I stay in this dimension __TOMARRY__

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A las diez en punto, Harry bajó a la biblioteca. Había dormido mal, el miedo mezclado con la excitación ante la idea de la magia sin varita, y la rabia por ser el juguete de Tom.
Tom Riddle ya estaba en el centro de la biblioteca, no en el sillón, sino de pie junto al pedestal del Cronómetro de Gaunt. Vestía una túnica de trabajo impecable, su varita guardada discretamente.

-Llega justo a tiempo, señor Potter. La impuntualidad es la marca de la falta de respeto, y en mi casa, eso no se tolera- dijo Tom, sin mirarlo, concentrado en ajustar una esfera armilar de latón que giraba lentamente sobre un escritorio.-

-No tengo que respetar a un Ministro- murmuró Harry, cruzándose de brazos.-

Tom detuvo la esfera y, por fin, lo miró. Su expresión era de una calma absoluta y peligrosa.

-No, no tiene que respetarme. Pero si quiere volver a su mundo, tendrá que aprender a respetar el poder. Y en esta habitación, yo soy la encarnación del poder. Si no está dispuesto a aceptar la disciplina, se lo aseguro, será enviado a Azkaban.-

Harry se estremeció. Tom no estaba bromeando. Tragó saliva y se obligó a asentir.

-Bien. Primera lección: El Núcleo. Si la Magia Pura es la voluntad que da órdenes al universo, el Núcleo es el centro de ese poder.-
Tom le hizo un gesto para que se sentara en un cojín de meditación.-

-Siéntese. Cierre los ojos. Olvídese de las defensas, olvídese de su varita. Olvídese de la adrenalina. Simplemente sienta la magia que corre por sus venas.-

Harry se sentó a regañadientes. Al principio, era imposible concentrarse. Sentía el tic-tac invisible del Cronómetro de Gaunt y la presencia imponente de Tom.

-Estás tenso, Harry. Sigo sintiendo tu ansiedad como un ruido ensordecedor. Necesitas despejar la mente. Piensa en el vacío.-

Harry suspiró, intentando seguir las instrucciones. Se concentró en su interior. Normalmente, su magia se sentía como un pulso, fuerte y familiar. Pero ahora, bajo la guía silenciosa de Tom, era diferente. Podía sentir capas: la rabia, la defensa, y bajo todo eso, una fuente profunda y caliente.

-Bien. Ahora concéntrate en esa fuente, ese sol interior. Tu magia es verde, ¿no es así?
Harry abrió los ojos de golpe.-¡Cómo lo sabes!-

Tom sonrió con arrogancia, pero había una extraña chispa de interés en sus ojos.

-Su núcleo es extraordinariamente ruidoso. Puedo percibir el color de su energía. El mío es rojo, por cierto. Un rojo dominante.-

Harry se obligó a cerrar los ojos de nuevo. Saber que Tom podía "ver" su magia, su esencia más íntima, era un acto de invasión.

-Concéntrate, Harry. Ahora, quiero que tomes una sola hebra de esa energía verde, una hebra fina, y la saques. No con una orden vocal, sino con una orden mental. La quieres fuera de tu piel.-

Harry lo intentó. Pensó en la hebra. Quería moverla. Al principio no pasó nada.

-Tu intención es débil. Estás acostumbrado a que tu varita lo haga por ti. No pidas, exige. Eres un Potter. Los Potter no suplican.
El comentario de Tom, aunque hecho para manipular, golpeó la fibra de orgullo de Harry. Exige. Pensó en su madre, en la rabia contra el destino. Con ese pensamiento, sintió un tirón y una liberación.-

Cuando abrió los ojos, una fina línea de magia verde esmeralda flotaba a unos centímetros de su mano. Era puro, vibrante y silencioso.

-Impresionante- dijo Tom, genuinamente interesado-

-La mayoría de los magos tarda semanas.-

-¿Qué es esto?- preguntó Harry, mirando la hebra con fascinación.-