Es y Seguirá siendo mío

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Pov: Joyce

-Debes luchar por lo que quieres Joyce.- la voz de mí madre me saca de mis pensamientos.-Debes pelear por lo que es tuyo y ese hombre es tuyo.- me dice ella.

Miro atentamente a doña Alicia para ver si le ha salido dos cabezas pero no, la mujer esta perfecta.

- Mamá ¿De que estas hablando? Él no es mío, él no me pertenec...-

- Sí te pertenece. Ése hombre que se encuentra ahí abajo, del brazo de esa oportunista es tuyo y tu debes ponerla a ella en su lugar.- expresa causando desconcierto en mí.

Dicho esto mí madre me hala del brazo y me lleva al baño. Se detiene en el espejo y me obliga ha mirarme en el.

-Mirate. Tu eres bella y él ya ha estado contigo. Te diré algo breve. Cuándo estaba en el instituto yo llegue al colegio de tú padre de intercambio y todas andaban detrás del capitán del equipó de baske. Él no les hacia caso a nadie hasta que llegue yo. Todas me molestaban y odiaban. Un día, en la fiesta de graduación la capitana de las zorristas se acostó con él y yo los encontre ¿Sabes que hice?- niego con la cabeza e imagino la escena.-No corri y le deje, si no, que hice algo mejor.

Ver la sonrisa de mí mamá me hizo querer saber que hizo. A decir verdad no me imagino a doña Alicia en tal situación y pensar en el lenguaje que utilizo para referirse a la porrista de su instituto me causa gracia.

- ¿Que hiciste?- le preguntó con ansiedad, ganándose toda mí atecion.

-Le dije: "Espero que hayas disfrutado muy bien la follada, por que ésa polla es solo mía. Ahora, sal zorra para que mí tigre pueda desinfectarse y no le queden secuelas de tú bacteria.- concluye.

Después que mí madre término de decir esto mis ojos se encontraban ya fuera de orbitas y mí mandíbula tocaba el piso. ¿Como es posible? Doña Alicia era una total brabucona. Mí madre al ver mí reacción se echa a reír como poseza y yo de paso la acompaño.

Después de unos minutos ambas nos carmamos, mí mamá decide bajar y yo me lavo la cara para luego aplicarme un poco de maquillaje. Salgo del cuarto de baño y me dispongo a salir para luego bajar y dirigirme a la mesa dispuesta ha serle la vida imposible a Maritza. Al llegar al comedor encuentro a todos en sus lugares y yo decido sentarme cerca de Maritza. ¡Que comience la función!.

Desde el momento en que entre al comedor todos me miran, a excepción de mamá y me dispongo ha ignorarlos por el momento. Comenzamos a cenar hace ya cinco minutos y creo que es hora.

- Y bien Alex ¿Donde encontraste a la prost, digo...a la "señorita"- todos se atragantan con la comida y me miran con ojos abiertos. Mí padre quiere decir algo pero mamá lo calla con una sola mirada.

- Emmm... Es hija del socio de papá.- la mosca mira a Alex con indignación para después mirarme a mí con odio, a lo que yo le respondo una sonrisa de superioridad.

- Ya veo. Por un momento pensé que me engañaste pero veo que fue que la sanguijuela se te pego.- después de decir aquello sonrió inocentemente y veo que Maritza esta roja de la furia. Alex se remueve y creo que esta molesto pero mis dudas pronto son aclaradas cuándo le miro y veo que esta tratando de ocultar la sonrisa.

Después de ese "incidente" todo fue en "paz" . terminamos de cenar y yo me encontraba recojiendo la cocina por mí mamá. Siento que unos brazos me abrazan de la cintura y sonrió. No pienso dejárselo, él es mío y de nadie más.

-Te extrañe.- me dice él. Me doy la vuelta para que estemos frente a frente. Llevo mis manos a su cuello y lo pego más a mí.- ¿Que fue eso de hace rato?- pregunta.

No quiero hablar, solo quiero sentirlo así que lo beso con fiereza y él me corresponde. Nos besamos con ganas, nuestro beso es puro fuego. Me voy calentado y me pego más a él. Alex gruñe y me levanta para que enrrede mis piernas en su cintura. Nos frotamos el uno al otro creando fricción que nos hacen gemir. Lo deseo, así como se que él también me desea. Es tan placentero estar así que no lo quiero apartar, pero maldita sea soy humana y requiero de oxigeno para vivir.

