Cap 4

508 40 30
                                    

********************

PERDÓOOOOOOOON. Sé que las abandoné el jueves, pero ya subo este cap;u; Estuve un poco ocupada este tiempo y no pude subir el cap ajfka ahora, disfruten 7u7r

********************

-Puta Jaime, no estés así po, sabes que me molesta.

-Bacan po, enójate, no me importa. – Sí, como pueden ver, Jorge ha estado intentando sacarme el enojo todo este rato. ¡Lleva casi una hora! No se aburre ni se rinde, ¡Y eso me molesta más! No quiero decirle el motivo de mi enojo, ni tampoco espero hablarle este día. Además, ¿Por qué quiere que lo "perdone"? Si porque yo este enojado, no significa que tenga que andar en el recreo solo; Tiene a las chicas, sí.

-No me trates así po, me da de las penitas~. –Dijo él con un tono de voz agudo, fingiendo llanto. De pronto se acercó a mí y me abrazó, poniéndose demasiado cerca, muy, muy cerca de mi cara. Está... muy cerca de mi... mucho para mi gusto. ¡Hasta podía sentir su respiración en mi cuello! Uhg... que incómodo; Sí claro Jaime, como si no te gustara que este así... Espera, ¿Qué? ¡No-Me-Gusta! ¡Estoy incómodo y pun-to!

-S-sale po weón... -Dije nervioso, ¿A quién no le pondría así el que una persona te respire en el cuello?

-Nop, hasta que me perdones, por lo que sea que hice~

-Aahg, no me queda de otra.

-¿Me perdonas?

-No, te voy a ignorar.

-Mhm, malo.

Y así fue, lo ignoré como pude toda la clase, ¡Fue muy incómodo! Además que después se quedó dormido en mi hombro y las dos chicas que siempre nos ven comenzaron a hablar, reírse y mirarnos; Y escribían en una hoja alguna cosa, ¿Estarán escribiendo sobre lo que estamos haciendo?

-Bueno chicos, arreglen sus cosas. Ya pueden salir a recreo.- Dijo nuestro profesor. Já, estaba tan perdido en mis pensamientos que ni siquiera me di cuenta que había sonado el timbre. Miré hacia un lado y Jorge aún dormía, pero como aún estaba "Enojado" con él, decidí no despertarlo y solo levantarme de mi asiento, haciendo que cayera.

-¡Ay! –Gritó el, al darse con la silla en la cara. Yo reí y después todo el curso lo hizo, él sólo me miro con una cara de "Te voy a matar".

Después de eso, salimos a recreo. Como no vi a Diego en la salida y no quería ir a buscarlo, preferí quedarme en una esquina de ahí.

-Me-las-vas-a-pagar. –Dijo Jorge, de un segundo a otro estaba frente a mí y me tenía acorralado, genial.

-No te hice nada yo, tú te caíste.- Dije y saqué mi celular, para ignorarlo.

-No, tú no me vas a ignorar.- Y comenzó a hacerme cosquillas. Mierda, mierda, mierda. Él era el único que sabía que mi punto débil eran las cosquillas, y que el punto exacto era el abdomen.

-N-no, ¡Dejame! ¡No! ¡S-sale! –Uhg, estaba comenzando a convulsionar y a pegarle a todo, bien, voy bien... creo. Pero es muy difícil contener la risa, y mis piernas tiemblan, te odio Jorge.

-Nop. -¿En serio no podía decir nada más? Como sea, preferí tratar de aguantar la risa, porque cuando me hacen cosquillas me da una risa de foca y, ugh, no gracias. Pero él seguía haciéndome cosquillas y no puedo estar en pie, a menos que me ría... Me voy a tener que tirar al piso, como un estúpido trapeador. Sí, seré Jaime el trapeador.

Me tiré al piso, pero no salió como lo esperaba. Todo lo contrario.

-¡Cuidado weón! – Dijo un niño de sexto, creo. Que pasó con una pelota de papel y empujó a Jorge cuando yo estaba en el piso. Y... cayó sobre mí, perfecto, lo que faltaba.

-E-eh... Perdón... - Dijo el recién nombrado y empezó a levantarse, pero antes de que pudiera hacerlo...

-¡Chicos! ¡Miren! ¡Rumitaaaaaa!

¡No, no, no, no, no y No!

Sentí como el peso de unos cuatro o más tipos caía sobre nosotros, y para colmo empujaron a Jorge hacia abajo y... ¡Bum! Juntamos nuestros labios. Claro que al cabo de unos segundos se salieron de encima y nosotros nos separamos rápidamente. Y cuando tuve la mínima posibilidad de escapar, lo hice. Corrí escaleras abajo para ir al baño, o el patio, o la biblioteca, o una tumba.

-¡Jaime! ¡Espera! –Gritó Jorge, pero hice caso omiso, no quería verlo a la cara... aún.

Puta que queda lejos todo, y eso que estoy corriendo. Ahora es el momento en que paso en el pasillo de los octavos, donde todos, pero todos me conocen.

-Oye Jaime ven para acá po

-¿Por qué vai tan rápido hermanito?

Esos eran algunas de las cosas que me decían cada vez que pasaba, más o menos. Además de otro comentario de una chica que dijo "Oye Jaime le gustas a la Cata!". Y bueno, la Cata me cae como las pelotas.

Continué con mi carrera hacia el baño, y cuando llegue sólo me encerré en un cubículo y me quedé ahí. Quería llorar, pero no sabía por qué, también quería reír e ir y abrazar a Jorge por la espalda. Estaba completamente perdido en mis pensamientos y más con lo que había pasado. ¿Y si me lanzo de la escalera para no venir a clases en un mes o más?

-¿Jaime? ¡Jaime!

Ugh no, hablando del rey de roma.

-¡Jaime abre! ¡sé que estás ahí!

-Estimado cliente, lamentamos informarle que este teléfono se encuentra actualmente inhabilitado.

-Ni que fueras operadora de movistar, ya, ahora abre o te hago cosquillas de nuevo.

Y ese fue el momento en que me rendí. Saqué el pestillo y abrí la puerta, y Jorge, extrañamente me miró asombrado.

-¿Estás llorando?

-¿Ah? -¿Qué? ¿Cómo que llorando? Toqué mis mejillas, y claramente estaban húmedas. ¿Cuándo fue que comencé a llorar? –Oh, no es nada, tranquilo.- Dije secando mis lágrimas con mi manga, para después salir del baño con Jorge caminando detrás.

-Y... Jaime, quiero decirte algo... -Dijo él mirando hacia el suelo y poniendo sus manos en sus bolsillos.

-¿Qué pasa? –Dije mirando hacia atrás, nervioso y avergonzado.

-Tú...

-¿Yo qué?

-Jaime, tú me...

*****************

Hasta acá! ¿Quién sabe lo que pasará? Ggg bai, hasta otro cap mis beibes.

******************


Eres mío. {Fanfic chilensis, Yaoi} [EN EDICIÓN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora