Ethan

29 7 1
                                    

Observaba el mundo a través del cristal,
claro, brillante,
pseudo e hiriente.

Estaba harto de aquellas burlas,
los golpes que venían con ellos
y sobretodo,
harto de la misma imagen impresa en cada persona.

Ellos no tenían rostros, sólo tenían uno,
como si todos fueran el mismo prototipo vacío y falso.
Sabía bien que debajo ocultaban su verdad,
pero su miedo les impedía quitarse la máscara.

Sólo una vez vio el destello de aquella osadía.
Ella soportaba las risas con buen humor,
"Sólo son estúpidos" le oyó decir, mientras le sonreía.
Le siguió, ella tenía el secreto.

Ella le abrió los ojos.
Porque en el Mundo siempre hay excepciones,
la verdad es relativa.

Nunca estuvo solo,
existían grandes personas que solían esconderse,
con silencio, con miedo, con dureza.
¿Por qué se escondían si el verdadero fenómeno,
era aquella imagen que se expandía como un virus?

La respuesta era sencilla:
cuando creces creyendo que no eres nada,
comienzas a creerlo aunque no sea verdad.

Por eso, soportaban golpes,
risas, gritos,
la sociedad busca lanzar rocas a todo lo que brilla.

Crónicas de una mente sin sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora