-Quiero que te chamusque y salga el tatuaje.

-¿Tatuaje? -preguntó Derek, viendo a Stiles que tenía cara de "mierda, se ha acordado".

-Sí. Se ha hecho un tatuaje.

-Porque me has obligado.

-Es mi regalo de "gracias por haber estado enamorado de mi todos estos años así que te ayudaré a que por fin te comas una rosca". Porque sí: los tatuajes son sexis. -dijo sin más.

Pocos minutos después, ya estaban sentados en medio de lo que quedaba de cocina, con un soplete en la mano de Derek y Stiles encadenado al suelo porque se había negado a que Lydia le cogiera. Podría hacerle daño si se transformaba.

Cuando empezó, Stiles intentó contener los gritos, pero acabó gruñendo. Derek apagó el soplete y lo miró atónito, junto con Lydia. Nunca antes había gruñido.

-Sin duda prefiero los yaguaretés a los lobos. -dijo Lydia, haciendo que ambos la miraran. -¿Qué? Son más finos, no tan bestias como vosotros... y su gruñido es... sexy.

Lobo y jaguar se miraron confundidos. Lydia encendió el soplete trayéndolos a la realidad y de nuevo los "gruñidos sexys" de Stiles invadieron el claro. Scott apareció corriendo segundos después, transformado completamente, pero se quedó inmóvil al ver lo que estaba pasando. Sonrió de medio lado y se acercó a Stiles para acariciarle la cabeza con suavidad.

Cuando Derek terminó, una mordedura exacta a la que había tenido de verdad les saludaba desde sus costillas.

-Mola. -sonrió Scott, soltando las cadenas que le habían puesto. Stiles se levantó corriendo y se abalanzó sobre él, abrazándolo.

-¡Ella me obligó!

Los allí presentes lo miraron sorprendidos. Scott le dio un par de palmaditas en el hombro sin saber qué hacer. Acababa de parecer...¿un gatito cuando acaban de vacunarle en el veterinario? Stiles se dio cuenta por fin y se separó. Carraspeó y miró a través de la ventana.

-Sí, bueno. Ehmm... tengo hambre. -dijo yendo hacia la bolsa de comida. -¡Ah! ¡Por cierto! ¿Os acordáis cuando me transformé por primera vez y estaba manchado de sangre?

-Sí. -dijo Scott con una sonrisa. Adoraba la manera en la que su amigo era capaz de alegrarse y volver a la normalidad.

-Pues ya hemos averiguado de qué era la sangre. -dijo sonriente. Scott se quedó mirándolo y Derek se apoyó contra la meseta con los brazos cruzados. Lydia le miró atenta, abriendo la bolsa de patatas. -Al parecer me entró hambre por la noche y asalté la pata de cordero que mi padre tenía reservada para una ocasión especial. Encontramos ayer por la noche el hueso. Sí, sí... reíros pero a mi padre no le hizo mucha gracia. Al parecer era de las buenas.

-Por cierto... hablando de perder el control...

-Oh no. -dijo sin querer Stiles.

-¿Oh no?

-"Oh no" me vas a hablar de la luna llena. -aclaró Stiles, a lo que Scott asintió.

-Yo le ayudaré. -interrumpió Derek de golpe. -Podría ser peligroso ponerle en medio de demasiados lobos su primera vez. Y yo soy quien mejor se controla.

-¿Estás seguro? -preguntó Scott confuso. -Ya has visto lo esquivo y rápido que es.

-Pero no tiene tanta fuerza como yo.

-Tampoco quiero que lo mates a golpes.

-Scott, Stiles ya no es un humano. Se cura y se defiende tan bien como nosotros. -dijo sin ninguna duda Derek.

Yaguareté·Abà IWhere stories live. Discover now