-Yo también.- le digo sonriendo cuando ya he tomado aire. En ese momento siento un carraspeo y ambos llevamos la mirada hacia ese lugar, para encontrarnos con la lagarta de Maritza.

-Quiero irme.- dice ella toda enojada. De seguro ya sabe lo que estábamos haciendo y eso me vale. Le miro con gesto provocador y ella se enfuruña, lo que me causa gracia.

-Yo me retiro.- digo con todo el sazón que me cargo. Me acerco ha Alex y le planto un beso. Si señores. Lo bese, cuándo me retiro veo que la zorrilla me tira una cachetada pero antes de yo detenerla Alex le sujeta la mano y la mira con ojos de ira.

- Cuidado Maritza, no vaya hacer que te quedes sin ella.- yo me río y le guiño un ojo. Toma esa puerca.

- ¿Quieres un consejo Maritza? Disfruta muy bien sus folladas porque no será para siempre ¿Sabes por que? Porque ese hombre es y seguirá siendo mío. Adiós bebé.- y con esto salgo y subo a mí habitación para dormir o eso creía yo.

Pov: Alex

Después de lo sucedido en la cocina de los Domínguez decidí que era hora de retirarme, así que eso hice. Nos despedimos y salimos rumbo al coche, llevo quince minutos de camino y ya quiero llegar, no aguanto la cantaleta de la sanguijuela como le dijo Joyce. Los ataques de mí pequeña hacia Maritza me causaron mucha divercion. Me encanta que me cele y más me encanto lo último que le dijo ha Alicia. Mí pequeña es toda una fiera.

Al llegar a la casa subo a mí habitación ignorando las quejaderas de Maritza, lo cual ya me estaban hartando. Entro y comienzo a devestirme pero me detengo ya harto de Maritza.

- ¿Es que no te piensas callar?.- ella me mira " indignada" y empieza nuevamente a cacarear.

-Es que me parece indignante que la hayas defendido a ella y a mi no. Esa maldita humana, quiero matarla.- de un momento a otro la tengo contra la pared a punto de quebrarle el cuello.

- Ten mucho cuidado con lo que dices o haces porque esa maldita humana es la mujer que amo.- sin mas tomo la camisa y salgo azotando la puerta. Escucho sus gritos pero no le presto atencion.

Salgo de casa, me monto en el auto y arranco como alma que lleva al diablo. No se como pero cuando me detengo me doy cuenta que termine en la puerta de la casa de Joyce. Miro la casa un momento para después decidir ir a la habitación de mí mujer. Salgo del auto y me transporto a su ventana. Toco el cristar unas cuantas veces, cuando creo que no despertara veo que se sienta en la cama y dirige su mirada al cristar para luego dirigirse a su ventana. La abre y me da pasó.

-Si vienés a reclamar por lo de horita yo...-no la dejo terminar y la beso. Ella corresponde y nos vamos acercando a la cama sin romper el beso. Le voy sacando el pillama y ella mi ropa. No pasan diez minutos cuando ya estamos desnudos en la cama y acariciando nuestros cuerpos. Estoy tan hambriento de ella que ya la estoy penetrando como nos gusta ha ambos. Ella gime, me araña la espalda y yo gruño. Dentro, fuera y nuestros cuerpos se tensan hasta que llega nuestra liberacion.

-Pense que estabas molesto conmigo por como trate a tu prometida.- dice ella.

- Me importa una mierda Maritza.- ella se sorprendió por mis palabras, a lo que decidí contarle todo. El chantaje de mi padre y el porque estoy con Maritza.

-¡Wao!.- expresa sorprendida.

-Si,wao. Pero quiero que sepas que aré todo lo posible por protegerlos y antes de que me pueda casar con ella ya estaremos juntos y lejos de ellos.

- ¿Protegernos?- pregunta ella confusa y yo sonrió.

-Si, Joyce protegerlos. Se que esperas un bebé. Se que seremos padres. Ahora duerme.- la recoste en mi pecho y le comenze ha acariciar el pelo. No pasaron cinco minutos cuando ya ella estaba durmiendo, aprobeche su estado de coma y le acarie el vientre. Aquí esta mí bebé.

-Te juro que los protegeré bebé. Los protegeré de todo y de todos. Así que tú solo encargate de crecer sano ahi dentro, que tú papá se encargara de los malos aquí afuera.- Y sin más caí como mí princesa en brazos de morfeo con una mano en su vientre y la otra en su cabello.



Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora