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Apenas su alarma sonó, quiso mandar todo al diablo. Le dolía moverse y no quería ir a clases de esa manera, pero sabía que su madre no lo dejaría. Se quedó acostado, boca abajo ya que así su cintura no le molestaba. La noche anterior había llegado y se había dado el baño más largo de su vida, casi y se queda dormido en la tina. Lo peor de todo fue sacar el semen de su culo, ¡tenía un montón!
—Ino-chan, debes levantarte— avisó Kotoha ingresando a la habitación de su hijo.
—No quiero ir— se apresuró a decir.
—¿Y eso por qué?— cuestionó mirando a su pequeño.
—Me duele todo— contestó soltando un suspiro.
—Eso es mentira, a ti nunca te duele nada— insistió. —Vamos, levántate.
—¡Es verdad!— gruñó.
—Ajá, ¿y por qué?— preguntó enarcando una ceja.
—Bueno, ya sabes, corriendo en la clase de educación física— comentó inventando una excusa.
—No tuviste educación física ayer y mucho menos te cansar por ello, Inosuke— dijo la mujer. —Ahora, me dices la verdad o te levantas.
—¡Ya voy, mamá!— exclamó incorporándose sobre la cama y haciendo una mueca ante la incomodidad. —¡Listo!
—Te espero abajo para desayunar, no te demores o se te hará tarde— sonrió para luego darse media vuelta y salir de la habitación de su hijo.
—Maldición— soltó levantarse e ir al baño.
No era un dolor insoportable, solo era jodidamente incómodo cuando se movía de manera brusca ya que una punzada se situaba de inmediato en su cintura baja. Maldijo al mayor por aquello y se apresuró en hacer sus cosas para luego bajar y desayunar junto a su madre. La rutina era lo mismo cada día, después de salir de casa se juntaba con Tanjiro y caminaban juntos hacia la parada de autobuses en donde se reunían con Zenitsu y los tres juntos esperaban la locomoción hacia la preparatoria.
—Tsk— chasqueó la lengua molesto cuando se sentó en la banca en espera de Genya.
—Qué raro es verte sentado, siempre andas de desesperado— comentó el rubio.
—¡No hago eso!— se quejó mirando a su amigo.
—¿Estás bien, Inosuke? Pareces algo incómodo— preguntó Tanjiro sentándose junto a su amigo.
—¡Estoy bien!— se apresuró a decir inmediatamente. —Sólo dormir chueco.
—Ah, si tú lo dices— comentó. —Ahí llegó Genya.
Miró hacia el automóvil que aparco en el estacionamiento especial de profesores. Su amigo fue el primero en bajar y mover su mano para saludarles. Se levantó y llamó a su amigo de inmediato, era su costumbre de todos los días y ese día no era la excepción. Kanae fue la siguiente en bajar seguido del albino. Sus ojos se encontraron de inmediato con aquellos ojos color ciruela intenso. Sintió escalofríos.
—Hey, hola, chicos— saludó Genya acercándose a sus amigos. —¿Qué tal?
—Todo bien— respondió Tanjiro.
—¿Y tú qué?— cuestionó mirando a Inosuke.
—¿Qué de qué?— preguntó desviando sus ojos del mayor y centrarlos en su amigo.
—Pareces despistado— comentó.
Inosuke rápidamente tomó a su amigo del cuello para agacharlo a su altura, este era una jodida jirafa y comenzó a desordenar su cabello. Era algo típico en ellos, el juguetear cada mañana. Genya protestó y le siguió el juego al chico. Sanemi observó como su hermano jugueteaba con Inosuke como siempre, de alguna manera se sintió aliviado ver al chico actuar de manera normal. Pero también se sintió molesto ante la cercanía que se tenían esos dos. Sabía perfectamente que ambos se llevaban bien, pero esa cercanía siempre le ponía de los nervios. No le gustaba.
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Amantes ※╰SaneIno╮
FanfictionSanemi amaba a Kanae, su esposa. Pero su matrimonio se estaba enfriando y necesitaba el calor de alguien, aunque ese alguien no fuera su amada. Inosuke sentía cierta atracción hacia su profesor y no iba a desaprovechar la oportunidad de descubrir s...
