NaLu; La princesa del Infierno y el príncipe del Cielo

Capítulo 4

–Entonces vamos a nuestras casas hacemos nuestras maletas y los veo en 30 minutos aquí –Dijo Erza.

–Espera –respondí parandola un momento– ¿Crees que en 30 minutos podremos tener nuestras maletas listas? 

–De acuerdo 1 hora rápido –Dijo Reza.

–¡Aye! –Respondió Natsu.

Estaba caminando a mi casa mientras miraba todo lugar por el que pasaba, estaba mirando tranquilamente los puestos de comida y las tiendas de aquí, mire una llave plateada fuí hasta el vidrio de la tienda y me apegue a el mirando la llave de una forma en la que parecía que me enamore de ella mire hacia un lado en busca de la puerta para entrar, cuando pase mi vista a una esquina mire a alguien moverse rápidamente lo ignore y me fui de allí, olvidándome completamente de la llave, siento que alguien me sigue pero no se quien cada vez que volteo a ver no hay nadie... Esto me enoja tanto, ¿por qué cada vez que lo siento verme y volteo ya no esta?

–¿QUIÉN ERES Y POR QUÉ ME SIGUES? –Grité a la nada.

Todos me volvieron a ver diciendo cosas como: ¿Qué le pasa? ¿Se le olvidaron sus medicamentos? Me sonroje y disculpe pero no me hicieron caso...

–ESTOY PERFECTAMENTE BIEN DE LA CABEZA, ¿Entienden? –Grité.

Me habían enojado comencé a caminar rápido porque la gente empezaba a susurrar cosas que me molestaban hasta que choqué con una pared.

–¿Pero qué? –Miré la gran pared.

Mire alrededor y estaba en una especie de callejón sin salida, ¿cómo llegue aquí? Estaba tan concentrada pensando en otras cosas que llegue aquí, empece a buscar la salida pero por alguna razón no la encontraba y nuevamente volví al principio empecé a preocuparme,¿Y  si no llego a tiempo y Erza se enoja y me mata? ¿Y si me quedo perdida y nadie me encuentra? Mire las paredes

–¡Claro! podría subir en ellas y encontrar la salida.

Cuando las empecé a escalar llegando al final me resbale y caí, me frustre, la empece a escalar nuevamente llegando por fin hasta arriba mire al rededor pero no miraba salida, fue cuando supe que era una ilución 

–Vaya, vaya ¿Qué tenemos aquí?

–¿Quién eres? –Me puse en posición de combate mientras agarraba una de mis llaves: Tauro.

–Ohh pero si es la hijita de los Hearfilia, ¿Lucy cierto? –Una sombra empezó a parecer.

–¡Oye! Sabes bien porque estamos aquí. No te desvíes como siempre –Escuché otra voz.

–¿Quiénes son? ¿Y por qué me conocen? 

–Se que estamos aquí para regresarla con su papi pero... –Lo interrumpieron.

–¡Pero nada! –Le respondió pegándole.

Alguno de los dos se acercaba a mi, me ponían ansiosa con nervios algo malo pasaría si no actuaba...

–No des otro pase más o si no...

–¿O si no que angelita? –Fruncí el seño.

–Los matare –Matare escuché a Natsu.

–¿Natsu? ¿Qué haces aquí? –Lo miré.

Se puso al lado mio y me empujo hacía atrás.

–Tranquila, ya llegue –Me sonrió.

Me pare y fuí hacia el, lo mire  le pegue levemente en el pecho

–Que rayos te pasa ¿he?

–¿Qué? ¿Te vengo a salvar y así me hablas? ¿Ni un gracias Natsu?

–Tengo todo bajo control –Lo miré a los ojos.

–Awww pero que linda pelea de parejita... –Se acerca a nosotros, mira a Natsu– ¿Natsu cierto? –Natsu solo asiente– Bueno pues entiendenos, esta señorita se ha escapado de su casa.

–¡No me he escapado! –Respondí.

–¿A huido entonces? –Reí, es completamente lo mismo– Lo que sea que hayas hecho, su papá esta preocupado por ti, no sabe que te puede pasar aquí afuera, así que ven con nosotros ¿sí?

Mire hacia abajo, ocultando mi enojo

Él no esta preocupado por mí... Él solo se preocupa por él mismo y ya, él quiere que me case con ese hombre, quiere planear mi futuro a su lado, y yo... No quiero eso, y si ustedes me van a obligar entonces...

–¿Entonces? –Pregunto.

Mire a Natsu, y lo empuje levemente hacia atrás a lo que el exagero y cayó, lo mire con cara de ¿Qué te pasa? 

–Qué fuerza Lucy –Me miro con asombro.

– ¡No seas exagerado! ÁBRETE PUERTA DEL TORO DORADO, TAURUS!

–¡LUCY! Tan guapa como siempre – Mira a Natsu– ¿Quien es ese? –Mira a los otros dos– ¿Y quiénes son esos? ¿Quieren hacerte daño Lucy?

–Sólo esos dos –Señalando– él no –Mire a Natsu.

No permitiría que él me ayudara en esto, yo tenía el suficiente poder para poder defenderme desde aquel día... Aún sigo sin entender como salieron las...

–¡Uy! Que miedo, un Espíritu Estelar... 

–Jáh –Sonreí.

Agarre la llave y la acerque a mi pecho y la incruste, por si se lo preguntan no dolía, es decir, era una Llave Estelar...

–Taurus, FORM!

Mi traje cambio a uno versión vaquero, a lo que todos me miraron asombrados.

–Más miedo aún –Dijo mientras se reía.

Me enfade no soportaría que se burlaran de mi o de mis amigos, me fuí contra él y lo pegue a la pared, mi pierna le saco el aire y lo dejo inconsciente.

–El Toro es muy fuerte. –Dijo mientras Taurus lo acorralaba.

–¡Claro¡ Es el espíritu con más fuerza del zodiaco.

Mire a Natsu, que seguía en el piso, le extendí la mano pero él miraba hacia abajo, baje hasta su altura y lo mire, le pasaba mis manos al frente de su cara pero no reaccionaba, pensé en agarrar su cara para mirarlo pero sería muy vergonzoso el sólo pensarlo y que alguien me viera, mire a Taurus y le dije que podía irse y que gracias por la ayuda, una vez se fue, mire nuevamente a  Natsu agarre su cara y la alce se había dormido... ¿CÓMO SE PUEDE DORMIR EN MEDIO DE UNA PELEA AUNQUE ÉL NO ESTABA PELEANDO? Lo agarre espere a que desapareciera la ilución al poco tiempo estaba en medio de la calle con Natsu, camine con el hasta mi apartamento que había rentado antes de ir a Fairy Tail, deje a Natsu en el sillón, mientras yo abría las maletas vacié una y puse otra ropa en esta, ya tenía todo listo, fui a la sala y Natsu seguía dormido.

–DESPIERTA –Le grite, se despertó  medio asustado por el grito que pegue mientras yo reía, estaba casi llorando.

–Lucy, ¡no hagas eso nunca más! Mis orejas son sensibles. –Dijo tocándose las.

–Ya tengo todo listo me voy al gremio, ¿tú no vas por tus maletas?

–Lucy... Vamos a ir a rescatar a Jerall, no creo que te de tiempo de bañarte o cambiarte ¿No crees?

Lo que dijo tenía sentido pero prefería prevenir que lamentar

–No importa sólo vamos.

–De acuerdo. –Respondió estirándose.