Sucumbe a la tentación

Capítulo 1- La invocación

Hola, es mi primer fic en esta pagina, espero que os guste y  hacedmelo saber si quereis que la continue^^

Disfrutaad!!

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Era tan brillante. La luz que se colaba por la ventana despertó a una rubia que estaba en la cama, durmiendo. O eso intentaba. Abrió pesadamente los ojos,  a causa de los rayos de sol que le daban directamente a los ojos. Se despertó, pensando que en algun momento, mataría a Erza. Mira que hacerla transnochar así anoche. Y como no por un tema como el que hacía tiempo que no tenía a ningun chico.

Pero Erza no entendía que para ella eso era lo de menos, tenía cosas más importantes en la cabeza. Ella creía que como ella ya había encontrado a Jerall, un chico encantador que compartían mucho tiempo juntos, ya quería decir que todos tenían que encontrar a su media naranja. Lucy creía que todo a su debido tiempo, no había prisa.

Un tono de llamada comenzó a sonar, haciendo que Lucy se levantara para contestar.

-Diga-contestó medio somnolienta.

-Hola Lucy, ¿ya estás despierta?-la voz alegre y burlona de Erza se escuchó de la otra linea.

-Erza...la próxima vez te vas a enterar-la amenazó.

-Oh, pero Lucy, ¿porque esas amenazas de tan buena mañana?

-Serás...Tu sabes muy bien porque, apenas he podido dormir.

-Pero que la vida esta para vivirla. Escucha, Jerall  y yo hemos estado hablando y me ha dicho que nos invita a ir a un picnic a la montaña, ¿te apuntas?

-¿Y tengo que tragarme todas vuestras escenas románticas?

-Claro que no, eso sería darte envidia sana. Mejor buscate a alguien así no nos tendremos que contener.

-Y otra vez con lo mismo, ¿no te cansas Erza?

-Pues no, y para tu información Jerall me apoya en esto.

-Bueno, vamos a dejar el tema por ahora, ¿a que hora y donde tengo que estar?

-A las 11 en el portal de tu casa, y rápido.

-Pues ahí nos veremos.

Colguó y se dejó caer de espaldas al colchón, soltando un resoplido de pesadez. Se levantó y comenzó a alistarse y prepararse, sobretodo mentalmente, porque tenía por seguro que no la dejarían en paz sobre tener un nuevo chico en la vida de Lucy. Oh, y así sería hasta que acabara el dia. Y a veces se preguntaba porque aceptaba siempre los planes de Erza y Jerall si siempre la torturaban con el mismo tema. Ah, es verdad, eran sus mejores amigos.

A las once ya estaba en la puerta esperando la llegada de sus dos "queridos" amigos. A los escasos minutos de estar esperando, un coche llegó quien estaba siendo conducido por Jerall, un chico peliazul con un extraño tatuaje en su ojo derecho con una sonrisa alegre y unas gafas de sol. A su lado, una pelirroja despanpanante , Erza. Ella sacó medio cuerpo fuera y comenzó a gritarle a rubia.

-¡VAMOS SOLTERA DE ORO SUBE AL COCHE!

Lucy la fulminó con la mirada caminando torpemente al sentir todas las curiosas miradas clavadas en ella. Se subió en el asiento de detrás, cerró la puerta y se puso el cinturon.

-Erza, creo que los de la otra punta de la ciudad no te han escuchado suficiente-ironizó con el ceño fruncido.

-Vamos, mujer, pero si es la verdad-dijo Erza volviendo a su asiento.