Yanghwa - Park Jimin

01

- Esto... ¿Es-Estás bien?

Vaya pregúnta más estupida Jimin

Pero el chico no sabía que otra cosa podría decir en un momento como aquel.

La chica se dio la vuelta, dándole la sensación, de que se movía impulsada por la leve brisa que se levantaba en aquel momento sobre el río Han. Sus gestos eran delicados, incluso cuando levantó el brazo, llevando la mano hasta su cara y retirando los mechones que chocaban contra su nariz, Jimin pensó que nunca había visto a ninguna chica de su aula moverse con tal sutileza.

- Perdona, simplemente pa-pasaba y... - el chico se había perdido en el hilo de sus pensamientos y siquiera sabía que era lo que quería decir - te he visto y creí que... - silencio.

Madre mía, pareces estúpido, ni que nunca hubieses hablado con una chica.

No con una como ella.

Jimin sacude su cabeza y vuelve a mirar a la chica, la cual sonríe en aquel momento.

Estaba confuso ¿acababa de sonreirle?

La miró mejor, con las prisa que se había tomado al echar a correr hacia ella, siquiera había tenido tiempo de coger aire y fijarse en la chica.

De hecho, sin darse cuenta, estaba jadeando del esfuerzo que había ejercido en la repentina carrera.

Estaba sentada sobre la valla de metal, con un vestido blanco que llagaba hasta sus rodillas, y tan liviano que se ondeaba al ritmo que lo hacían sus cabellos cortos. Desde su posición, Jimin podía ver que la chica era flaca y algo larguirucha, plana como una tabla de planchar, pero con un rostro hermoso. Tenía la nariz respingona y los ojos se cerraban en una sola línea, como si fuese un gato.

Su corazón empezó a retomar el rápido ritmo que había adquirido mientras corría, pero esta vez por otro tipo de razones.

Volvió a sus sentidos sacudiendo una vez más su cabeza y cuando levantó los ojos hacía ella, sonreía aún con más fuerza.

Sin embargo, su sonrisa era terriblemente triste.

Pero alguien como Jimin, no llegaba a comprender aún aquellos sentimientos que los rasgos de su cara formaban hasta concretar aquella sonrisa.

Parecía que la chica no tenía intención de hablar, sin embargo Jimin se había quedado sin palabras

¿Debería simplemente irme?

Estaba apunto de hacer aquello cuando la chica habló

- Estaba solo mirando - dice. Jimin se sorprende de lo humanas que suenan sus palabras.

¿Qué esperabas? ¿Que tuviese voz de sirena?

Coge confianza y se acerca.

- Vaya - dice, e intenta reir -, ¿No es algo... peligroso?

- ¿Por qué lo iba a ser? - Ella lo mira sin entender, pero quien no entiende es él.

Se acerca y se posiciona frente a ella.

- Bueno, estás sobre la valla, con los pies colgando es... Es peligroso. - mira los pies de ella, balanceándose sobre el vacío - Deberías tener más cuidado

Jimin había recobrado su confianza de pre adolescente con orgullo.

Es solo una chica ¿Sabes? Una algo loca.

- Para nada - dice ella convencida - deberías fijarte más.

La chica hace un gesto con la mano, pidiendo que se acerque y él lo hace, cuando llega a su lado ve la plataforma de hierro medio metro por debajo de los pies de la chica.

- Estás loca - dice lo primero que le sale por la boca - sigue siendo peligroso.

- Entonces es que estás ciego - afirma ella y vuelve a estirar el cuello hacia delante, queriendo sentir el aire.

Jimin la mira y hace un balance entre las opciones que tiene, si irse corriendo d allí y volver a casa, o seguir a aquella chica. Por que aquel gesto, retumbaba en su cabeza como una especie de invitación.

En cierta manera, sentía que tenía que dejarse llevar

Sin pensárselo dos segundos más, sube los pies al pequeño bordillo de metal, y sujetándose en la valla, estira el cuello y levanta la cabeza de la misma forma que ella.

Jimin sintió aquello como una revelación, el viento, que soplaba cada vez con más fuerza, golpeando su camisa blanca contra sus costillas, desordenando su pelo sin ningún tipo de compasión, rozando sus parpados, sus labios. La brisa se llevó cada uno de los pensamientos y preocupaciones tribales de su cabeza, aquello, aquel sentimiento, aquel momento, era lo que realmente importaba.

- Si piensas que te vas a caer, lo harás. - dice ella, cuando el chico hace rato que ha ampliado su sonrisa - Si tienes la confianza suficiente para saber que no te vas a caer, no lo harás.

El chico suelta sus brazos de la barandilla y los extiende, dejando que una vez más el viento golpeé su cuerpo.

Se sentía tremendamente genial.

- Esto.. ¡Esto es genial! - dice, elevando su voz por encima de aquel pitido que provocaba el golpe del aire en sus oídos.

Jimin oye a la chica reír y abre los ojos para mirarla, ella hace lo mismo, pero él no ve su sonrisa, si no aquella misma expresión de antes.

Y ligeramente empieza a entenderlo.

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Con algo de retraso, but, el primero está aquí c:

Muchisisisisisiisisismas gracias por los comentarios y los votos en el prólogo, no esperaba para nada que de golpe votaran y comentaran la historia tantas personas, por ello estoy súper contenta y tengo un montón de ganas de subir la historia y que la leáis y saber si os gusta.

De nuevo gracias por el apoyo, un abrazo <3