Capítulo 24: Recuerdos

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Itachi Uchiha

Estiré el brazo por la cama hacia el lado donde debía estar mi esposo pero no estaba. Abrí los ojos con lentitud y con mucho esfuerzo, cada día me costaba más mirar ese lado vacío de la cama. Deberíamos haber tenido un futuro alegre y feliz, debíamos haber estado juntos mucho tiempo pero no había sido así, ahora me despertaba solo y lo único que me acompañaba de mi esposo eran los recuerdos que podía tener de él y de nuestra vida junta antes de casarnos... los recuerdos de la boda y de la luna de miel antes de aquel fatídico accidente.

Con mi familia la relación era complicada. Me había mudado joven a Alemania y es que me hice ingeniero industrial, aquí me pagaban bien, tenía trabajo asegurado y tenía más salidas que en mi ciudad natal pero eso hizo que tuviera que distanciarme un poco de ellos. Mis padres lo entendieron, aquí estaba mi vida, mi trabajo, lo tenía todo ya, mi hermano no lo entendió tan bien. Se enfadó conmigo cuando me mudé, decía que le dejaba solo y la verdad... me mudé por trabajo, tampoco era una decisión personal irme tan lejos, al final... su enfado de hablar conmigo una vez a la semana pasó a una vez cada tres semanas, ahora ya hacía años que no hablábamos y no por el enfado, eso era algo del pasado. Creo que más bien era por la simple razón de que siempre estaba muy ocupado con su trabajo y hasta mis padres se quejaban de que Sasuke se había vuelto solitario, así que no se lo tenía en cuenta.

Para mi matrimonio... no invité a nadie, simplemente lo comuniqué y es que no queríamos celebrar nada, nos fuimos un día al juzgado y nos casamos con dos amigos como testigos, nada más. Era el hombre de mi vida, lo había conocido en un bar trabajando, todos los clientes trataban de ligar con él y al final... yo fui el único que consiguió el premio gordo. Conseguí que se casase conmigo.

Deidara tenía una sonrisa increíble y lo que más me alegró fue sacarlo de aquel bar en el que estuvo. Trabajaba día y noche allí y es que según me llegó a comentar, uno de los hombres del orfanato en el que estaba se agenció una gran suma de dinero por entregarle a una familia pudiente de Alemania. Años estuvo con esa familia hasta que al descubrir la verdad, decidió empezar a trabajar en aquel bar haciendo horas extra para poder pagarse un billete a Japón y tratar de encontrar a su hermano del que había sido separado. Yo le había ayudado contratando un investigador privado, pero era tan complicado dar con el paradero de su hermano...

Yo me imaginaba a su hermano un poco como veía a Deidara, un chico rubio de elegantes ojos azules, algo inocente como lo era mi esposo, esperaba que tuviera la misma sonrisa que él y que fuera tan bondadoso como lo era su hermano mayor. Quizá nunca encontraríamos a ese chico, pero no nos rendíamos.

La boda fue algo tan sencillo, los dos con nuestro elegante traje de chaqueta pero sin duda alguna... yo adoraba la sonrisa y esos ojazos de Deidara, él siempre estaba feliz y aquel día lo estuvo aún más. Casarme con él era lo mejor que pude haber deseado, nos esperaba la mejor de las vidas juntos, hasta aquel accidente.

Encendí la luz de la pequeña lámpara de la mesilla y miré con desánimo hacia el lado de la cama de Deidara. Una lágrima resbaló por mi mejilla y la sequé enseguida decidiéndome a levantarme antes de que me pusiera peor. Tenía que levantarme porque quedarme en la cama todo el día con mis recuerdos era lo peor que podía hacer. Pocas cosas me importaban ahora mismo, ni siquiera mi trabajo, iba porque tenía que ir, pero ya nada me cambiaba este humor deprimente que llevaba. Había perdido a mi esposo prácticamente al poco de casarnos. Nuestra vida comenzaba cuando me lo arrebataron y era doloroso.

En el trabajo hice mi rutina diaria, revisar las máquinas, atender a clientes, atender a los trabajadores y escuchar las quejas sobre alguna máquina que luego... me tocaba arreglar o reparar. Siempre fallaba algo en los momentos en que debías irte. Yo sólo hacía que mirar el reloj para poder salir, quería irme rápido pero no podía, debía quedarme hasta que todo se solucionase, así que aquí estaba, intentando averiguar qué le ocurría a esta dichosa máquina y los recuerdos me asaltaban una y otra vez.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Where stories live. Discover now