Sasuke se marchó de la habitación con rapidez metiéndose en el baño a cambiarse. Mentiría si no dijera que le había mirado el trasero desnudo cuando iba hacia el baño, pero es que a él no parecía importarle que le viera desnudo, no como a mí, que me importaba. Realmente había estado con otro chico, no fue la mejor experiencia de mi vida precisamente y no quería contárselo a Sasuke. Tampoco sabía cómo había sido mi experiencia con él porque no lo recordaba. No podía decirle algo así.

Me quedé allí en el suelo tapado con la sábana y lo único que me atreví a hacer... fue abrir la gorda cortina para ver el día qué hacía. Parecía que iba a llover en cualquier momento, todo estaba nublado y cuando Sasuke salió de la ducha ya arreglado y vestido me comentó que se bajaba a desayunar, que no tardase mucho.

Esperé hasta que la puerta se cerró por completo y salí corriendo al baño a ducharme. El agua me vino muy bien pero aún así mi cabeza no dejaba de dar vueltas a lo sucedido. No me acordaba de mucho pero supongo que era posible que hubiera querido estar con Sasuke, llevaba ya unos días que no podía resistirme a dejarme besar, que no podía aguantar las ganas de besarle.

En la mesa para el desayuno estaban todos y Gaara hasta me saludó bien, algo que me sorprendió, parecía que empezaba poco a poco a llevarse mejor conmigo. Me había guardado un sitio a su lado y me senté. Lo agradecí porque casi prefería estar al lado de Gaara antes que al lado de Sasuke.

Anko decidió que podíamos ir al pueblo de compras y así de paso lo veía, aún no habíamos salido prácticamente por las cercanías, habíamos estado siempre en esta isla en la casa de sus abuelos o en las atracciones de hielo que estaban a una hora de aquí. Me gustó la idea de poder ver el pueblo y salimos con la barca hacia allí en cuanto terminamos.

Fuimos todos excepto Fugaku y Madara que tenían cosas que hacer, supongo que trabajo porque los dos eran iguales. Sasuke y yo no nos miramos en todo el trayecto o al menos... no fijamente, cuando él miraba yo giraba la cabeza y cuando yo miraba él se hacía el distraído y miraba hacia otro lado. Creo que esto nos había afectado a los dos, no estaba en nuestros planes llegar tan lejos, no al menos hasta el sexo. Suponíamos que algún beso para fingir pero nada más. ¿Qué íbamos a hacer ahora? Yo ni siquiera me atrevía a mirar a Sasuke.

Llegamos al pueblo y nos repartimos todos por él. Anko dijo que tenía que comprar algo de comida para la casa y Mikoto con una sonrisa decidió ir para ayudarla a traer bolsas y lo que necesitase. Se fueron hablando muy animadamente y nos quedamos allí Sasuke y yo mirándonos fijamente.

- ¿Podemos ir a montar allí? – me preguntó Kiba señalando una de esas máquinas que metías una moneda para que funcionase.

- Yo te llevaré – dijo Sasuke enseguida marchándose con Kiba cogido de la mano.

- Yo... iré a dar una vuelta – le dije marchándome en dirección contraria mientras Gaara, Kankuro y Temari se quedaban con la boca abierta sin entender qué nos ocurría.

Empecé a caminar hasta que llegué a una plaza con una fuente en el centro. Me senté en el borde y miré el agua caer hasta que una mano en mi hombro me sorprendió. Al girarme me encontré con Temari.

- ¿Puedo sentarme?

- Si, claro – le dije sonriendo.

- ¿Qué os pasa que estáis tan raros? – me preguntó – y a mí no me digas que nada. Yo te conté lo del chico que me gustaba, así que ahora te toca – me dijo sonriendo y yo sonreí.

- Me gusta tu primo – le dije y ella sonrió.

- Eso ya lo sé, sino no estaríais saliendo juntos – ahí me vi un poco pillado, era cierto que ellos no sabían lo del trato.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Место, где живут истории. Откройте их для себя