Capítulo 17.

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Rina esperó pacientemente a que Naruto y Menma se cambiaran de ropa, en esos minutos pudo conversar con Sasuke tranquilamente, era un poco difícil sacarle sus palabras pero no resultó ser mala onda o algo por el estilo.

-Quiero hacerle una fiesta a Menma, en mi casa. -Ambos estaban recargados en el auto, Sasuke solo asintió. -Ya sabes... me dijo Naruto que no tiene muchos primos ni amigos asi que...
-¿No has pensado que es porque no los ocupa?
-Yo se que puede ser muy independiente pero... a veces necesita jugar con niños de su edad. Yo quiero que Menma sea feliz. -Le contestó de manera honesta sintiendo sus mejillas sonrojarse.
-Es bueno oir eso...
-Naruto, desde un principio me dijo que era lo que buscaba.
-¿Ah si?
-Si. Una mamá para el... y yo quiero ser ella. -Sasuke escondió su rostro entristecido aunque estaba un tanto tranquilo por los sentimientos de la chica. -Dime, tu siempres lo cuidas ¿qué cosas le gustan?
-El sol...
-¿El sol?
-La luna tambien, creo que incluso mas que el sol.
-¿Y eso cómo lo integro a la fiesta?
-¿Fiesta? -Lo pensó bien. -No, la fiesta no es una buena idea.
- ¿Pero por qué no? -Se sentía confundida por las palabras de Sasuke.
-Menma es un niño índigo. -Le quiso recordar pero al parecer apenas él le estaba informando.
-¡¿Indigo?! ¿Qué es eso?
-... no estoy muy seguro pero... Menma es capaz de absorber las emociones de los demás, sería peligroso que estuviera rodeado de personas extrañas.
-Son niños ¿Qué pueden sentir?
-Son humanos, pueden sentir todo... -Sasuke la miraba serio pero Rina no se inmuto.
-¡Ya sé! Mandaré hacer un pastel y en su glaseado dibujarán una luna y un sol.
Sasuke levantó la ceja confundido, esa chica parecía no poder prestar atención por completo pero se estaba esforzando.

-Ya nos vamos... por fin. -Dijo Naruto con Menma en sus brazos. Sasuke se separó del auto y abrió la puerta de atrás, se metió para recibir al pequeño.
-No, no... deja que lo cargue yo. -Rogó Rina, Naruto sonrió ocultando su duda, miró a Sasuke quien se alzó de hombros restándole importancia.
-Bien... -Naruto caminó y esperó a que la chica entrara en el asiento del copiloto y le entregó a su hijo dormido, ella lo tomó con mucho cuidado de no despertarlo y lo abrazó con cariño. Sasuke suspiró sentado atras, sacó su celular para no verla.
-Bien... Sasuke ¿olvidas algo?
-No. -Le contestó mientras revisaba sus correos.
-Ok, entonces ya nos vamos. -Encendió el motor y salió de su cochera. En el camino, Naruto miraba por el espejo retrovisor al Uchiha quien no despegaba la vista de la pantalla de su teléfono, a veces sonreía y otras parecía molesto, sentía tanta curiosidad por saber que estaba viendo.
Sasuke levantó la vista pero se arrepintió en un segundo. La mano de Rina estaba acariciando la pierna de Naruto, no de manera vulgar pero si con confianza. Gruño molesto y siguió en su tarea.
-¿Qué haces Sasuke?
-Nada que te importe. -Ya estaba estacionandose cuando recibió la respuesta, frenó en seco para vengarse.
-¡Hey! -Su celular se cayó por el impulso, lo miró fijamente por el espejo mientras Naruto le guiñaba el ojo y se quitaba el cinturón.
-Naruto, no hagas eso. Se puede despertar el niño. -Le regañó mientras acariciaba sus mejillas coloreadas, estaba exhausto por el anterior berrinche.
-Ya, ya, ya... -Naruto y Sasuke salieron al mismo y se miraron fijamente, cada uno preparándose para lo que venía.-Esta esperando que le abras la puerta, idiota.
-Ya se. -Se quejó y lo rodeo, su hombro tocó al del contrario con delicadeza.

-Gracias. Oh, espera, mejor toma a Menma...
-Si. -Naruto cargó a su hijo y esperó a que Rina se levantara.
-Dámelo, dámelo. -Parecía una niña feliz con su muñeco, eso hizo sonreír a ambos chicos. Lo volvió a abrazar con cariño y a Sasuke le quemaban sus manos.
-Sasuke ¿me vas a ayudar o qué?
-Eligo "qué".
-¡Ven aquí! -Le gritó después de unos segundos del chiste.

Era un parque grandísimo y muy especial, en ese parque Naruto le había propuesto matrimonio a la Hyuga y ahora estaba por presentar a su novia en el mismo. Se sentía un poco asustado por eso quería tener a Sasuke a su lado, el sabía lo egoísta que estaba siendo pero incluso se le complicaba dar un paso sin recordar a Hinata. Sasuke era el viento que alejaba muchos dolores. Era como si su sola presencia purificara el lugar y su corazón.
-¿Dónde estan todos? -Preguntó su novia mientras trataba de caminar sin caerse, los botines eran con tacón y aunque fuera cuadrado no se sentía muy segura de avanzar. Naruto traía su mochila a cuestas y Sasuke la olla con ensalada.
-El parque se divide en sectores -contestó mirando hacia el frente. Rina se acercó mas y Naruto pasó su mano por su espalda, no quería que se cayera con su hijo entre sus brazos.
-¿Y en cuál sector estan? -Preguntó Sasuke caminando a su lado.
-¡¿Y yo que voy a saber?!
-¡Dobe! ¡¿qué mierda piensas hacer entonces?!
-¡No se! ¡No me grites, ttebayo!
-ehm... chicos... -Menma ya estaba moviendose incómodo.
-¡Tu empezaste!
-¡No es cierto!
-¡Claro que si!
-¡Teme!
-Naruto... -Menma abrió los ojos.
-¡No eres mas dobe, porque no eres mas gordo!
-¡No estoy gordo!
-¡Si que lo estas, anciano!
-¡¿Anciano?!
Menma la miró y palideció a pesar de la sonrisa que le ofreció la chica. Se agitó lo suficiente hasta que Rina lo dejó caer al suelo.
-Menma, no...
-¡¿Papi?! -Gritó asustado ya en el suelo, se había golpeado con la caída.
-¡Menma! -Gritaron los dos y corrieron a revisarlo, Rina ya estaba arrodillada tratando de sobar su pie.
-¡Papi! -Naruto se tumbó y lo subió a sus piernas.
-Se revolvió y no pude sostenerlo. Lo siento.
-Tranquila, ya... ¿dónde te duele?
-Mi pie. -Lloraba asustado. -¿Por qué no estabas?
-Ya, ya... Menma... tranquilo. -Rina quiso tocarlo pero Menma le detuvo la mano.
-Sasuke revisa esa herida, ttebayo. -Le ordenó seriamente, ninguno de los dos le puso atención a la chica admirada por la acción del menor.
-No es grave, solo es un raspón. ¿Tus tobillos te duelen? -Menma se abrazó a su padre pero dijo que no.
-Ya, no llores, tranquilo, tranquilo...
-Me asusté mucho. -Naruto lo cargó y se levantó, Sasuke tomó la mochila y la olla para seguir el camino.
-Yo... yo puedo cargar la olla o la mochila, Sasuke.
-No, déjalo... mejor cuídate para que no te caigas. -Quizá Sasuke no lo había dicho con intención de ofenderla pero lo hizo.
Naruto alcanzó a ver a Shikamaru después de un rato caminando.
-Ahí estan. Vamos.

La verdadera dicha de la felicidad.Where stories live. Discover now