Capítulo 1: Confesión.

1.5K 117 35
                                    

UPDATE: Estoy reescribiendo esta historia, por lo que es casi seguro que encuentres muchos errores gramaticales o de continuidad. Una disculpa por eso.

Disclaimer: Fire Emblem no me pertenece, es propiedad de Intelligent Systems.

***

Dormida sobre su cómoda cama, gozando de la dulce sensación que le ofrecía el sueño, se encontraba la princesa Kamui. La expresión de felicidad que mostraba daba a entender que disfrutaba del momento, mismo que pronto se vio obstaculizado por algunos sonidos —que no alcanzó a distinguir—, y que hicieron que se despertará poco a poco.

Molesta y abrumada, abrió lentamente los ojos sólo para encontrarse con la oscuridad de su dormitorio, y su disgusto empeoró al ver que no había nada importante por lo que levantarse en ese preciso momento.

—Ah... —bostezó—. Todavía es temprano —una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al creer que podía dormir más tiempo.

Cerró los ojos con la esperanza de volver a conciliar el sueño, cuando estuvo a punto de lograrlo se escucharon murmullos provenientes de afuera de la habitación.

—Oh, no —Kamui, con una gran velocidad, logró identificar a las dueñas de aquellas voces: Flora y Felicia—. Sé cómo resolver esto, sólo es cuestión de pensar en algo que... —demasiado tarde para planear estrategias, las dos sirvientas tocaron la puerta.

—¿Lady Kamui? —Llamó Flora—. ¿Ya ha despertado?

«De cualquier forma van a entrar», la de cabellos plateados no estaba del todo equivocada al pensar eso. En algunas ocasiones, Felicia y Flora pasaban a su cuarto sin siquiera consultárselo; o sí lo hacían y ella se los negaba, terminaban por ignorarla. A veces Joker también se les unía.

—Kamui, ¿estás ahí? —Grande fue sorpresa cuando se dio cuenta de que ambas mucamas aún esperaban que les cediera el paso—. ¿Hola?

—Si no abre vamos a tener que usar la segunda opción —advirtió la gemela mayor, dando fuertes golpes en la madera de roble.

No queriendo entretener a sus vasallas por más tiempo, sabiendo que de cualquier modo el resultado sería el mismo, consintió la petitoria, usando un tono de voz apropiado para disimilar ligeramente su enojo por la importunación. Tan pronto como accedió, la puerta se abrió permitiendo que las dos chicas entraran.

—Buenos días —saludó Felicia, alegre—. ¿Cómo amaneció?

—Algo cansada —suspiró antes de continuar—. Últimamente no he dormido muy bien gracias a las recientes escaramuzas, así que todavía sigo con sueño.

—Perdón por venir a molestarla tan temprano, princesa.

—Pierde cuidado, Felicia —dijo, fingiendo una enternecedora sonrisa que ocultara su abatimiento, pues éste tampoco significaba una cuestión tan alarmante—. Y bien, ¿qué ocurre? Hoy no pensaba ir a entrenar, no a esta hora.

—Desde ayer mi señor Marx ha querido hablar con usted sobre un asunto muy importante —respondió la de cabello azul.

—Ah, ¿sí? ¿Y por eso las mandó a interrumpir mi descanso? —Sus compañeras asintieron como respuesta, despreocupadas por su expresión de fastidio—. ¡¿Qué no pudo esperar a que fuera más tarde?!

—¿Olvida la parte de 'muy IMPORTANTE'? —Flora se aseguró de hacer énfasis en la última palabra.

Kamui volvió a recostarse y colocó una almohada en su cara que ahogó un puchero. Despedirse de su encantadora relación con la cama estaba fuera de sus preferencias. ¿Qué tan difícil era comprenderlo?

❀℘ TE QUIERO SOLO PARA MÍ | REVISANDO |Where stories live. Discover now