Locura.

6.9K 651 81
                                    

Capítulo 3: ¿Locura?.

Y sabía que lamentaría su decisión. Claro que lo tenía en mente, desde el primer momento en el que de sus labios salió un casi insonoro: 'si', sabía que aquella decisión cambiaría su vida por completo y aún horas después, seguía sin saber si para bien o para mal.

¿Quién iba a decir que el gran Conde Phantomhive, aquel chiquillo que era como un témpano de hielo, iba a estar meciendo a una hermosa y diminuta criatura entre sus brazos?.

Pero lo que sí sabía es que por fin había conseguido acallar los chillidos y llantos que la niña había empezado. Ahora, se encontraba tranquila, con sus ojos entrecerrados, jugando con sus propias manitas.

Ciel se pregunto por unos segundos cómo fue él de niño, pero tal y como siempre, jamás encontraba respuesta. Todo lo relacionado con su pasado era misterio. No había fotos, no había padres a los que preguntarle, y por supuesto, él se negaba a volver a sacar a la luz aquel feliz -aunque ahora doloroso- tiempo. Solo se preguntaba, pero ni él mismo deseaba encontrar respuesta.

Sebastian seguía allí mismo, mirando la escena de manera escéptica, aún incrédulo. Su Boo-chan verdaderamente parecía un buen padre... no, parecía una buena madre, siendo sinceros. Sonrió sacarronamente y abrió la boca dispuesto a hablar, aunque todo aquello que quería decir se quedó vagando entre sus cuerdas vocales cuando vió como su pequeño y testarudo amo sonreía. Sonreía de verdad.

-¿Amo?.- Preguntó, dudidativo. Se dijo que últimamente se sentía muy humano, y eso era odioso. Casi molesto.

La sonrisa del menor se ensanchó aún más.

-La he dormido. Yo. Entre mis brazos.- Se giró para dar la cara al mayor.- ¡Sebastian, la he dormido!.

Segundos después, la habitación quedó en un incómodo silencio.

¿Desde cuando él, que no se mostraba entusiasmado ni afectuoso con nada, se alegraba tanto de haber conseguido dormir a una niña de unos meses que ahora sería algo como...?. Se negó a ponerle etiquetas.

-Debemos explicar la situación a todos, para evitar pensamientos extraños.- Volvió a hablar el conde, usando esta vez su habitual tono.

-Por supuesto, joven amo.

-Y mañana debemos ir a Londrés a preparar todas las cosas para la niña...- Cuando Sebastián se volvió para cerrar la puerta de la sala y dejar a su niño dentro, se dió cuenta de que Ciel no había dejado ni un solo segundo de admirar a esa pequeña y dulce criaturita que tanto cambiaría sus vidas.

"Esto será una locura, pero... deseo vivir esa locura".- Pensó el menor. Solo había pasado unas horas con la niña, y ahora, ni tan siquiera tenía palabras para describir todo lo que le hacía sentir.

¿Aquello era el amor?. Porque si lo era, Ciel esperaba poder sentir así mucho tiempo, porque era cálido... aunque también daba miedo.

"¿Sebastian se habrá sentido alguna vez de esta manera?.

Mientras dejaba a la niña en la cama, escondida entre almohadas, se dijo a si mismo que aquello era una total locura; Sebastian era un demonio. Esas criaturas no amaban a nadie.

"A nadie... Nunca..."

Padres por sorpresa. [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora