Capitulo5...¡No puede ser!

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POV: JOYCE

Después de haber tenido sexo con Alex como dos conejos en celo, si señores, tuvimos sexo por toda la habitación, no sé, pero este hombre no se cansa, ¿de donde sacara tantas energías?

Bueno, el punto es que después del maratón de sexo así como entro se fue. No me pregunten cómo diablos no se rompió una pierna al saltarse por la ventana. ¡Por DIOS, son tres pisos!.

Me encuentro en la cama pensando todo eso y más. Es increíble que pase de lamer mis heridas a follar duro con un maldito pervertido y como me prende este pervertido. A pesar de que me duele mi ruptura con Tonny, no me duele tanto después de conocer a Alex.

Alex me hace olvidar todos los momentos que viví con Tonny, y aunque el aún no define lo que tenemos, quiero seguir teniendo esos encontronazos con él.

-Hija ¿Estas hay?- la voz de mi madre me saca de mis pensamientos.

-Si mami, pasa.- mi madre entra toda ella, está bien vestida como siempre. Lleva una falda azul turquesa más debajo de las rodillas, una blusa blanca de seda, con sus joyas de complemento y una recta cola sin un solo pelo fuera de este.

-Hija quiero que me cuentes lo que ha pasado con Tonny, y por favor no me truquees.- suelto una risita al escuchar esa palabra en la boca de doña perfecta.- Si, no te rías. Anda cuenta.- me apura.

No me queda de otra que contarle a mi madre lo sucedido con Tonny. Después de haberle contado desde la punta hasta la raíz de todo lo sucedido con Tonny, mi mamá se queda pasmada y casi le da el tiquismiquis, como yo le digo a su dramático estado de shock.

-Hija, lo siento.- me extraña su efusividad. Me abraza y apapacha como si no hubiera un mañana, yo me revuelvo de la incomodidad y ella se aleja recobrando la compostura al instante.- Pero bueno, animo ya encontraras otro mejor que ese.

La actitud de mi madre me hace relajarme a pesar de todo. Siento que me he quitado un gran peso de encima, pues sentía que llevaba diez quintales de papas al hombro.

-Bien. Quiero que te arregles como tú sabes hacerlo y te pongas mona.- eso me hace prestarle más atención. ¿Para qué quiere mi madre que me arregle? Le miro de forma interrogante y como buena captadora que es me explica.- Iremos a cenar con un nuevo socio de tu padre. Es un empresario extranjero que ha invertido su dinero y ha hecho un buen negocio.

Ay no, no quiero salir de casa y menos para ir a una cena de negocios. Ponga cara de perrito mojado, cosa que mi madre me coja pena, pero que va la muy malvada me hace el tonto y ni me mira.

Mi madre sale de mi habitación no sin antes darme una advertencia de que me preparara y yo corrí al closet a buscar que ponerme, por que cuando doña Alicia advierte, advierte.

(...)

Me encuentro en la limusina de mi padre rumbo a la dichosa cena de negocios. Como mi madre no me dio mucho tiempo de prepararme me puse lo primero que encontré, eso sí, era un vestido toda yo.

Mi vestido era negro de encaje, totalmente adherido a mí, una segunda piel pues. Para acompañar el vestido me puse unos tacones rojos de infarto, con tacos de 10cm. Eran de esos que tenían tirantes y se amarran hasta la pantorrilla.

Me maquille lo más sencillo que pude y me puse una pequeña gargantilla y listo.

Me di cuenta de que habíamos llegado cuando mi madre me toco el brazo sacándome de mis ensoñaciones. Salgo de la limu y me dedico a seguir a mis padres, como es de esperar no le preguntan a mi padre si tiene reservación ya que mi padre frecuenta mucho este lugar e inmediatamente le dejan pasar.

Nos dirigen a nuestra mesa un maître que esta cañón. Ojos cafés, piel morena, una sonrisa de infarto y un cuerpo apetecible.

-Señor Domínguez, el señor Harrison le está esperando.- le informa el bombón. Cuando llegamos a nuestra mesa, dirijo mi mirada en el señor Harrison, me quedo de piedra y aunque el tipo esta de infarto, esa no es la razón por la que mis ojos están a punto de salirse de sus orbitas, mis mejillas de un rojo tomate y puedo jurar un mini orgasmo.

El maldito señor Harrison, me está mirando con una maldita sonrisa moja bragas y ojos relucientes de excitación, el es...NO PUEDE SER.

Domada por un PervertidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora