Capítulo cuatro: ¿¡Qué me esta pasando!?

1K 70 8
                                    

¿¡Qué!? Esto no puede estar pasando, ¿Dónde mierda están mis piernas? Mis bellas piernas de minions. 

—No —me susurré —no, no,no. No puede estar pasando esto, no, eso que tengo bajo mi abdomen son ¿Escamas? no, no con el asco que me dan los peses, resulta que ahora... debo estar soñando.

Si, el mar era algo que me encantaba, pero eso no significaba que me tenían que gustar los peces ... ¿cierto?

¿Qué es eso ? ¿Son algas? ...Aaa —estaba emocionada —que linda tortuga, no sabia que había vida tan cerca de la orilla.

Esperen, esto esta mal, ¿También puedo respirar bajo el agua?

Nadé rápido hasta la superficie y me puse a llenar mis pulmones con aire puro, al mirar hacia la playa noté que realmente me había alejado de la orilla ¿Cómo fue que me alejé tanto? y,  ¿Cómo es que no vi antes esta roca gigante?

¿Qué roca ni que roca? Querida, es una persona. Hazme un favor y ponte las gafas ...

Me comencé a acercar con sigilo mientras aprovechaba las olas para ocultarme entre su blanca espuma.

¡Era Ryan! ¿Qué hacia el mozo ese que me mando a un internado aquí? Aunque hay que admitir que sin ese traje de pingüino y con el torso desnudo tenia su belleza. —Suspire soñadora.

¿Qué es lo que estas pensando Mérida? ¡Es un chico! un chico, de esos a quienes no les importa romperte el corazón en pedasitos, para luego tirarlos al suelo y bailar sobre ellos ... contrólate aparte estas con una cola de pez. No seria para nada bueno que alguien te viese en esta situación mejor usa esa aleta y nada hacia algún lugar donde esconderte y nadie vea a un fenómeno en el mar.

Si, conciencia a veces dices cosas interesantes, e inteligentes.

Di una vista panorámica al lugar y decidí esconderme tras unas rocas —Suspiré—No puedo creer que tenga una cola llena de escamas, esto es el colmo, con lo que amo nadar y la playa me tenia que salir una aleta.

Seguramente esto me pasa por ser una loca del mar, todo esto me pasa por amarlo demasiado.

Momento de depresión...

Mi padre no va a quererme más, con seguridad no me deje ingresar a la casa, me llame fenómeno. No me dejará ni tocarlo con un palo... Si, seguro que eso va a pasar voy a terminar siendo una vagabunda sin rumbo en la vida, durmiendo bajo puentes y tapándome con algas marinas —sollozo. 

Cuando logré alcanzar las rocas me senté en una de ellas y comencé a prestar mas atención a mi cuerpo.

Mi aleta era de un celeste hermoso y podía ver como mis escamas brillaban al sol, mi cabello de antes un castaño muy oscuro pasó a ser totalmente negro y era lacio, muy lacio y estaba super largo, demasiado, era pesado.

No se como es que había cambiado tanto.

Llevé ambas manos a mi rostro para detener aquellas lagrimas que querían escapar y noté un símbolo en mi muñeca izquierda. ¿Cuándo mierda me hice un tatuaje? Era una corona y el color que poseía era idéntico al de mi aleta solo que esté estaba brillando.

Pasaron unos minutos en lo que lo único que corría por mi mente era ¿Cómo iba a poder regresar a mi casa? pero, de un segundo a otro mi cuerpo volvió a brillar.

Puff...

¡Habían vuelto mis piernas! mis adoradas y hermosas piernas de minions.

Empecé a saltar las rocas —Volvieron, Volvieron —Gritaba mientras me dirigía a buscar mis pertenencias.

—Tengo piernas, si las tengo, ahí las veo y son mías, ya volvieron —cantaba desbordada de felicidad, cuando, me encontré con la mirada de Ryan en mi.

Tape mi boca al instante con ambas manos y mis ojos se dirigían a mis pies para asegurar que estuviesen donde deben.

¿Cómo es que te olvidaste que estaba el en la playa?, Mérida sos un tomate ¡Contrólate! Deja de mirar sus abdominales.

Él estalló en risa.

Ignorándolo volví a  mi misión anterior, recuperar mis pertenencias.

—¿Qué buscas bebe?—Plasmó una gran sonrisa llena de picardía en su rostro.

—Primer, no soy ninguna bebe.

Aunque admito que me gustaría serlo... ¡Mérida ya para! ¿Qué esta pasando con tus .." los chicos no sirven  para ser novios"? Creo que todo esto de ser una fenómeno me esta trastocando el cerebro, si debe ser ese el problema.

—¿Y segundo? —sonrió

—No hay segundo, solo era eso.

—De acuerdo hermosa, ¿Responderás a mi pregunta? —se aproximo seductor.      

—No busco nada que te interese y mi nombre es Mérida, ni bebe, ni hermosa. Mérida.

—Espera ¿Tu eres Mérida? ¿Mérida le del restauran de ayer? —Habló sorprendido.

Se que soy una persona que no llama mucho la atención, no pido que me recuerdes hasta que me muera, pero, ¡al menos recuerdame por un día! Maldito capullo ¿Qué te crees para olvidarte tan rápido de la chica a la que metiste en un internado?

—Y tu el pingüino de ayer —afirmé quitando importancia a su persona. 

Él sonrío —¿Cómo es que cambiaste tanto?   

—¿Qué dices? Siempre fui así —Claramente era una gran, gran mentira mi cabello era total mente diferente y no podía ocultarlo.

Miré hacia el mar —¡Mi tabla! —Corrí hacia la orilla del mar.

¿¡Qué haces!?  ¡Detente! No toques el agua ¿O quieres que se entere que eres un bicho raro? 

—Es cierto —Suspiré.  

—¿Qué cosa es cierto? —se acercó a mi. 

—No, no es nada —Hablé deprimida.

—¿Qué te pasa? dime

—¿Acaso no oyes? ¡Dije que nada!

—¿Es por aquella tabla? —La señaló.   

Me coloqué mis gafas y si, la tabla estaba tan cerca, tan recuperable.

Sin notarlo emití un quejido de derrota y tristeza, ya que esa tabla la tenia hace ya varios años y la perdería por ser un gran fenómeno.

—¿Por qué es que no la vas a buscar? —Me miró confundido.

—Es ... que ... no se... NADAR, si, no se nadar, así que por mas que quiera no puedo ir a buscarla —Le devolví una mirada de perrito mojado.  —Alcánzamela ¿Si? tu puedes, por fas, ¿Si?  di que si —hablé como niña caprichosa.

Ryan comenzó a reírse y a tomarse de su estomago —Yo no acepto ordenes y menos de caprichosas.

—No sigo ordenes —Lo burlé


hola hola espero que les guste y si alguien llega a hacer copia avise gracias 

Capítulo corregido el 16/02/2019

MI PRIMER AMOR |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora