25.

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-¿Qué estás diciendo?- me preguntó atónito, su respiración se convirtió en una artificial, se veía que no podía creer lo que yo le estaba diciendo. Le miré con deseo, tengo un plan, ja, lo que le espera.-sueltenla -demandó, se le veía emocionado, pobre, no sabe lo que viene.

Me soltaron, no me podía parar, tengo las estacas. Miré a uno como diciéndole "estúpido, quitamelas", y como leyendo mis pensamientos me las quitó con cuidado, sabía que él me temía, lo veía en sus ojos. Me traté de parar y lo logré, ya que ahora no me drenaron, caminé hasta la puerta y salí como perro por mi casa.

-prometeme algo- me volteé hacia el, me miró con atención, logré ver como había una erección cubierta por sus pantalones. -dejarás a Borya en paz y lo dejarás ir.-miró hacia arriba pensando, parecía un niñito, asintió.

-si, lo haré, ahora vamos- se acercó a mi y me cargó como los recién - casados, ¿qué está haciendo?, puedo caminar, ¡que me baje!, me siento incomoda siendo tocada por él, ugh, pero tengo que seguir mi plan, así no va a poder ser exitoso, sin dejar quejarme bien subió hasta una habitación. Era muy bonita y acogedora, me bajó, Dios, hace días que no veo una cama, me abrazó por detrás,  hice cara de asco, aunque no me estaba viendo.

Me aparté.

-no me he bañado en días, ni cepillado los dientes, ¿qué tal si me aseo y después...-no me dejó terminar, me besó, asco, guacala, iu, ¡UN ANCIANO ME BESA!, ¡AYUDA!.

Piensa maldita, piensa, tengo un plan, hay que seguirlo, con mucho dolor y sufrimiento le devolví el beso, me abrazó y me estrechó contra su vibrante cuerpo, ay Astrid, en vez de bañarte con jabón, cloro para ti por favor.

Me separé bruscamente pero lo hice de forma sensual, sus ojos estaban oscuros, lo empujé encima de la cama y sin perder tiempo comencé mi plan. Acaricié su cabello y restregué mi pelvis contra su erección, mis sentidos de placer se bloquearon, esta reliquia no me excita, le tengo asco, pero todo tiene que resultar como planeé y si no hago esto, todo se va a la mierda y no valió la pena el sacrificio de besarme a una momia.

Cerró sus ojos y me agarró las nalgas, ay Dios mío, controlame, no quiero retroceder el plan, pero esto me esta dando asco, como cuando estás comiendo y te hablan de mierda. Nauseas también.

-siempre quise agarrarte el trasero- sonrió travieso, busquenme un retrete, voy a vomitar, sonreí bajando desde sus labios sin tocarlos, hasta su cuello, saqué mis colmillos disimuladamente. Y soplé sobre su cuello, haciendo que se le erizara la piel. Sin cuidado como un perro con rabia clavé mis colmillos en su cuello, gritó de sorpresa, pero luego se relajó y empezo a gemir, cosa que me asqueaba pero su sangre, no sabía igual que la de Isaac, pero sabía buena, no rica, ni deliciosa, buena.

Pero no dejaba de ser sangre, me aferré a su cuerpo, bebía y bebía sin parar, este era mi plan, dejarlo sin sangre en el cuerpo tal y como él me lo hizo a mi, mis ojos estaban rojos.

-ya, me estoy sintiendo débil- dijo entre gemidos, lo ignoré, seguí bebiendo mi bebida favorita, casi atragantandome. De pronto la puerta se abrió golpeando la pared, levanté la cabeza, Stephanie estaba ahí, sonreí maliciosa, dejé inmovible al papá de Isaac. De un solo movimiento podría matarlo, pero no sería divertido así, quiero torturar a la maldita de Stephanie también. La miré, miró al cuerpo vivo pero inerte del tipo en la cama, durará un poco en recuperar la sangre que le quité. Coja gusto maldito.

-mira lo que hiciste- gruñó, sonreí maliciosa.

-ups- no le dí tiempo a ni siquiera a responderme, me abalancé hacia ella, logré golpearla y ella también a mi, pero para su mala suerte estaba golpeando concreto vacío, mi piel se volvió mucho mas fuerte, parecia hierro, le sonreí, ella se había lastimado la mano, dí una patada en su cara, salió volando y se golpeó la cabeza con la pared, quedando inconciente, iba directo a ella a matarla, pero muchos hombres entraron, al ver el gran desastre que provoqué, corrieron hacia mi, no sé ni como lo hice, solo sé que partí cabezas, desgarré extremidades, quité las mismas, una película de Saw, me estaba vengando de todo lo que hicieron conmigo, me torturaban, me golpeaban, lastimaban mi ego y mi orgullo, me dejaban dormir con las ratas en la parte trasera del hotel, sin cobija o siquiera un cartón grande para evitar que mi piel tocara más de la fría nieve. Me dejaron sin sangre, sin alimento, ¡tienen que pagar!. Maté a muchos, a otro los dejé inconcientes pero con un buen rasguño en su cuello, donde les quité mucha sangre.

Mi mente viajó hacia donde tenían a Borya, quería terminar de asesinar a esos dos malditos, pero puede ser tarde para Borya ya.

Corrí hacia el sótano, en menos de dos segundos ya estaba allá, a Borya le tenían tentado delante de sus ojos una navaja, que si la movían, podían rasgarle un ojo.

-te va a ir muy mal si lo haces perro- me miró. ¡Milo!, se le cayó la navaja, me miró asustado. Sonreí entrando y quitandole las cadenas de un solo golpe mio.

-lo siento, me lo ordenaron, no sabía que eras tú, lo siento mucho- lo miré y asentí, él no tiene la culpa, está bajo la dictadura de un inmaduro idiota.

Agarré del brazo a Borya.- nos vemos Milo.

Asintió y subimos rápidamente, recogí unas llaves, no voy a andar casi desnuda y con sangre en la ropa, caminamos libremente, todos los lobos estaban casi muertos o muertos, para que ahora tengan una maldita razón para odiarnos, para buscarnos y matarnos, yo los enfrentaría con mucho orgullo de esa manera, porqué sé que fue por algo que en realidad hice.

Le dí al botón que tenía un candadito abierto y las luces y una alarma se hicieron presente, caminé hacia el auto y entré, Borya entro al copiloto y sin dudar mucho, encendí el auto y me fui, no sabía ni para donde iba, solo sé que quiero estar lo mas lejos posible de esos lobos.

Miré mi ropa, tengo que bañarme, ¿qué hago?, el tanque está lleno, puedo llegar hasta un pueblo, conseguir ropa gratis y conseguir dinero, robandolo.

Conducía, tenemos que ir a la cuidad de menos gente, Rostov del Don.

Vi el cartel de bienvenida, Que decia el nombre en Ruso, y decia la poblacion, con un porcentaje de 632,140 personas, muchas aun, pero esa es la menor cifra que he visto, y no estoy para manejar mas. Entre a la cuidad, es invierno, todo el mundo esta en sus casas, y pocos transeuntes divagan en las calles, vi una tienda, observe una vestimenta en el maniqui, ja, ese sera mio.

-¿Qué vas a hacer?, ¿robarlo?- miré a Borya.

-¿tenemos dinero?- pregunté obvia.

-si tiene razón, hazlo- sonreí y bajé a toda velocidad, entré y le quité la ropa al maniquí, rápidamente, salí y me monté con la ropa en la mano. Ah, con unas bragas que ví y unas botas adicionales.

Empecé a manejar, mientras veía a la mujer con el rostro horrorizado, nos fuimos a un hotel, nos parqueamos y nos subimos por atrás, por las escaleras de emergencias, logré romper la cerradura de la ventana y entramos, yo me bañé, Borya también lo hizo y se puso la misma ropa, me coloqué la ropa y salimos del hotel.

Planeaba buscar un aeropuerto y escabullirme con Borya y así lo hicimos, fue un poco complicado, pero lo hicimos, viajamos donde iban las maletas de todos, entraba un poco de oxígeno y con eso sobrevivió Borya varias horas.

Fuimos a Londres y puse a Borya en mi espalda.

-cierra los ojos- me obedeció, duré varios minutos bien largos para llegar, pero llegué. La casa donde vivía, deben de estar aquí, sino, me muero.

Esperen. No me he detenido a pensar, ellos no me han buscado, ya me hubieran encontrado hace mucho, ¿qué hago aquí?, apuesto que Isaac no movió ni un solo dedo, duré varios días encerrada y nadie me fue a rescatar. Miré a Borya, me miró.

-¿qué te pasa?- negué con la cabeza, estaba confundida. Me iba a dar la vuelta, pero la voz de Isaac se oyó. Si me estuvieran buscando, estuvieran en Rusia, no en londres. Maldito.

##

Uy, ¿creen que Astrid está en lo correcto?, por un lado yo pienso que si. Digan su opinión.

Mi MATE es una VampiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora