Capítulo 7

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Pasaron otras dos horas en las que Sasuke estuvo esperando, ya parado, ya sentado. La bolsa que le había entregado Shikamaru estaba olvidada en una de las tantas sillas de la sala de espera.

Naruto se había quedado al lado de Menma cuidando su sueño. Cuando el reloj marcó las dos de la tarde, el doctor entró de nuevo en la habitación para checar el estado de su pequeño paciente.
-¿Cómo esta, ahora?
-Vaya, si que se tomó en serio lo de curarse pronto.
-Que bien. -Naruto se presionó la cabeza mientras sonreía. -Eso quiere decir que ya podemos irnos ¿no?
-Puede que no...- Advirtió el hombre con bata sacando de uno de sus bolsillos una linterna.
-¡¿Por qué?! -Estaba desesperado, se sentía cansado y ya le dolía la cabeza.
-Por que lo veo enfermo a usted tambien. -Su mano presionó la mandíbula del rubio obligandolo a ver la luz directamente.
-¡Ah! ¡¿Qué hace?!
-Eh notado que parpadea mucho.
-Ah, eso... es que hace rato que veo lucecitas...
-Y le duele la cabeza ¿no?
-¡¿Cómo lo supo?!
-Son principios de migraña. -Lo soltó. -Lo lamento, pero por su seguridad y la del pequeño, lo internaré hasta que se recupere.
-No. Tengo mi auto afuera, ahorita mismo, llegando a la casa me acuesto. -Naruto empezó a caminar tratando de dejar el tema atras. El doctor le miró con expresión aburrida.

La puerta se abrió y Sasuke dio un salto por la impresión, Naruto se talló los ojos antes de verle.
-¿Sasuke? -El moreno estaba de pie, sus manos eran constantemente talladas en su pantalon para quitar el sudor. -Esperaste...

-¿Cómo esta Menma? -Preguntó el Uchiha tratando de ignorar el último comentario, esa sonrisa era demasiado para manejar.
-Esta bien, ya. -Esas luces si que molestaban, incluso mas que el dolor de cabeza. -El doctor esta dándole de alta, creo...
-¿Crees? -Naruto desvió su mirada, esa ceja alzada era mortal.
-Si.
-¿Que le recetaron?
-¿recetarle?
-¡Sus cuidados, dobe! ¡Qué darle! ¡Cómo cuidarlo!
Naruto sonrió mostrando su blanca dentadura, su mano ya estaba tallando sus cabellos.
-Se me olvido preguntar.
-¡Dobe!

Sasuke detuvo su intento de homicido al ver al mismo doctor que los había atendido.
-Señor Uzumaki, ya le dije que...
-¿Cuales son los cuidados que hay que prestar para que Menma se ponga bien? -Le interrumpió Sasuke colocandose entre Naruto y el doctor, pensó que sea lo que fuera a decirle a Naruto no importaba tanto como la salud del pequeño.
-¡Oh! ¿Usted esta con el o viene a consulta?
-Estoy... con el, bueno con Menma... asi que estoy con el. -Naruto sonrió al verlo en ese estado de completo nerviosismo.
"Creo que le gustan los hombres, ttebayo"

-Excelente, en ese caso, ya mismo coloco la ficha para que lo den de alta. -Naruto sonrió. -Siempre y cuando el que conduzca sea usted.
-¿Yo? Pero si yo solo soy...
-¡Si! El va a conducir.
-Tiene migraña y falta poco para que lo ataque. -Comentó el doctor notando la mentira.
-¿Migraña?
-Necesita cuidados y descanso al igual que Menma... si esta el solo no puedo darlo de alta. -Sentenció el hombre.

Naruto se quejó en silencio, Sasuke se giró para verle a la cara y notó que aun se tallaba los ojos. Suspiró para llamar su atención.
-No nos gustan los hospitales. -Murmuró Naruto para que solo Sasuke escuchara. No se dió cuenta del gran poder que tenía sobre el moreno con esas simples caritas.
-Ya que... -Pronució Sasuke. Luego caminó hacia el doctor quien se había movido para darles espacio. -Dígame como cuidarlos, a ambos.
-De acuerdo, el pequeño no debe exponerse a temperaturas muy bajas, debe dormir mas y no comer frutos fríos como la naranja, sandía o coco... le daré una receta para controlar el resfriado y unas pastillas para la migraña de su...
-Amigo. -Sasuke anotaba mentalmente todas las indicaciones.
-Si, amigo. -Se burló con descaro pero no le dio tiempo de quejarse al menor de los Uchiha. -Para Menma lo mejor será que no vaya a la escuela en unos dias porque necesita reponer fuerzas y expulsar la enfermedad, sentirá frío y dolor muscular.
-Ya entiendo... ¡dobe! tu ropa esta ahí. -Su mano apuntó hacia la bosla que seguía en aquella silla. -Ah, gracias.
-Traerán a su hijo por la entrada principal.
-Si, gracias. Sasuke ¿puedes recibirlo? Voy a cambiarme.
Sasuke solo gruñó y tomó el acta mientras caminaba hacia la entrada.

La verdadera dicha de la felicidad.Where stories live. Discover now