Capítulo 14

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CHRISTIAN


Mis labios están unidos a los suyos. La desesperación es palpable en  los dos. Las ganas de poseerla llegan con una fuerza casi incontrolable. El recuerdo de sus besos, caricias y gemidos es un avivante para querer entra en ella con fuerza. 

Mi miembro vibra en acuerdo. Por más que he intentado mantenerme al margen no he podido. toda ella me atrae. Mi mente no para de recordarla, mi cuerpo de desearla, y me sorprende lo que hace mi alma. Me hace amarla sin conocimiento del tiempo. Sin saber exactamente cuándo empezó ni dónde terminará. Y es que no podrá terminar. Ella es mía. La necesidad que se está desarrollando me lleva en un espiral de emociones hacia una posible relación que no tendrá fin. 

Muerdo su labio inferior. Un gemido audible llega a mis oídos haciendo vibrar mi miembro. Atraigo su delgado y casi desnudo cuerpo hacia el mío cortando cualquier milímetro que nos pueda separar. El calor que irradia es sofocante de manera placentera. La suavidad de sus labios es adictiva. Su olor me envuelve impidiendo que le de a mis pulmones el aire que este grandioso beso me está robando. El tiempo se ha detenido permitiendo que disfrute mucho más de ella. 

—Te necesito —susurro sobre sus labios con la respiración completamente acelerada—. Te deseo, nena. —Me separo para ver sus ojos pero los mismos están cerrados. Sus senos cubiertos se mueven a la par errática de su pecho. —Mirame, Anastasia. —Pasa su lengua por sus labios de una manera tan sensual que me arranca un muy audible gruñido. 

Vuelvo a tomar sus labios con fuerza. Queriendo llevarme todo de ella. Saciar el deseo prácticamente incontrolable que me ha llevado a seguirla guiado por los celos. Desde aquella junta me he tenido que morder la lengua y ver las miradas lascivas de ese idiota arquitecto hacia ella.

separo nuestros labios. Uno mi frente a la suya buscando estabilizar mi respiración y los latidos desenfrenados de mi corazón. 

¿Qué mierda tiene que me descontrola? 

Despego nuestras frentes en el momento justo que abre sus hermosos ojos. El brillo que poseen es tan resplandeciente y de la misma forma hipnotizante. Es una mirada que he podido ver y me hace sentir orgulloso de ser el único. El deseo está plasmado en ellos con la misma fuerza que en mi cuerpo. Sus mejillas están de ese tono rosa pálido que sin duda se está volviendo mi favorito.

—Christ... —La silencio colocando un dedo sobre sus labios hinchados. Mis ojos se fijan en ellos cuando mi pulgar lo acaricia con delicadeza. Permitiendo que mi dedo sienta su textura y calidez. Enviando descargas eléctricas a todo mi cuerpo, que avivan el deseo ya impuesto por ella.

 —No sé que me has hecho, Anastasia. Pierdo el sentido de todo cuando estoy contigo. Tu belleza, dulzura y ternura me tienen completamente cautivado. —Intento ser lo más sincero posible. Ya no quiero callarme lo que me hace sentir. Tiene que conocer las sensaciones y sentimientos que despierta, y que por más que luché no he podido detenerlas. 

Sus labios adquieren una sonrisa que me hipnotiza aún más. La disfruto. Es la sonrisa mas hermosa que he visto. Pero algo cruza por su mente y la borra de golpe. Su ceño se frunce avisando de que no es bueno lo que su mente le dicta. 

—No te negaré que me pasa lo mismo, Christian. Sé que eres consciente de lo que despiertas en mi cuerpo, pero lo que buscas no podrá ser. —Frunzo el ceño. —Somos completamente diferentes. Hay sombras que nos separan. —Eso último salió en un susurro doloroso. 

Una historia sin fin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora