Capítulo 24: Un lienzo.

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— Perdonen, ¿es vuestro? Estaba en la arena.

— ¿Brenda?- inquirió su madre pero la joven enseñó el móvil que tenía en la mano.

— Vale, se le habrá caído a alguien. Lo llevaré a comisaría. Gracias.

Con eso, decidió que ya era hora de volver si quería dejar el móvil en la policía y llegar a tiempo al trabajo. Terminó de tomarse el café y depositó el vaso en una basura cerca antes de emprender camino de vuelta a casa.

— Buenos días, señor Payne. Madrugador.

Lindsay se encargaba de venir todas las mañanas y limpiar el portal, vigilar las cámaras y hacer llegar a cada vecino su correo. Era linda y siempre había dejado ver su nerviosismo cada vez que Liam rondaba cerca suya. Su pelo rubio tenía matices rojos y sus ojos eran verdes, claros y enormes. Era bajita y delgada, parecía muy poquita cosa.

— Es un bonito día. He visto delfines en la playa.- comentó llamando el ascensor.

— ¿Delfines? Vaya, me pasaré por la playa esta tarde. Quizá logro ver alguno.- titubeó y sonrió sin saber muy bien qué más decir. Y así era siempre. Rubor, vergüenza, y un Liam que ni si quiera se daba cuenta.

— La playa nunca se moverá de ahí. Espero que veas alguno. Hasta luego, Lindsay.- las puertas del ascensor se abrieron y entró con rapidez.

— A-adios, señor Payne.- dijo una vez las puertas se habían cerrado.

Una vez en su casa, dejó las cosas en la mesa de la entrada para ir a buscar lo necesario para el trabajo. Su maletín, una carpeta que hacía días debía haber devuelto y algunos expedientes que le reclamaban. Mientras se aseaba una vez más, la vibración de un móvil volvió a sonar pero estaba seguro nuevamente de que no era el suyo. Siempre lo tenía en silencio.

Salió del baño para atenderlo, quizá era el dueño llamando desde otro dispositivo para encontrarlo. Lo tomó entre sus manos y frunció el ceñó al ver la llamada. Jo. Una foto de Jocelyn haciendo una mueca se mostraba en la pantalla. Lo descolgó sin más dilación y no tuvo tiempo de decir nada puesto que la voz de la chica gritando se anticipó.

— ¡Louis Tomlinson! ¿Se puede saber dónde has pasado la noche? ¡Me dejaste hablando sola y estoy malditamente preocupada! ¡Dime algo!

— ¿Jo?

— ¿Liam? ¿Q-qué haces tú con el móvil de Louis? ¡¿Está contigo?! Oh, Dios.

— No. No, no. Jo, no está comingo. He encontrado su móvil esta mañana en la playa. ¿Cuándo fue la última vez que lo viste?

— Ayer se fue a dar una vuelta por la noche y... No te preocupes, Liam. Seguro que está por ahí desayunando, estará por llegar.- la voz de Jo titubeaba, estaba nerviosa y solo intentaba ocultarlo.

— Jo, te repito que su móvil estaba en la arena. No había casi nadie en la maldita playa. ¿Y si le ha pasado algo?

— Cállate. No digas eso. Seguro que está por venir. Encima Nicole tiene el móvil apagado y se fue esta mañana temprano, ni si quiera puedo avisarla para que lo busque.

— Te veo en el laboratorio en un rato. Si cuando salgamos no ha vuelto, nos ponemos a buscarle nosotros. Que su móvil estuviera en la arena es lo que me tiene nervioso...

Y sus palabras no ayudaban a Jo en lo absoluto. Más cuando ella sabía lo que había más allá. Sabía de los peligros que acechaban en el mar. Sabía lo idiota que podía llegar a ser Louis. Y Dios, ahora no lo sacaría de su mente en todo el día. ¿Y si esa loca lo había ahogado? ¿Y si él mismo había cometido una locura? Suspiró y asintió a la nada antes de colgar el teléfono.

Drowned. [Mermaid AU] Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora