Capítulo ocho: Internado segunda parte.

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Al llegar al comedor vi que era extremada mente grande.

Realmente se podía hacer una gran fiesta allí.

Había mucha comida  y Marvin  me hizo un gesto para que empiece a comer lo que desee y no podía no probar cada plato que veía.

No hay que desperdiciar la comida aparte, la próxima ves que viniera ya sabría que es lo mas rico. Me senté en una de las mesas mas cerca que había y me puse a comer de todo como una chanchita. Marvin me miraba como si algo en mi cerebro estuviese mal. *cara de pánico *...

—Ven señorito Marvin, siéntese conmigo —hablé con la barbilla en alto  él, sorprendido con mi comentario, negó con la cabeza.

—¡Anda Marvin no seas duro! Nadie más que yo esta acá... ¿Ya comiste? —Lose, lose soy muy metida. 

—No señorita Mérida, no he comido.

—¿A qué esperas entonces? ¡siéntate!, toma —le pasé uno de mis tantos platos de comida.

—¡Si! Marvin 0 Mérida 1 —exclame mientras se sentaba.

Marvin me miró y dejó escapar una risilla.

—¿Y qué tal esta Marvin?

—Muy bueno señorita Mérida y ¿Lo suyo?

—Genial Señorito Marvin.

Marvin, podría decirse, que a pesar de tener unos...

—Marvin ¿Cuántos años tienes?,  digo por que eres joven y actúas como todo un señor viejo de la prehistoria.

—Tengo 25 Señorita Mérida.

—Ya deja eso de señorita, solo sos nueve años mas grande. No es que tanto.

Como les decía Marvin, podría decirse, que a pesar de tener unos 25 años fue mi primer amigo en el internado, ya que, durante el almuerzo charlamos bastante y abandono eso de señorita.

—Marvin, ¿qué cargo se supone que cumplís en el internado?

—Yo hago un poco de todo, digamos que tengo las llaves de cada cuarto que hay en este internado y también ayudo a los alumnos cuando se pierden.  A veces dirijo la limpieza, y soy como el secretario del director, ya que el director confía mucho en mi.

—¿Y no te cansa hacer tanto? y ¿qué te llamen? *imitando campanilla* ¡Marvin! —reí.

—Si —rió —la verdad que da un poco de vergüenza pero, no lo imagino de otro modo.

(...)

Hoy, ya es jueves, con Marvin hablábamos desde que me despertaba hasta que me iba a dormir. Lo ayudaba con su trabajo y nos habíamos vuelto muy amigos verdaderamente, él me traía el desayuno a la cama, para despertarme, y en una des esas tantas charlas confeso que era el hijo del director, y que por eso tenia tantos encargos sobre él.

Ya era de sospechar, ¿Quién deja que lo llamen de esa manera tan cómica?

—¿Marvin?

—¿Mmh? ¿qué pasa Mérida?

—¿Dónde esta la pileta? —pregunté y desvié la mirada a mis pies.

—¿Para qué quieres saber? Mi padre ya me dijo que no puedes ni acercarte al agua por que no sabes nadar —me miró confundido.

—Solo tenia curiosidad —lo miré y sonreí.

(...)

Marvin, obviamente, dijo que no me diría por que no quería ser el causante de que muera ahogada.

¿Cómo iba a morir ahogada si respiro bajo el agua?, aunque por obvias razones él no sabia ese pequeño detalle. Igual eso no iba a detenerme .

Al anochecer, después de cenar con Marvin y despedirnos en la puerta de mi habitación, me propuse encontrar esa pileta. La iba a encontrar a como de lugar, ya no aguantaba necesitaba nadar por al menos un minuto.

Después de dos horas literal, intentando entender el maldito mapa de la escuela, puede descifrar donde estaba la pileta.

12:00 p.m

Salí muy silenciosamente de la habitación y baje hasta el primer piso, que se supone que por ahí estaba la pileta. Había un cuarto que ni  me daba una idea de lo que era y a unos metros estaba la hermosa pileta, si era muy hermosa, demasiado y era enorme, muy enorme. Por suerte la pileta no tenia puerta con llave solo era una puerta de plástico corrediza. Mis ojos empezaron a billar, y pude notarlo, ya que todo estaba en oscuridad, me pare cerca de ella y de repente alguien gritó.

—¿Quién está ahí?

—Oh dios mio —del susto me caí al agua y peque un pequeño grito.

Nade lo mas nade lo mas profundo que pude y lo mas rápido que me daban mis... aletas. No había más de 10 metros de profundidad y en la aparte profunda.

Mérida, dios ¿quién te mando a que te metas a la pileta?, ¿quién te mando a venir?, se acabo todo, por que seguro escucharon el ruido que hiciste al caer. Si solo te hubieras ido a dormir todo estaría bien. ¡Descubrirán que soy un fenómeno! ya me imagino siendo diseccionada para investigación.


Corregido el 18/02/2019

MI PRIMER AMOR |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora