D4

73 4 4
                                    

- No, no te disculpes... yo ya me había despertado...

- Insisto, perdón he roto una de las masetas del balcón... Soy un inútil, ni siquiera mi trabajo hago bien...

- No te preocupes, una maseta no es motivo para enojarse – has musitado fregándote los ojos.

- Gracias ¡Cuánta amabilidad!- ha dicho con tono vivaz.

Recuperando tu visión has descubierto un rostro esbozando una cándida sonrisa. Se trata de un chico esbelto de cabellos dorados y ojos como el trigo, un par de picaras pecas motean sus mejillas. Parece ser de una edad similar a la tuya, es más alto que tu. No dudas en preguntarle su nombre:

- Thom Pawn ¡A sus servicios cuando usted lo disponga! – exclamó curvando sus labios – Y... bella señorita cómo se llama...

- Elizabeth Queen – respondiste con un dejo de rubor ocasionado por el cumplido...

- ¿Eres la hija de Patrick Queen? Que sorpresa... – ha abierto desmesuradamente los parpados.

Su expresión te ha provocado una modesta carcajada.

- Si... nos pareces poco, pero así es, él es mi padre... cordenadas

Tocan a la puerta, del otro lado una voz gruesa pero femenina pregunta: "Señorita ¿Me permite pasar?" Notas que Thom comienza a palidecer. Le diriges una mirada de desconcierto, sus dilatadas pupilas suplican ayuda.

- ¿Qué ocurre?- susurras

- Es mi madre... Si ve lo que he hecho armara un escándalo...

Lo contemplas durante algunos segundos, en verdad luce desesperado. Vuelven golpear:

- ¡Enseguida abro! – contestas al llamado.

Poniéndote en pie sujetas a Thom por una de sus manos y lo conduces hasta el balcón.

- Quédate aquí y sal cuando ella se vaya- le indicaste tomándolo por los hombros.

Él te ha estrechado contra su torso y dándote las gracias ha besado tus cabellos...

Algo desconcertada has entrado a la habitación cerrando el ventanal detrás de ti. Deseando saber quién es la progenitora de Thom has abierto la puerta, detrás de ella te topas con una mujer robusta de mirada severa, sus ocres mechones están sujetos a su nuca en un firme rodete. Él tampoco se parece en nada a su madre. Notas que la adusta señora carga en sus brazos dos enormes cajas...

- Buenas tardes- ha musitado secamente- Señorita Queen, ansiaba conocerla. Soy Geraldine Pawn, fiel sirvienta de esta casa, lo que usted desee no dude en solicitármelo.- se anunció realizando una pequeña reverencia.

A continuación te ha entregado lo que traía consigo anunciando que son presentes que te envía la familia Rook; cada paquete trae una tarjeta, una es de color rosa y la otra celeste. Geraldine también ha venido a informarte que Laurence te ha invitado a merendar con él en su balcón dentro de media hora. Por último te ha preguntado si gustabas que te prepárese el baño para asearte y tu declinando la oferta le has dicho que no.

- Muy bien, eso es todo señorita Queen. Recuerde que estoy para servirla, que tenga un buena tarde.- finalizando la frase se ha marchado por el lado izquierdo del pasillo.

Has depositado las cajas sobre el colchón y bastante más aliviada te has asomado a la terraza para proclamarle la retirada de su madre a Thom.

-Por suerte no entró- dijo- si lo hubiera hecho habría notado este desastre – agregó apuntando a la embarrada alfombra de tu pieza.

- Parece una mujer correcta y respetable.

-Es mucho más que eso, es un demonio del orden que aplica su tirano juicio sobre todos los empleados de esta casa.- se deshizo en un resignado suspiro- Creo que lo mejor será que me vaya, por lo que he oído pronto tendrás una cita.- sonó algo molesto.

- Cuando gustes podemos pasar un rato juntos - has dicho sonriendo.

