31. Vuelta al instituto

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En cuanto llegamos, Nick se sentó en uno de los bancos y al instante nos acorralaron y Marcos se acercó a poner un poco de orden.
-¿Qué esta pasando aquí? - preguntó
-Nada solo le estamos preguntando ¿Cómo está? - le dijo el Rulo
-¿Y que le ha pasado? - añadió el Chemi
-Si, Nick no quiere contarlo esta en su derecho. - les dijo
-No pasa nada. Marcos. Es mejor que se lo cuente y así dejaran de inventarse historias.
-Ok, si quieres contarlo adelante, pero sentaros en el suelo que no le agobiéis.

Todos nos sentamos a escuchar la historia. Me quedé cerca de él, por si necesitaba algo de apoyo. Nick estaba bastante cortado al principio, nunca había hablado delante de tanta gente, o por lo menos no delante de tanta gente que le prestara atención. Alguna vez si que había expuesto en clase.
-Pues veréis hace casi cuatro meses, tuve un accidente... - empezó a decir Nick
-¿Con la moto? - dijo el Rulo
-No, iba andando
-Vaya, ya pensaba que iba a ganar la porra. Sigue, sigue.
-¿Te han atropellado? - dijo el Chemi
-No, iba bajando por una escalera, y había algo en el suelo, creo que un helado o algo así, lo pise, y me caí desde lo más alto la escalera, hasta abajo. Me fui dando con los escalones en la espalda -se oyeron algunas risas al fondo
-Tuvo que doler y si has estado cuatro meses tuvo que ser grave - dijo Juanca
-Supongo que si, pero como perdí la sensibilidad de las piernas y parte de la espalda, pues no me dolía tanto.
-¿Te quedaste paralítico? - volvió a decir, las risas se silenciaron de golpe, y algunos lo miraron con caras de asombro, otros pena, lo cierto es que no dejo a nadie indiferente.
-Si, pero por suerte lo médicos me dijeron que sería temporal y que con rehabilitación podría volver a andar. Así que eso es lo que he estado haciendo, he estado ingresado en una clínica de rehabilitación.
-¡Qué palo! ¿Cuándo viste que no podías mover las piernas no te dio un ataque? - dijo Rebeca. No podía creer que esa Rebeca fuera la misma que hace un par de año, le dijera que jamás saldría con tío tan soso y aburrido.
-La verdad es que me asusté muchísimo pero por suerte, estaba muy bien acompañado. Bea estaba conmigo, estuvo dándome ánimos y tranquilizándome hasta que llegó la ambulancia y estuvo a mi lado hasta que llegamos al hospital.
-¿Estabais juntos?
-Si - Nick me miró furtivamente
-¿Pero juntos, juntos? -volvió a preguntar
-Juntos, juntos, no. Estábamos como amigos. Pero vamos que estábamos los dos solos.
-¿Y ahora? - le preguntó Chemi

Nick se ruborizó y bajo la cabeza para mirarme y un leve sonrisa se dibujo en su cara. Yo cogí su mano.
-Bea, es mi enfermera, mi psicóloga, mi masajista, mi hada madrina y mi mejor amiga. Por ahora.

Se oyeron múltiples risitas por el fondo.
-Bea, si después de todo esto no caes rendida a sus pies. No se que más va a tener que hacer - dijo Chemi
-Nick, hace mucho tiempo, que me tiene a su lado, para lo que quiera pedirme.
-Nick, toma nota, que te lo está diciendo claramente. - dijo el Rulo
-Nota tomada -comentó Nick, con una sonrisita.

Marcos interrumpido el interrogatorio para empezar con la clase.
-Bueno, chicos, ya os lo ha contado, vamos con la clase. Por cierto ¿Quién ha ganado la porra?
-¿Tu también sabes lo de la porra? Nadie. ¿Quién iba a predecir una cosa así? - dijo el Rulo
-¿Has estado cuatro meses en rehabilitación? - añadió Juanca
-En rehabilitación solo han sido tres, pero han sido muy intensos. Los médicos me dijeron que de estaría de cuatro a seis meses. Pero me he esforzado mucho para acelerar la recuperación lo antes posible.
-¿Ha tenido que ser muy duro? - dijo Juanca
-Ha habido momentos duros, pero también ha habido momentos buenos.

Nick pasó el resto de la clase sentado en el banco. mientras los demás hicimos una sesión de aeróbic. La clase fue muy dura, acabamos todos hechos polvo. Pasados los cuarenta y cinco minutos de clase, nos dio permiso para ir a las duchas. Nick me llamó para que me acercará.
-Puedes echarme una mano - Me dijo Nick.
-Claro, pero ¿Cómo?
-Pues como siempre. Dame la mano -me soltó un poco enfadado

Hay veces que no se como tratarle. No sé como acertar. A las personas con algún problema, les resulta algo normal tratar con su enfermedad y no sé dan cuenta que para los demás puede resultar raro, y no sepamos como ayudarles. Me da miedo tratar a Nick como un inválido, pero más miedo me da hacerle daño sin querer.
-Nick, no te enfades conmigo. No quiero hacerte daño.
-No te preocupes estoy bien -me dijo dándome un abrazo -y lo siento.
-Vas a tener que ayudarme, esto es nuevo también para mí.
-Tranquila. Lo superaremos juntos.

Salimos del gimnasio en dirección a la calle. Cuando Nick aprovecho para contarme la historia de cómo se conocieron Mario y Marcos.
-No tiene morro Marcos. Y que estaba de voluntario.
-¿No estuvo de voluntario?
-¡Qué va! El iba con la moto por la noche, había bebido y le pillo la policía, por segunda vez en un mes, con la mala suerte de que fue el mismo policía. Así que le pusieron una multa por reincidencia, y lo llevaron ante el juez que lo condenaron a de doscientas cincuenta horas de trabajo en el hospital de parapléjicos. Por similitud con el caso de Mario, se asignaron su cuidado.
-Dejad que el castigo se ajuste al crimen - le dije entre risitas.

Al salir el padre de Nick había venido a recogerlo.
-¡Mira que le he dicho que no viniera!, ¡que me iba con vosotros!
-Nick, tómatelo con calma. Acabas de salir de la clínica. No estás para excesos.
-Ok, pero vente en el coche, ¿por favor?
-Está bien. Vamos.

Los demás se fueron en el autobús, todos no cabíamos en coche. Nos fuimos a casa a comer y después nos juntamos para poner a Nick al día para el examen del viernes de matemáticas.

Te esperaré al final del camino [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora