✨💕Abrahaham entre dos amores...💕✨

✨💕sonrisas✨💕

La luz entra despacito por la ventana, apenas tocando sus rostros.
Abraham es el primero en abrir los ojos… pero no se mueve.

Betillo está acurrucado contra su pecho, respirando tranquilo.
Hollman duerme pegado a su costado derecho, una mano descansando sobre la cintura de Abraham como si temiera que se moviera.

Abraham sonríe.
Se siente tan… correcto.

Con cuidado, pasa sus dedos por el cabello de Betillo, separando un mechón que le tapa la frente.

Betillo se remueve un poco y, sin abrir los ojos, murmura:

—Cinco minutos más… pero no te sueltes.

Abraham contiene una risa suave.
Luego mira a Hollman, que todavía está dormido. Tiene las pestañas largas, la expresión tranquila… y los labios apenas entreabiertos.

Abraham le acomoda la cobija.

Hollman despierta con el toque, abre los ojos lentamente… y lo ve.

—Buenos días… —dice con una voz ronquita que le derrite.

Betillo abre los ojos también, viendo a los otros dos mirarse así de cerquita.

—¿Por qué parecen escena de película romántica sin mí? —dice con un puchero.

Abraham se ríe y los jala a los dos al mismo tiempo, enterrando su cara entre ellos.

—Los dos son mis escenas favoritas —murmura contra sus hombros.

Betillo siente mariposas.
Hollman baja la mirada, sonrojado, pero no deja de abrazarlo.

Pas pasan unos segundos así, los tres respirando pegaditos, hasta que Betillo rompe el silencio:

—Oigan… ¿y si hacemos desayuno juntos? Algo lindo, como… una cita.
—¿Una cita entre los tres? —pregunta Hollman.
—Pues sí —dice Abraham—. Si ya dormimos juntos, mínimo desayunamos juntos… ¿no?

Los tres se miran.

Hay sonrisas.
Hay nervios.
Hay algo creciendo que nadie quiere detener.

Hollman toma la mano de Abraham.
Betillo toma la otra.

—Entonces… es una cita —susurra Betillo.

Y los tres, todavía despeinados, todavía enredados, se levantan de la cama con una energía nueva, distinta… romántica.
Como si lo que pasó anoche hubiera despertado algo que ninguno está dispuesto a soltar.