Capítulo seis: ¿Qué soy?

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—Más de lo que tu crees, ahora ¿vas a escuchar?

—Si, pero ve al grano —suspiré cansada.

—Tu padre es un tritón —ya saben es el masculino de sirena.

—¿Qué? ¡Qué! ¿Cómo es posible? por eso ahora yo soy un bicho raro —grité enfurecida.

—No eres un bicho raro, solo eres mitad sirena —se acercó e intentó calmarme —¿Qué fue lo que te pasó hoy?

—Ya te dije, me salió una aleta.

—¿Nada más? —enarcó mi ceja y señalo mi cabello.

—Si me creció el cabello y según Ryan mis ojos eran turquesa brillante —acaricié mi cabello —¡Ah! y el tatuaje que ya mencione —le mostré mi muñeca. —¿Qué raro? antes juro que brillaba.

—¿Ryan te vió siendo sirena? —frunció el entre cejo.

—No ¡Por supuesto que no! Ni tiene idea. No se como pero de un momento a otro comencé a brillar nuevamente y mis piernas reaparecieron.

—Si alguna vez, crees necesario contarle esto a alguien debes asegurarte que no va a ventilarlo por el mundo —suspiró —vas a tener que tener mucho cuidado. No puedes volcarte agua en sima, cada vez que tus piernas o pies se mojen te saldrá aquella aleta. Se que es mucho pedir que seas cuidadosa, pero al menos inténtalo. Tu tatuaje brillará cada vez que estés transformada y tus ojos cambiarán de color cada que estés cerca del agua o tengas el deseo de estar en ella. Eso es todo lo que se.

—¿Por qué una corona? —pregunte desentendida, creo que sería mas normal un pez o escamas. 

—Es una corona por que perteneces a la realeza —habló con suavidad mientras acariciaba mi cabello dándome paz.

Asentí confundida, pero ya no quería hablar del tema.

—Iré a bañarme y luego a dormir —suspiré.

—Descansa ¡Acuérdate de acostarte en la bañera  o caerás!

—¿Qué si me baño también? —me quejé indignada.

—Mérida ¿no me prestas atención? Te dije que cada ves que te mojes y cuando te bañas te mojas.

Asentí y me fui.

(...)

Tomaré el tiempo así veo cuanto tardo en transformarme.

Entré a la bañera, puse el cronometro y abrí el agua.

1...2...3...4...5...6...7...8...9...10...11...12

Solo doce segundos y ya empiezo a brillar, ojala desapareciera así de rápido también.

¿Que haré en el internado? solo a mis padres se les ocurre un internado cuando estoy así. Si me llegaran a descubrir me muero  —suspiro —calma Mérida calma , solo date un baño y no pienses en nada mas ....

(...) 

En ese baño, noté el bello resplandor de aquel tatuaje, tomé mi espejo de mano y observe lo bello que se ven mis ojos de turquesa y mi cabellera tan larga y sedosa.

Note al salir de aquel largo baño que la cola se va cuando se seca por completo.

Me coloqué los auriculares para olvidarme de este día por un rato y me acosté.

*Al día siguiente*

Me senté en el borde de mi cama buscando mis pantuflas cuando comencé a sentirme rara.

Agua, ¡necesito tomar agua!

Salí corriendo hacia la cocina para beber una jarra entera de agua, al igual que ayer.

Subí al cuarto y me miré al espejo, y algo estaba diferente, estaba mas ¿Alta?

si señores y señoras Mérida Alex Rinser había crecido unos 4 centímetro,  después de dos años de no crecer ni uno, era todo un milagroo —Si mi segundo nombre era Alex, ya se no pega ni ahí pero bueno. gustos de mama.

Mis pechos también habían crecido, antes era una tabla y ahora eran muy acorde a mi cuerpo, no eran talle 110, pero si un 90 muy sutil.

Creó que salió algo bueno de todo esto. 

Estaba mas delgada, mi cabello había vuelto a crecer pero, esta vez tenia unos pequeños rulos en las puntas. Estaba irreconocible y ni hablar de mis ojos hermosamente turquesa, brillando.

—¿Qué? ¡Turquesa! si no me metí al mar —baje rápido la mirada a mis pies y estaban normales. 

En medio de mi crisis existencial recordé lo que me había explicado mi padre: Mis ojos cambiaban a turquesa si tenia deseos de nadar, o por que estaba cerca de agua —Si seguro son mis deseos de nadar, ya que amo nadar.

(...)

El resto de mis vacaciones fueron muy simples, obviamente no salia, nadaba en la pileta de mi casa y deseaba el mar desde la ventana de mi cuarto, cosa que hacia  que mis ojos se tornen turquesas, no volví a ver a Ryan ya que, como dije antes, no salir de mi casa.

Quedaba solo una semana para el internado, estaba muy nerviosa y mi papá tubo la brillante idea (noten mi tono sarcástico)de que vaya al internado una semana antes , osea entienden no, soy una sirena y tengo que estar pendiente de cada paso que doy para que nada malo pase y me lleva una semana antes a un lugar con gente extraña y en el que todo el mundo puede notar que soy un bicho raro. Nada estaba bien, mi personalidad había cambiado, estaba mas dócil y correcta, mi papá dijo que se debía a todo esto de ser sirena recalcó que se debía a mi sangre real y que lo mas probable, es que cause mucha impresión en las personas, ya que emanaba un aura muy diferente que el resto de las personas  —suspiro.

En fin, mi vida dentro del internado esta por comenzar. 

Corregido el 16/02/2019



MI PRIMER AMOR |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora