-¡Es inestable! ¡Su magia es demasiado poderosa, Severus! -gritó Sirius, llevándose a su "hija" hacia un lado.

Severus se puso blanco. -¡Por Merlín! Dije que el ritual de su regreso fue arriesgado. ¡Necesita aire!

Tom Riddle reaccionó con la velocidad de un felino. Su papel como Ministro de Magia se impuso. No podía permitirse un pánico masivo en su evento.

-¡Control! ¡Aurores, desalojen el sector! ¡No es un ataque, es una inestabilidad mágica! -Tom alzó la voz, su magia envolviendo el atrio, calmando las luces-. Severus, llévate a tu... hija al despacho de emergencias. El mío. Está completamente aislado.

-Sí, Tom. Vamos, Hermione -Severus tomó el brazo de Hermione y la sacó rápidamente de la sala, con Sirius siguiéndolos, actuando como un padre aterrorizado.
La distracción estaba en marcha.

Mientras Tom estaba ocupado dirigiendo a los aurores y calmando a los invitados, Harry se deslizó hacia la escalera

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mientras Tom estaba ocupado dirigiendo a los aurores y calmando a los invitados, Harry se deslizó hacia la escalera. Sabía que el despacho principal de Tom estaba en el nivel más alto del Ministerio.

Llegó a la puerta principal del despacho, una doble puerta de roble macizo con grabados serpentinos. Harry sacó su varita.

-Alohomora -susurró. Nada.
Tom no era estúpido. Harry intentó la magia mental, la técnica que Tom le había enseñado. Cerró los ojos, visualizando la cerradura cediendo a la hebra verde de su magia. Exige.
Sintió un pequeño clic en su mente, y luego un click sutil en la cerradura. Abrió la puerta.
El despacho era cavernoso y circular, con un techo abovedado de vidrio negro. El escritorio era de ébano, y detrás de él, en un estante bajo, estaba el objeto que buscaba: el Cronómetro de Obsidiana de Gaunt.
Harry corrió hacia el estante. El reloj no estaba bajo vigilancia mágica visible, pero su sola presencia emitía un frío y una sensación de antigüedad. Lo agarró. Era pesado, más grande de lo que parecía, y al tocarlo, sintió una repentina punzada de energía en su cicatriz. No era dolor, era una conexión.

-Lo siento, Riddle. Pero esta es mi única llave.
Justo cuando Harry iba a guardar el reloj en su túnica, la puerta se abrió de golpe.

-Accio Cronómetro.
Tom Riddle estaba en el umbral, su varita apuntando a Harry, con una expresión de frialdad absoluta. El Cronómetro voló fuera de las manos de Harry y regresó a la mano de Tom, quien lo guardó sin mirar.

-Ingenuo, Harry. Demasiado predecible. La ambición sin cautela es solo estupidez.
El Desafío Final

-¿Cómo lo supiste? -preguntó Harry, con el corazón latiéndole furiosamente.

-El pánico de la señorita Granger fue admirablemente actuado, aunque esa magia descontrolada era muy real. Una distracción perfecta para cualquiera. Pero ¿crees que soy tan descuidado como para dejar la llave de la estabilidad dimensional en un sitio sin protecciones invisibles? -Tom se acercó lentamente, cerrando la puerta con un movimiento de su varita.

-¿Y qué vas a hacer, Ministro? ¿Me vas a enviar a Azkaban? -dijo Harry, apretando su varita, listo para defenderse.

Tom sonrió, pero era una sonrisa de decepción. -No. Aún no. Te he subestimado, Harry. Y eso es mi error, no el tuyo. Tu desafío era necesario.

Tom guardó su varita y se acercó al escritorio, encendiendo un fuego en la chimenea. La luz roja iluminó su rostro.

-Si realmente quieres volver a casa, Harry, tendrás que ganártelo. Y si quieres la llave, tendrás que enfrentarme de una manera que demuestre que no eres solo un niño que juega a ser héroe. Tu plan fue un intento patético.

-Dame el Cronómetro -ordenó Harry.
Tom se rio, una risa baja y seca. -No. En cambio, tienes dos opciones: Opción A: Te envío de vuelta a mi casa, continúas con tus lecciones y aprendes la disciplina que te falta. Te lo daré cuando lo merezcas. Opción B: Intentas tomarlo ahora mismo. Demuestra que tu magia rudimentaria es suficiente contra mí.
Harry miró a Tom, luego a la mano donde había desaparecido el Cronómetro. Sabía que no podía ganarle. No todavía. Su única opción era aprender.

-Acepto la Opción A -dijo Harry con una humillación palpable

-Sabia elección, Harry -dijo Tom, sus ojos rojos brillando con triunfo-. Pero a partir de ahora, la tutela termina. Comienza el Aprendizaje. Y lo primero que aprenderás es que, en mi mundo, solo yo tengo el control.


15 votos y subo el capítulo 10

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 28 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

I stay in this dimension  __TOMARRY__ Where stories live. Discover now