Capítulo cuatro

919 103 14
                                    

-Tokiya, yo... creo que tengo sentimientos por Ren -Masato bajó la mirada con tristeza apretando los labios.

Tokiya lo miró, sin ninguna expresión. Después sonrió.

-Ahora tiene sentido.

-No, no es lo que estás pensando.

Tokiya lo miró un poco confuso.

-¿Y en qué crees que pienso?

-Que en los ensayos me encuentro despistado porque me siento raro al lado de Ren. -Masato lo miró con sus ojos violetas.

Tokiya alzó las cejas.

-¿Entonces qué ocurre? -Sí, había adivinado sus pensamientos.

-Ren... -Se calló. ¿Estaba bien contárselo?

-No quiero presionarte Masato. No tienes por qué continuar.

-No, te contaré todo. -Y así comenzó a hablar-. Antes de que descubriese que Ren me gustaba, un día, él me besó. Me sorprendí mucho, pero no me separé. Después me miró y se marchó, dejándome allí. Otro día volvió a suceder lo mismo. Y de nuevo varios más. Le preguntaba por qué hacía eso, pero siempre conseguía esquivar mi pregunta. Después comenzaron las caricias, más abrazos, palabras. Pensé que le gustaba, pero siempre lo acababa viendo con mujeres, siempre coqueteando delante de mí. -Masato apretó los puños-. Después, hace unos días, discutimos. Me dijo que yo no significaba nada para él. -Masato pasó una mano por su rostro. El recordar todo y sacar sus sentimientos a la luz le hacían querer ponerse a sollozar ahí mismo-. Yo... De verdad tenia una mínima de esperanza de que le gustase, pero parece ser que no. -Su voz temblaba. Sonrió con tristeza sin mirar a Tokiya, que no había dicho una palabra en todo el rato. Sentía que todo el peso que llevaba sobre su espalda había disminuido. Nunca hablaba acerca de sus sentimientos con nadie. ¿Había estado bien que se lo hubiese contado todo a Tokiya? Masato se frotó los ojos con los dedos intentando retener las lágrimas que querían salir. De pronto, Tokiya cogió sus manos. Masato lo miró sorprendido, sintiendo cómo sus pestañas comenzaban a empaparse. Tokiya lo miró a los ojos y de repente lo abrazó.

-Te ayudaré Masato. -Tokiya miró al frente serio.

Masato, abrazado a él, asintió contra su hombro, las saladas lágrimas bajando por sus mejillas en silencio.


Masato y Tokiya se despidieron, bajando cada uno a su habitación.

-Sí que has tardado -dijo Ren sin mirarle cuando Masato entró en la habitación. Estaba tirando dardos a su nueva diana.

-La conversación se ha alargado.

-¿Ah sí? ¿Con quién hablabas? -Ren lo miró de reojo.

-No es de tu incumbencia.

-De todas formas será mejor que te prepares la maleta antes de cenar. Luego no quiero que me molestes mientras duermo.

-Agh, ¡callaros de una vez! -exclamó Ranmaru incorporándose del sofá-. ¿Es que uno no puede echarse una siesta tranquilo? -Volvió a tirarse en él.

-Ranmaru, estas no son horas de echarse una siesta -dijo Ren poniendo los ojos en blanco.

-Yo duermo cuando me da la gana. -La revista que Ranmaru tenía sobre su rostro se movió al hablar.

Ren sacudió la cabeza y siguió tirando dardos.

Masato ya estaba preparando su maleta, metiendo rápidamente un poco de todo.


Todo había pasado muy rápido. Se habían despertado pronto. Lo habían arrastrado hasta un autobús y habían viajado en uno de los aviones privados de Saotome. Ya estaban de nuevo en aquella isla que fueron esa vez en la Academia Saotome. Esta vez toda la isla era toda para ellos.

Idol's Love: Second Melody [pausada]Where stories live. Discover now