Que secreto guardas?

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Capítulo 12.

Esto no podía estar pasándome a mí. Estaba tan inquieto, durmiendo pacíficamente mientras yo, aquí, muriendo de nervios por no estar tan cerca de él. Todos durmiendo, y yo despierta por el miedo a que tuviéramos contacto físico. Estaba roja, muy roja.

- Hum...-gimió, y se giró hacia mí, tapándose de nuevo con las cobijas. Parecía ser extremadamente suave, y seguro que si me acercaba a él, me sentiría protegida. Pero alejé esos pensamientos. Seguí sin moverme, casi conteniendo la respiración, hasta que sus brazos se acercaron a mi cintura, uno se escabulló por debajo de ella, y otra por encima, abrazándome, y arrimándome a él. Solté un suspiro. Sus piernas también se colaron por debajo y encima de las mias. Le miré, una sonrisa se asomaba por sus labios.

- Jung...-susurré. Él levantó la mirada, viéndome con sus ojos soñolientos. Sonreí estúpidamente.
- Oh...-se dio cuenta de la incómoda situación, pero no se alejó, al contrario, se acercó más a mí, aspirando mi cuello.-Sólo relájate.
- Eh, yo...-me interrumpió poniendo torpemente un dedo sobre mis labios.
- Shhh, sólo déjate llevar, esto no está prohibido, ¿o sí?-.negué.
Entonces, tal y como él dijo, me dejé llevar, calmando mis músculos, y estirándome bien. Me acurruqué en su pecho, escuché su corazón, a mil por hora. ¿Sentiría lo mismo que yo?

- ¡¡CHICOS, LEVÁNTENSE!!-.escuché que alguien gritó. Me levanté de golpe, encontrándome con un señor, más o menos de 30 años, cabello negro, y un poco pequeño de altura. Él me miraba sorprendido, y a Jungkook quién estaba durmiendo a un lado mío.-¿Quién eres?-.me preguntó susurrando al ver que nadie se levantaba.
- _______, señor.
- ¿Por qué estás aquí?-.era tan curiosillo. Me arreglé la pijama.

- Soy amiga de los chicos.

- Uhm, mira, voy a pedirte dos favores...-me dijo algo serio, me sentía tan avergonzada.-Primero que nada, despierta a Jungkook.
Asentí girándome hacia él, y moviéndolo un poco.
- Jungkook...-le llamé. Él no se despertaba, le dí unos cuantos golpecitos en la cara.

- Otra vez este muchacho asustándome...-dijo bufando.-Permiso.-me levanté rápido de la cama. Jungkook dormía plácidamente, y no se movía, parecía un muerto. El señor lo sacudió, pero aún así no despertaba. Golpeó hacia la cama de arriba, dónde Jin dormía, él asomó su cabeza, y al ver al señor abrió los ojos de golpe, luego me miró a mí.
- ¿Qué...qué necesita?-.tartamudeó.
- Despierta a Jungkook, por favor.-se levantó viniendo hacia la puerta, me abrí paso para que pudiera salir.-Y tú retírate de aquí...-me apuntó con los dedos. Asentí avergonzada. El hombre salió de la habitación.
Me tiré en el suelo, me sentía muy triste. ¿Por qué aquel hombre me había tratado así? Vi como Jin se bajaba de la litera, y se acercaba a Jungkook, le apretó los pezones, abrí los ojos como platos, peturbada.
- ¿Qué haces, Jin?-.pregunté.
- Sólo de esta forma se despierta.-y efectivamente así fue. Jungkook se despertó riendo.
- Ya, ya...-dijo, luego me miró en el suelo.-¿Qué pasa, _____?-.Jin le dijo algo al oído.-¿Hoy? Pero no nos avisó.
- Shhh...-le calló Jin, yo sólo tomé mis converse, y me salí de la habitación. Enojada, todos estaban en la sala sentados frente al hombre. ¿Qué pasaba aquí? Sólo me fui de allí, dando un portazo. Afuera me puse mis tenis, y caminé hasta mi casa, al fin que estaba cerca de allí. No era normal ver a una chica con pijama andando por la calle. Caminé, una, dos cuadras y llegué a la unidad llena de casitas lindas, casa...extrañaba mi casa.
No traía llaves, sólo mi teléfono, y sin pila. Así que con miedo me acerqué a la puerta con diseño japonés. Apreté los ojos, y toqué. Nadie abría, volví a tocar, hasta que la anciana se hizo presente.

