Diciassette Capitolo.

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"La vida es la cuerda floja que enfrentamos todos los días, llena de dificultades y enfrentamientos también de tinieblas y burlas, llevándonos al punto en el que creemos que es mejor caer y finalizar esas heridas cada vez más profundas, mirar atrás ir ver que tan desolada es nuestra vida sin esperanza y nada que dar. Habrán días de lucha pero siempre con una pequeña luz al final, con ángeles guardianes dispuestos a protegernos, con nuevos comienzos llenos de vida plena. Aunque al final solo Dios elige que ángel de guerras podrá acabar el sufrimiento para volver a casa." -✖

Devon.

Las calles del barrio estaban vacías y friolentas en épocas de invierno, solo contando con algunas personas que proseguían su día a día como siempre y de vez en cuando algunas pequeñas familias a las cuales a los ojos de Devon en esos momentos eran afortunadas por poder esta juntas. Casi un mes sin ver a Leah y ya se sentía desfallecer por desamor, ya no sabía si ella seguía esperando con los brazos abiertos o tal vez solo había decidido tomar por si sola su propio camino. Dejo salir aire caliente para calentar sus descubiertas manos tratando de alejar también cualquier pensamiento sobre la paliducha y débil chica que habia aprendido a arreglar a un delicado ser, ya no sabía que hacer sin ella de su mano o sin sus muecas de disgusto luego de haber escuchado una de las bromas sin gracia de él, Leah lo volvía loco.

Una sombra a lo lejos se hizo presente elevando su mano en señal de saludo dejando una media sonrisa en el rostro de Devon, en ese mes había aprendido a no meterse en problemas gracias a su compañero Josh quien le había salvado el pellejo en varias oportunidades por clientes con neuronas algo dañadas por drogas, cosa que por estos lados no era extraño.

- Por fin te apareces hombre, estuviste perdido todo el maldito día.- Reprochó Josh con su típico entrecejo fruncido pero con su pizca divertida.- No me digas que otra vez piensas en ella, te dije que debías olvidarla ya joder, ¿sabes cuanto daño te haces recordándola y cuanto daño le haces a ella por los dos últimos mensaje de texto que le dejaste diciendo que volverías?, basta ya Devon.

- No puedo y lo sabes, es difícil no pensar en ella maldita sea.- Sollozó mientras cubría sus cara con sus heladas manos. Josh sabía toda la situación de su amigo y aquella chica, toda la historia llena de drama y horror que ambos pasaron, que el solo hacía esto para conseguir el bienestar de esa hermosa y desconocida criatura a la cual le hacia daño ahora mismo sólo por no tener las agallas de volver a salir de esta mierda de masacres semanales.- Tengo miedo de lo que este pasando con ella en estos momentos, de que esté con alguien más que si pudo hacerla feliz Josh. Solo la cagué al irme y no creo que ella quiera volverme a ver nunca más.

✘.

Paper dolls.Where stories live. Discover now