12- Sintiendo algo Prohibido

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-E-etto...como no tendremos ninguna visita...y no voy a salir de la casa...no lo vi necesario...- murmuró la chica descendiendo inevitablemente la mirada por las marcas que provocaba la espalda del segundo mayor en la fina camisa.

-Are aree ~ Reiji-kun - dijo Laito volviendo a tomar cartas en el asunto al observar, con los labios apretados, la atención que la morena le brindaba al recién llegado, rodeando posesivamente sus hombros con sus brazos - ¿Acaso crees que Yumi-chan no esta adorable con su lindo camisón? - preguntó con una ladeada sonrisa observando la mirada de advertencia que le dirigía su medio hermano por encima del hombro - yo creo que esta irresistible...-murmuró con una sonrisa traviesa antes de morder de imprevisto el lóbulo de la oreja de la morena, haciendo que se le escapase un leve gemido mezclado con un grito, ante la repentina acción del castaño.

De un momento a otro Sayumi sintió como la empujaban al suelo, haciendo que parte de su cuerpo chocase contra la piedra, mientras Reiji tomó violentamente al castaño por el cuello de la camisa con ambos puños apretados.

En pocos minutos en los cuales ambos mantenían una guerra de miradas, no se escuchó más que la estridente risa de Laito, al cual se le derramaba alguna que otra lágrima por las sacudidas de su cuerpo.

-Eres un completo hipócrita, Reiji - dijo Laito manteniendo u sonrisa ladeada en el momento en que tomó de vuelta al moreno por el cuello de su camisa - Durante 16 años no te ha interesado entrar en el juego, no pienso quedarme callado cuando te apropias de algo que no es tuyo - masculló el castaño aumentando cada vez más su tono de voz.

-Eres un imbécil, Laito - escupió Reiji antes de recibir un fuerte golpe de parte del nombrado, provocando un grito sordo de parte de Sayumi, la cual se había mantenido callada, siendo ignorada por ambos que comenzaron a regalarse golpes el uno al otro, hasta que ambos acabaron rodando por el suelo, uno con los nudillos rojos, otro con un hilo de sangre descendiendo por el labio, otro con una pequeña brecha en la ceja por un mal golpe. Ambos rostros eran sombras de los golpes, y ninguno de la casa que se mantenía atento a la pelea, se molestó en entrometerse en la disputa.

-Basta...-susurro la morena hecha una pequeña mancha en el suelo de la cocina - basta...-murmuró llevándose las manos a los oídos mientras apretaba ligeramente los dientes, sin ser escuchada por ninguno - ¡Basta! - gritó sintiendo desgarrar su garganta con las pestañas ligeramente húmedas, cesando el ruido de golpe.

La morena abrió ligeramente los ojos, observando al suelo, sabiendo que ambos la estaban mirando.

-Yumi-ch...

-¡No! - gritó nuevamente antes de levantarse rápidamente para salir por la puerta de la cocina en dirección a los jardines, sintiendo el frío del suelo bajo sus pies descalzos.

-¡Sayumi! - gritó la voz de Reiji varios metros atrás, justo en el momento en que la susodicha atravesaba el límite del bosque que rozaba los jardines.

Desde algunas de las ventanas de la mansión varios pares de ojos observaban como esa morena melena desaparecía en el filo del bosque.

-¡Todo es tú culpa, maldito bastardo!

-¡Todo esto pasó por que tomaste lo que no es tuyo!

-¡Nunca has demostrado el más mínimo interés!

-¡BASTA! - gritó Shu con las manos en los bolsillos, observándolos a ambos con la barbilla alzada, y una mirada reprobadora - ¿Qué ha pasado?

-No te metas en esto - masculló Reiji apretando los dientes y desviando la mirada.

-Sayumi ha salido corriendo...estáis llenos de golpes...¿Y me dices que no me entrometa? - preguntó sarcástico alzando una ceja.

-Nunca te ha interesado encargarte de nada así que...

The Little SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora