Pesadillas En La Realidad.

*Aveces un error puede ser el inicio de una aventura. *

La mañana siguiente, los rayos del sol reflejaron en mi rostro, hice una mueca como seña de molestia, estire mis piernas botando un cuaderno, al escuchar el rebote del cuaderno, abrí mis ojos rápidamente. - fue una pesadilla. - susurre. Al instante sentí un movimiento en el lado derecho de mi cama, me levanté rápidamente, vi a un hombre inclinado en un libro boca abajo, enseguida comenzó a mover su cabeza, al verlo grité tan fuerte que parecía romper un vaso con agua que esta situado en mi velador, tomé mi cepillo de cabello apuntando al hombre de chaqueta negra, enseguida recordé que Marcus llebaba una igual. Al escuchar mi fuerte grito, el se puso de pié, como si no pasará nada, sin embargo se veía muy nervioso.

- Qué demonios haces en mi apartamento! - grite.-

- Qué pregunta es esa, sabes lo estresado y cansado que estoy, deberías agradecerme por haberte sacado de la ridicules que hiciste ayer, y en frente de todos; no pensé que una copa de tequila te iba hacer tremenda idiotez. - Me miró con desprecio.

                 **recordatorio**

Al escuchar sus palabras, comenze hacer memoria, recordé que le entregue un presente, la felicite a Sarah, ella se veía un poco ebria, así que decidí quedarme unos minutos, y asegurar que ella este bien. Al ver que ella estaba un poco calmada, me retiré a tomar un poco de aire, al salir Marcus me tomó del brazo, me di cuenta que el me había estado esperándome, me ofreció una copa de alcohol con un limón acompañando, al principio lo rechace pero al ver que Tony estaba con el lo acepte, de hecho olvide por tres segundos que no me gustaba el alcohol, nunca había tomado, así que deje la copa nuevamente en el Mesón del Mini bar, que se ubicaba cerca de la piscina, pero Tony dijo, -" brindemos por esta increíble fiesta." Al ver su lindo rostro, sus hermosos ojos azules y su cabello rizado castaño claro flotando en el aire, perdí la cordura y tomé la copa, lo llevé a mi boca, apenas sentí ese amargo sabor lo tragué, hice varias muecas arrugando mi nariz, poco después sentí que mi mente daba un poco de vueltas, Tony se reía al ver mi reacción junto con Marcus. Mi cuerpo comenzó a calentarse, y mi mente empezó a perderse, sentí que pedí completamente la cordura.

- Scarlett te sientes bien, no me digas que es la primera vez que ingieres alcohol? - dijo Marcus burlándose.

- Yo?... Yo amó a Tony Scar! - grité.

Todos regresaron su vista hacia mi y se reían, me levanté, y me dirigía donde estaba Tony, el se alejaba con una mirada de alejate de mi ahora! mi cabeza daba vueltas, pero al seguirlo me resbale y caí en la piscina, todos se reían más y más. No sabía nadar, pedía ayuda desesperadamente, pero sólo se burlaban, al sentir que ya no podía más, sentía que era el fin, en ese momento imaginé que las personas que se encontraban en la fiesta, estaban en la carretera automovilística, todos murmuraban "que pena" , pero no ayudaban sólo criticaban, yo seguía pidiendo ayuda, alrededor mío ardía en llamas de fuego, estaban dos personas boca abajo en el suelo, no vi sus rostros pero la mujer llevaba un bebé, parecía que estaban muertos, yo estire mi mano, cerrando mis ojos, alguien me la tomó y me saco de un peso que cargaba, al abrir mis ojos desperté de aquella alusión me di cuenta que Marcus se lanzó a la piscina, me ayudó a salir, me dio su mano , me cargó, y al ver sus rostro, cerré mis ojos como si no fuera a despertar nunca mas. Es lo único que recuerdo.
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- Ya recordaste? - dijo Marcus, me miró con mucha furia.

- Losiento. - Mis lágrimas caían.

- No llores, nunca tuve que ofrecerte alcohol, es mi culpa... pero de veras amas a Tony? - me miró fijamente a mis ojos, secando mis lágrimas con sus suaves manos.

- El ahora debe odiarme, que importa si me gusta Tony o no, el jamás se fijará en mi, y menos por lo que le hice. Debe odiarme.

- Nadie había hecho lo que tu hiciste por el, tiene muchas chicas que darían la vida por el, pero tu lo hiciste en frente de cientos de personas, no te importó, fuiste muy tonta pero a la vez muy valiente. De los errores se aprenden bombón, tranquila. - Me guiño el ojo.