-Odio esos ruidos.

-A ti Derek te gusta de verdad.

-¿Qué? ¡NO! -protestó el castaño.

-Sí, tío... no te acabas de ver la cara de niño enamorado y tonto que has puesto. -dijo Scott sonriente.

-Pff... deja de decir tonterías.

-Stiles... ¿sabes que puedo escuchar que mientes?

-El caso es que aunque me gustara de verdad, el no siente lo mismo, ¿vale? Así que no hay caso.

-¿Y qué vas a hacer? La luna llena está cerca. ¿La pasarás de nuevo con él?

-No. Quiero pasarla sólo, tranquilamente y sin peleas.

-La podemos pasar juntos.

-Claro, qué mejor idea que pasar la noche con un alfa al que intentar montar. -dijo irónicamente.

-¿Te atraigo?

-¡Tío!

-Pues si es que no, no veo el problema.

-No me quiero arriesgar, no se... no es como que tú quisieras matarme cuando lo intentabas hacer cuando perdías el control, ¿no?

-Eso es cierto.

-Pues no hay más discusión... me chutaré algún calmante y me ataré bien atado a algo sólido y pasaré la noche en paz.

-¿Crees que Derek lo permitirá? -preguntó escéptico el alfa y Stiles se dio cuenta de que tenía razón.

-Podrías cubrirme las espaldas. En serio... no creo que sobreviviera a otra noche intentando montarle. -Scott se rió a carcajadas ante el claro gesto de "me mataría" que tenía su mejor amigo.

-No me pienso meter.

-¡Scott! Eres mi mejor amigo...

-Tómatelo como un castigo por no haberme contado esto hasta ahora. Si lo logras convencer tú solito, bien. Sino... yo no me meteré.

-Traidor... -dijo levantándose de la mesa. -¿A qué hora habías quedado con Kira?

-En un rato. Vamos.

Scott se fue en su moto a buscar a Kira y Stiles decidió ir a su casa. Le apetecía tumbarse en su tejado a ver cómo caía la noche. Llegó y su padre no estaba, así que subió y tras darse una ducha, se puso unos pantalones y subió al tejado sin dificultad. Pasó un buen rato relajado mirando cómo se iba oscureciendo la tarde hasta caer la noche. Aunque estaba sin camiseta, la noche era cálida, por lo que no se molestó en ir hasta su cuarto para vestirse. Escuchó unos pasos que reconoció al instante.

-Estoy arriba, Derek.

Poco después, la figura del lobo estaba a su lado, de pie, mirándole con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Stiles lo miró relajado, palmeando a su lado para que se sentara, a lo que Derek negó con la cabeza.

-No me gustan las alturas. -dijo simplemente, bajando de nuevo hasta entrar en el cuarto del muchacho. Stiles bufó y le siguió, encontrándoselo delante de su escritorio con el papel y el boli ya preparados.

-Empiezo a pensar que esto es una tradición estúpida. -dijo garabateando ágilmente sobre el papel y tendiéndoselo más rápido de lo normal. Derek leyó y asintió tranquilo.

-¿Esto es todo? -preguntó señalando la lista, a lo que Stiles se encogió de brazos antes de tumbarse sobre la cama. Derek se acercó y se sentó en su cama, sacando unas hojas de su bolsillo trasero del pantalón, las extendió y las colocó. La curiosidad de Stiles hizo que se incorporara y mirara.

-¿Son esas las listas?

-Esas las más viejas, estas las más nuevas. -dijo señalando las fechas.

-Ah. -echó un vistazo y volvió a mirar a Derek. -No entiendo.

-Fíjate. -dijo rodando los ojos.

Stiles las escudriñó, pero negó con la cabeza de nuevo. Derek levantó la mano y le dio un capón. El joven lo miró con el ceño fruncido y él señaló de nuevo las listas con la mirada.

-A ver... -dijo cogiendo las más viejas. -Aquí solo hay nombres, que fue lo que me pediste que escribiera... Y en esas también. -dijo como conclusión, aunque entonces se dio cuenta de algo. Cogió la más nueva y la más vieja y las miró aleatoriamente.

La primera lista era mucho más larga que la última. Miró a Derek boquiabierto y volvió a mirar las listas: Jackson, Parrish, Danny, Rodríguez, O'cconor y McKent habían desaparecido. Ahora tan sólo quedaban dos nombres en la lista: Derek y Greenberg.

-Ha disminuido... mucho. -dijo sonriente.

-¿Sólo te das cuenta de eso? -preguntó Derek con una ceja alzada.

-¿Hmm? -murmuró Stiles volviendo a mirar. Su boca se abrió y miró a Derek, que se mantenía serio e inalterable.

-Greenberg estaba el primero y yo el último. Ahora Greenberg está el último. -dijo sonando tranquilo. O eso intentaba, pues Stiles escuchó un temblor nervioso en la voz del ex-alfa.

-...y ahora tú eres el primero.

Derek lo miró impasible directamente a los ojos. Stiles lo miraba con los ojos aún como platos: era sorprendente que él mismo no se hubiera dado cuenta de lo que ahora mismo Derek significaba para él. Una cosa es admitir a tu mejor amigo que Derek Hale es atractivo y que le gusta en cierto modo... de un modo físico. Otra cosa muy distinta es darte cuenta de que Derek Hale es en realidad quien más te gusta en ese preciso instante.

-Me gustas -dijo dudoso y sin pensar. Derek soltó aire fuertemente por la nariz y Stiles lo miró atónito. -¿Por qué te ríes?

-¿Y tú eres el inteligente del grupo?

-¿Cómo? ¿Qué? Tío, déjame asimilarlo... -dijo sacudiendo la cabeza. -¡Me gustas! ¿Por qué? -preguntó incrédulo mirando al lobo, que se encogió de hombros. -O sea, vale... estás tremendo, sólo hay que verte, pero... -el joven hizo una pausa en la que se limitó a abrir y cerrar la boca como un pez, hasta que por fin reaccionó. -¡Es tu culpa! -gritó de golpe, haciendo que Derek alzara las cejas.

-¿Mi culpa? -dijo señalándose a sí mismo.

-¡Sí! Desde que me convertí me tratas demasiado bien... ¡Espera! -dijo pensando en los últimos meses -¡NO! Desde el nogitsune me tratas bien. ¿Por qué? O sea... cuando aparecieron los oni, cuando reapareciste, cambiaste conmigo. ¿Por qué? ¿Porque sentías lástima por mi? ¿Porque no querías que me sintiera mal? ¿Por qué? ¡Derek, contéstame!

Derek se quedó en silencio, se levantó y se paseó por la habitación con las manos en los bolsillos de la habitación. Se acercó al escritorio, cogió un papel y el boli que había usado antes Stiles y garabateó algo. Lo dobló y se lo lanzó. Stiles lo cogió al vuelo y lo leyó con el ceño fruncido.

"Stiles Stilinski".

Cuando el muchacho levantó la mirada, Derek ya no estaba allí.

Yaguareté·Abà IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora