Capítulo 8

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Terminé vistiendo un una suéter de lana y mi café hecho en casa mientras desayunaba con los chicos en la cafetería.

Maddie nos mostraba como se rompió el labio en la piscina y Samantha tenía moretes tras haber tropezado con ella en un intento de clavado, normalmente desayunaba sola o antes de irme a clases, pero el rumor del golpe que fue grabado en algunos teléfonos de sus alcoholizados dueños llego a mis oídos por el propio Scott, Connor y yo no resistimos a la tentación de un chisme completo recién horneado.

Además, tras nuestra ida al parecer terminaron haciendo fogata y comiendo lo que encontraran a su paso para no vomitar la casa, pues la hora límite de la fiesta se había pasado y no querían policías molestos preguntando por menores alcoholizados.

— No pensamos que yo resbalaría.

— Se suponía que Samantha y yo brincaríamos al mismo tiempo para saltar, pero en vez de eso fue algo trágico.

— ¿No tienes nada roto? —Le pregunté.

— No —Comentó — Según mi dentista solo me lastime mucho la encía, pero no se aflojaron mis dientes o algo así.

—Que se rompieran algo sería demasiado trágico.

—En especial porque no nos dolía nada tras el golpe —Samantha vio el video de nuevo. —Es realmente un milagro que Maddie no ocupe rinoplastia o una nueva dentadura.

Me distraje un momento viendo a Connor quién lucía más atento a verme a mí.

— ¿Qué piensas?

— En que tenemos pocas respuestas, al menos para mi gusto.

— Mamá llegó hasta hoy en la mañana —Le comenté.

— ¿Devolviste las fotografías a su sitio, ¿verdad? —Me preguntó.

— Por supuesto.

— ¿De qué hablan? —Scott me miró junto con las chicas.

— Investigábamos la familia de Em, es todo. —Comentó Connor.

— ¿Cómo diablos son tan cercanos en pocos días? —Samantha nos miró atenta.

— Básicamente yo ya viví aquí —Connor los miró a los chicos. — Me mude has muchos años, pero nos conocimos cuando éramos niños.

— ¿Y qué encontraron de su investigación? —Maddie dejo su teléfono de lado.

— Em tiene descendencia brasileña y Suiza.

— ¡Caray, nena! Eso explica tanto encanto. —Scott me miró sonriendo.

Le di un codazo y él comenzó a reír.

— Vamos, solo fue un cumplido.

— La cosa es que pasaron un fin de semana muy ocupados. —Maddie me sonrió.

— La cosa es que eso hacen los amigos que llevaban mucho tiempo sin verse — Respondí. — Además Connor es otra persona y necesito volver a conocer a mi mejor amigo de infancia.

La campana sonó.

— Se nos acabó el chisme, es decir el desayuno. —Murmuró Scott.

— ¿Es teatro cierto? —Maddie se levantó mientras guardaba una botella en su mochila.

— Sí, pero hoy es ver algunas diapositivas.

— Es momento de mi siesta de belleza —Samantha se acomodó el abrigo.

— Siéntate tras de mí, yo te cubro. —Scott comentó negando.

— ¿No hay obras? —Pregunté.

— Hoy no piensan en ningún libreto, o al menos no esta semana.

— Eso espero.

— ¿Teatro? —Preguntó Connor.

— Más vale que no te duermas —Maddie le dio unas palmaditas en la espalda. —Probablemente la atención se tornará en ti.

Al entrar al anfiteatro Samantha y yo nos fuimos tras Maddie y Scott, no dormiría hoy, pero definitivamente sino había obra, no había motivo de mi atención, o quizá alguna información de actuación no sería útil. Además de que la maestra no le tomo mucha importancia a ninguno de nosotros antes de iniciar la clase gracias a que interrogó a Connor.

"No tengo ni idea de que tantas obras he hecho en mi vida, pero las que mencione no le parecieron suficientes a la profesora. "

"Es algo exigente. "—Le respondí.

C: "Anoche estuve pensando en algo mientras veía el techo antes de dormir."

"¿Qué cosa? "

C: "¿Qué tal si ese oficial de policía miente?"

"Oh no, no iré de nuevo a que me observen en esa oficina."

C: "No, pero queremos hacer algo lindo para darle final a la historia de tus padres."

"Sí, pero prometí no quebrantar emocionalmente a mi madre de nuevo. "

C: "Sé que te da miedo que todo salga mal, a mí también"

"También somos amigos, tenemos que recuperar el tiempo perdido y quitarme esta sensación de que eres nuevo en mi vida. Porque no lo eres."

C: No puedo negarte la razón.

Volviendo a casa Connor decidido iniciar una conversación con respecto a mi padre tras un par de horas de haberlo dejado de lado en las clases de teatro.

— Sé que sonare molesto, pero quería saber ¿Qué sabes tú de tu padre? Lo que no es tan obvio.

— Bueno, cuando papá desapareció, mi madre entró en una profunda depresión y mi abuela le dio un sentido a su vida...O algo así. Mi madre tenía un mes de embarazo cuando mi padre desapareció y Thomas 1 año y medio creo. Mi madre pasaba llorando y lamentando la muerte de mi padre. Mi abuela noto todos los síntomas de ella, aparte de su terrible depresión y se dio cuenta que estaba embarazada.

— ¿Y luego?

— Ella fue quien la llevo al médico para que supiera de mí existencia. También fue a algo de terapia.

Es difícil crecer sin un padre aún más cuando él falleció o te abandono porque sencillamente sabes que no lo volverás a ver. Con un divorcio mayoritariamente lo vez, aunque sea un rato, yo daría mi vida por ese rato, a lo mejor para saber como era él, no por la enorme necesidad de tenerlo cerca.

Fue difícil, aún es difícil, ya saben, tenerlo en fotografías, pero no en una que esté contigo y hablando de eso. Admiró mucho a mi madre, porque supo cómo explicarnos que pasó con papá y cómo llevar el dolor: "Que él estaba muerto y jamás volvería"

Connor y yo seguimos con nuestra vida normal de estudiantes, al menos por unas semanas, sin ningún eufórico momento como Maddie y Samantha al borde de necesitar paramédicos, el baile de mi promoción estaba cerca y aunque no tenía pensado ir consideraba que no sería mala idea, quizá podría disfrutar un último baile con mi mejor amigo. Aunque le prometí a Scott ir con él hace un par de meses no perderé la oportunidad de disfrutar la fiesta con él.

Fui al centro comercial y comencé mi implacable búsqueda por el vestido. Encontré uno pegado al cuerpo, largo, tenía el típico escote de corazón, con pequeños diamantes plateados, caminé hacia los vestidores y me lo probé.

Se veía genial y me sentía tan feliz con el puesto, sin pensarlo lo compré. El resto de la tarde busque los zapatos y otros pequeños detalles.

Caminaba por tiendas, entre telas de colores, entre accesorios y lo que amaba de ser tan femenina, sola y no podía sentirme más feliz por ello, porque me hacía tomar las mejores decisiones con respecto a mi estilo y mi autoestima y quizá también me daba mucha fortaleza, el aprender a danzar con mi soledad en las cosas más simples.



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