Con un dejo de rubor ha tomado tus manos entre las suyas, las de él son algo callosas, acercándolas a su boca las ha acariciado con sus labios y en un susurro ha sentenciado:

- Por supuesto, será un placer pasar cada momento que pueda con mi nueva ama.

Pudoroso y con la cabeza gacha ha abandonado la habitación con premura. Te has quedado atónita ¿Qué has hecho para merecer tanto cariño?

En fin, por el lugar que ocupa el sol en el firmamento puedes deducir que son más o menos las 4 de la tarde. Lo mejor será que te des un baño y te alistes para merendar con Laurence. El viaje desde Escocia hasta Inglaterra ha sido duro. Empeorando la situación, la terrible humedad londinense no ayuda en lo más mínimo. Acostumbrada a tu helada isla el clima que ahora te asedia te resulta insoportable. Tus mechones se hallan desparramados sobre tus hombros, cuando esta mañana estaban afirmados fuertemente en una trenza. Te has desecho de tus prendas impregnadas en sudor y dispuesta a librarte de la sensación de suciedad, has ingresado al baño. Otra habitación ostentosa. Cerámicas blancas con motivos de enredaderas negras, la bañadera y el lavado hacen juego. Todos los grifos son de auténtico oro. Ingresas en la tina y comienzas a fregar tu cuerpo, el jabón es abundante y espumea sobre la superficie del agua. Te sumerges por completo relajando así tu endeble musculatura... La fatiga que te agobia es intensa, no obstante, te sientes feliz. Hasta el momento solo has tenido el placer de encontrarte con gente agradable. Realmente ansias conocer a la mujer que desposará tu padre. Sin duda alguna te resulta interesante su persona. Es probable que extrañes la pacífica vida que has llevado hasta el momento, pero el porvenir fulgura en el horizonte poniéndote expectante. Ciertamente presientes que las cosas se pondrán algo excéntricas. Luego de enjuagarte te colocas una toalla entorno a tu torso y sales del baño; sobre la cama permanecen los dos paquetes. Intrigada, abres el que tiene la tarjeta rosa. Un vestido. Uno de diseño intrincado plasmado sobre una satinada tela gris. Desde un zafiro incorporado en el centro del escote emergen ramas bordadas con hilos de color perla, se van distanciando a medida que descienden por el corsé y la pollera. Lees la nota:

"Úsalo cuando gustes, aunque me sentiría honrada si decides colocártelo para la ceremonia de mañana.

Ansiosa de conocerte, Kasandra Rook"

Tu madrastra está interesada en comprar tu simpatía...

Abres la otra caja. Un vestido color crema. Es de corte imperio, la tela que lo constituye es muy ligera y vaporosa, el escote es en V y no tiene mangas.

"Ojala te guste, no creo que tu vestuario incluya ropa de verano. Te espero en mi balcón.

Laurence."

Él esta aun más interesado en ganar tu simpatía...

Te vistes con el vestido que te ha regalado tu hermanastro. Es muy fresco. No hay duda, se siente mucho más cómodo que las prendas que llevabas puestas hace un rato ¿Será que él ha notado tu olor a transpiración y por eso te lo ha mandado? Qué vergüenza... Lo mejor será abandonar esa línea de pensamiento. Como sea, el vestido es hermoso y te queda bien, lo has podido comprobar en un espejo de cuerpo completo que has hallado al abrir el placar. Seguidamente cepillas tu cabello y optas por dejarlo suelto; listo, ya puedes ir a reunirte con Laurence.

Al salir de tu cuarto has visto a Milena surcar el pasillo a gran velocidad ¿En qué momento salió de tu pieza?...

Aquí es en donde tú intervienes, escoge una opción:

Si deseas ir atrapar a Milena y llevarla contigo a la merienda con Laurence ve a D1

Si decides entrar directamente a la habitación de tu hermanastro ve a D3


♥ ♡CHESS, The Game of Love♡ ♥Where stories live. Discover now