33

587 33 0
                                    

Al bajar, unos brazos me atraparon, levantándome del suelo.
-Te extrañé.-dijo Liam y dos pares mas de brazos se sumaron.
-Chicos.-reí.- Yo también los extrañé.
Palabras van, palabras viene, al fin me soltaron y Harry me abrazó por la espalda..
-Hoy, al fin, vas a vernos en vivo.-dijo Zayn y yo asentí.
-¿Puedo ir a...?-pregunté y Harry asintió besando mi cabeza.
Busqué en las distintas habitaciones del hotel hasta que encontré a Josh, Jon, Dan y Sandy en una de las habitaciones. Me tiré entre ellos y rieron, abrazandome.
-¿Cómo van esas canciones?-preguntó Josh.
-Mejorando.-reí. -Pero me hizo falta tu ayuda.
-Ya vamos a trabajar en eso.-dijo y le sonreí.
-Jane.-llamó Harry y me despedí de los chicos.- Vamos a almorzar, beba.
Lo seguí, frotándome el estómago y él rió. Ambos comimos mientras él me contaba todo lo que habían hecho mientras yo no estaba.
-Andá a dormir.-reí al verlo bostezar.- Yo voy a ir un rato con Josh a escribir.
-Está bien.-suspiró y noté que se sentía un tanto reacio ante la idea.
Besé su mejilla y lo vi entrar en la habitación. Mientras iba rumbo a la de Josh, una mano me tomó, metiéndome en uno de los cuartos. Unos labios atraparon los míos con urgencia y miré a Louis.
Sentí la pared a mi espalda y él me hizo enroscar las piernas a su alrededor. Lo besé sin intenciones de apartarme, hasta que mis labios dolieron.
-Estás bien.-dijo con lágrimas en los ojos y volvió a besarme.- Estás bien.
Acune su rostro y lo besé, para luego darle paso libre a mi cuello. Sus besos se hacían eternos, hermosos, perfectos. Cuando creí que se detendría, comenzó a mordisquearlo, dejando una sensación deliciosa que me recorría por completo.
-Te amo.-susurré y él se apartó con suavidad, mirandome.- Dios, Louis. Te amo.
Regresó a mis labios y sonrió. Me guió hasta la cama y volvió a besarme con urgencia para luego caer a mi lado y rodearme con sus brazos. Besó la parte trasera de mi cuello.
-Te amo, nena.-dijo él.- Es una locura pero te amo.
Me dejé pegar a su cuerpo y sentí como besaba mi cuello repetidas veces.
-Tuve que cortar.-confesé.- No tenía otra opción.
-Lo sé, nena. Lo sé, pero no pude evitarlo.
Volteé y lo besé nuevamente. Ambos nos dormimos luego de un rato, olvidándonos de Harry, Josh y los demás. Solo estábamos nosotros, nadie más.

Desperté sobre su pecho y me quedé observandolo unos minutos. Él se removió con suavidad y ajustó sus brazos a torno a mi, poniéndome a su altura y rozando mi cuello con los labios.
-Bueno días.-dije con un hilo de voz.
-Buenos días, nena.-dijo y depositó un beso.- Creo que me volví adicto.
-Creo que yo también.
Él rió y se puso sobre mi.
-¿Te volviste adicta a mi?
-Claro que si.-respondí y mordi mi labio.
-Soy más adicto ahora que te escuché decir eso.
Ambos reímos y me besó.
-Tengo que arreglarme el pelo para hoy.-dije, apartandome.- No voy a llegar si no. Pero no quiero dejarte.
-Ya vamos a vernos.-dijo y mordisqueo mi oreja.
-Somos dos prófugos.-reí y lo besé, antes de salir de su habitación.
Louis se volvió mi perdición ese día y lo supe. Estaba completamente abrumada, perdida, inválida si él estaba ahí. Louis Tomlinson sería el nombre de mi perdición y yo lo permitiría. ¿Amor? Si. Era amor. Un amor masoquista y perfecto, a espaldas de todo el que conociera nuestros nombres.
Ambos sabíamos que nadie podía saberlo, pero no nos importaba. Queríamos estar juntos y, después de todo, era mas excitante si nuestro amor era clandestino.
Excitante, si, eso era. Louis era una droga. Louis era excitante. Louis era adictivo. Era ese infierno en el que no me importaba adentrarme hasta perder la conciencia. Él no era todo mientras ambos fingiamos que no éramos nada.

No importa.Where stories live. Discover now