- ¡¡_____!! ¡¿DONDE CARAJOS ESTABAS, NIÑA?!-.me gritó. Me rasqué la cabeza confundida.
- Me desmayé antier, en casa de mis amigos, pero como no recuerdan dónde vivo, ni tenía pila, no pudieron avisarles...-reí nerviosa. La anciana negó.
- Tu madre estaba muy preocupada, menos mal que ya estás aquí.

Mi madre terminó quitándome el celular, y computadora, aislándome de todo equipo tecnológico, los chicos no vinieron a buscarme en un mes entero, y cuándo yo iba a verlos, parecía que el apartamento estaba vacío. Me sentía bastante triste.
La anciana tampoco sabía nada, no sentía su vibra cerca de mí. Me había venido a vivir en Enero, y ya estábamos a mediados de Febrero, tenía que casarme con alguien antes de Junio, y así quedarme a vivir aquí por siempre. Era loco casarse temprano, pero mi madre no podía asegurar mi futuro con nada.

Miércoles 18 de Febrero, 18:45 pm.
- Hija...-me llamó mi madre, le miré.
- ¿Mande?
- Por favor ve a la plaza a comprarme unas verduras, ¿quieres?
- Ajá...-suspiré, me puse mi suéter. Me dio el dinero, y a rastras salí de casa, caminando por las calles de Seúl, aún era temprano, pero estaba obscureciendo. Cuándo venía de regreso, las estrellas ya salpicaban el cielo azul obscuro, era una noche fría, y la odiaba. Pasé por el pequeño callejón, y sentí que alguien me seguía, alguien muy alto, vestido totalmente de negro. No pude visualizar sus ojos muy bien, pero su cabello era dorado, como el sol. Podía ver sus labios carnosos reflejarse contra la luz de la luna.
Aceleré el paso, no importaba qué tan guapo fuese, no quería que me sucediera esa desgracia. Desafortunadamente estuvo persiguiéndome durante dos semanas más, cuándo salía a hacer las compras, o cuándo salía con mi madre a visitar a sus amigas. Un día quise pasearme por todo Suwon, pero terminó en una desgracia.

Iba en el metro, en silencio, viendo como la gente mascaba chicle, comía unos pequeños snacks, o escuchaban música. Yo sólo llevaba mi mochila, y mi celular. El timbre sonó y la gente salió del metro, casi dejándome atrapada allí dentro, pero logré salir. Miré mi reloj, eran las 8 de la noche, me relajé, pero escuché el otro metro a lo lejos, corrí, corrí tan rápido, que tropecé con un chico.
- Oh...-se quejó, me miró.-Disculpa,¿quién eres?-.me preguntó. Sus ojos miel, y su cabello castaño eran hipnotizantes, bajé la mirada, escondiendo mi sonrojo.
- Soy _____.
- Oh, yo soy Lu Han, pero dime Luhan...-sonrió.-Ven, seguro que vas a Seúl también, ¿cierto?-.asentí.
Estuvimos hablando en todo el camino a Seúl. Resultó que él vive en la misma unidad que yo, pero hasta el fondo, a un lado del parque donde hablé por primera vez con Jungkook. Pasamos a un lado del callejón, y nuevo aquel hombre me siguió, pero...esta vez no se detuvo, Luhan y yo lo volteamos a ver.
- Pero si es Luhan...-sonrió aquel hombre.
- ¿Qué estás haciendo aquí, Yeon?-.respondió el castaño con miedo.
- Estás en territorio prohibido, Luhan...-le respondió el tal "Yeon".
- ¿Ah?
- ¿Quieres que Jungkook te vuelva a romper la cara?-.sonrió. Entonces miré sus ojos, verdes esmeralda. Ya sabía quién era.
- ¿Dónde está Jungkook?-.le grité, él retrocedió asustado.-¡Responde, maricón!
- No puedo decírtelo, ______, pero si te diré que vuelve hasta Abril.

Faltaban dos meses. Dos meses hundida en un profundo sueño, lleno de dolor.

Woo se esta poniendo interesante Unnies:3

La leyenda del hilo rojo♥↭Jungkook & Tn↭♥Where stories live. Discover now