."
Dijo una voz dentro mi cabeza.

Me corté un poco la mano y la sangre empezó a caer, tomé mi propia sangre y luego me acerqué a los labios de Miaka.

La sangre de un vampiro de nivel 1 tiene efectos curativos, un poco de ella y podrías curar una herida de bala. Curar su anemia será fácil.

La besé para introducir la sangre a sus sistema, me separé de ella y esperé pacientemente a que eso pasara.

No piensen otras cosas, ella no me gusta. Nunca me gustaría alguien tan maleducada como ella. Además, a ella también le gustaría alguien como yo.

—¿Mamá?—Ella murmuraba cosas en sueños y se movía mucho, mas bien como si fuera una pesadilla.

—El... El grimorio.... ¡No!—Miaka abrió sus ojos de repente y tenía la respiración agitada.

"Grimorio... Grimorio... ¡¿Gremory?! ¿Cómo no me di cuenta antes? Es por eso que " esa persona" la trajo aquí."