Capítulo 14: Tormenta Satánica

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Miré profundamente a Abelard analizando cada detalle de su expresión, cada parte de su rostro que estaba tensa y las pequeñas gotas de sudor que caían suavemente de su cuello, me gravé de memoria sus ojos queriendo salir de sus órbitas su cuerpo inmóvil, atrapé cada detalle de la imagen y me aseguré de que estuviera perfectamente impresa en mi cerebro, entonces fue cuando Abelard separó los labios y puedo asegurar en nombre de todo lo que amo, que en el momento que escuché su voz, algo en mi cabeza reventó alterando todo mi sistema, fue como si en un momento esa línea que nos divide entre la ética y la locura no existiera y toda la razón que hubiera en mi cabeza desapareciera, casi pude sentir el calor apoderándose de mi cuerpo y cuando perdí el control total de mi persona solté el grito mas escandaloso, horripilante, agonizante y lleno de furia que jamás en mi vida había dado, y una ves que me quedé sin aire agarré el primer objeto que estuvo cerca de mi, era un cenicero de porcelana y se lo lancé con toda mi furia directo al rostro al objetivo que había impregnado en mi cerebro, lo lanzé con tanta fuerza que a Abelard apenas le dio tiempo mirarlo cuando el cenicero le se estrelló a toda velocidad en el rostro debajo del ojo, exactamente en el mismo lugar en el que el me había golpeado, se escuchó un golpe sordo y Abelard cayó a lado de su amante llevándose las manos al rostro,y aproveche el momento intentar irme sobre Axel, para mi desgracia Ayax se me adelantó y en dos segundos ya estaba sobre él golpeando su cara con ambas manos.

En los momentos que observaba a Ayax con el mismo odio que yo, algo muy recurrente en mi se acercaba, todo ese sentimiento de enojo se estaba convirtiendo en dolor y lo único que provoco eso fue que saliera corriendo, si es que a lo que hice se le pudo llamar correr, si alguna persona me hubiera visto en esos momentos pensaría que era una especie zebra asustada volando cada ves que utilizaba sus patas para huir con toda su fuerza, cuando termine de bajar las escaleras magistralmente con el riesgo de tropezar y morir, seguí por el pasillo, empujé la puerta de cristal del hotel haciéndola retumbar, salí del lugar y de inmediato una recibí una bofetada de aire mezclado con lluvia a causa de la tormenta satánica que se había desatado en los minutos que llevábamos adentro, incluso pude sentir unos pedazos de granizo impactandose contra mi cabeza pero igual seguía corriendo, mi maldición continuó cuando resbalé mientras pasaba por una parte de la calle que estaba llena de baldosas de mármol mojadas con dedicatoria especial del restaurante elegante que estaba ahí, fue igual de rápido que la velocidad a la que corría que incluso después de caer resbale un poco para poder detenerme, y pude sentir como todo la fuerza de la caída lo recibieron mis costillas, estaba mareado, empapado y semiconsciente cuando a lo lejos pude escuchar a Ayax gritando mi nombre y antes de entrecerrar mis ojos pude ver su figura corriendo de la misma manera.

Un partido másWhere stories live. Discover now