Capítulo 39

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— Thomas despertó, Em pero los médicos nos confirmaron que tiene una lesión muy grave no solo en el cráneo sino en su cerebro.

Su cabeza inflamada vino a mi mente cuando lo vi por primera vez.

— ¿Se encuentra estable? — Pregunté con la poca voz que me quedaba.

— Sí, pasare la tarde con él, si quieres puedes quedarte durante la noche para turnarnos con la visita.

— Estaré ahí.

Tenía enormes deseos de salir corriendo para abrazarle, para saber si era capaz de comunicarse con nosotros y contarnos que le había pasado...Pero cuando a través de un teléfono escuchas que la cabeza de tu hermano no quedo muy funcional que digamos comienzas a preguntarte si tu egoísmo es más importante que el sufrimiento que tu familiar este sintiendo.

— ¿Qué te dijo tu mamá? — Maddie se animo a romper el silencio.

— Mi hermano esta despierto, pero tiene una lesión en el cerebro y el cráneo...Tengo que ir en la noche para quedarme con él.

— Podemos acompañarte Em...

— No podrían estar en la habitación sino solo en los pasillos, Sam.

— Somos tu familia también y queremos estar para ti.

Durante la comida, pude enterarme de unas cuantas cosas, Scott estudiaba ciencias políticas, Sam estaba metida en derecho al este del país y por último Maddie había logrado entrar a estudiar artes con el mejor promedio de la generación. Todos de diferente manera habían avanzado a ser alguien distinto a los chicos que se sentaban a mi lado en la hora del almuerzo en la preparatoria y en parte les tenía envidia...Tenía que confesarlo a mí misma para vivir en paz, no les deseaba ni un solo mal, al contrario quería que la vida me permitiera seguir viéndolos progresar en todo aquello que un día eran sus sueños más anhelados... ¿Pero los míos? Hechos pedazos y empapados por una tormenta. Era imposible no sentir la frustración correr por mi ser...Yo pude ser como ellos, pude sonreír tanto como ellos lo hicieron al recibir esas oportunidades pero me quedé mucho tiempo atrás y eso me quemaba por dentro...Eran tantas las cosas que avivaban esa llama en mi interior que era imposible encontrar una salida o tan siquiera las puertas al perdón.

Sin decir nada sentí esa misma vibra por parte de Connor, ese dolor interno que arrasaba con todo, ese golpe de realidad en el cual el tiempo no se detuvo y al contrario hizo todo lo posible por dar saltos agigantados a este presente que no se parece en nada a lo que teníamos en mente para nuestros futuros.

— ¿Qué hay de ti Em?

— ¿De mí? — Traté de sonreír mientras jugaba con la comida en el plato.

— Sí — Insistió Samantha.

— Pues yo no hice mucho...Cuando vi a mi papá en Las Vegas, me ofreció entrar a trabajar con él en la agencia...Ya saben para el gobierno. — Deje de jugar con los vegetales, tome aire y los mire. — El tiempo que me ausente equivale al entrenamiento y a unas cuantas cosas que se me asignaron...Pero en el mundo laboral algunas personas piensan que solo estoy ahí por ser hija de alguien...Y sí la oportunidad se dio fácil por ello, pero hice las mismas pruebas que todos, me esforcé y entregue mi ansiedad al trabajo...Entonces estoy en eso...De hecho antes de venir estuve hospitalizada por un incidente.

Me puse de pie y descubrí mi falda larga de color negro y subí la pierna a la silla dejando ver la reciente cicatriz y como mis raspones y moretes aun se mantenían presentes.

— También tengo en la cabeza una herida pero no se nota por mi cabello — Busqué con mis dedos la zona exacta y corrí los mechones que cubrían mi zona rapada.

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