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Sanemi caminó enojado hacia la enfermería, algo que detestaba era que se saltaran sus clases y más si era el mocoso problemático ese. Siempre le causaba problemas y aunque más le reprendiera este no parecía entender nada. Era llevado a su idea pero a nivel extremo.
Abrió la puerta corrediza con fuerza y camino hacía las camillas, corrió la cortina y ahí estaba, acostado. Maldijo y pateó la camilla con fuerza para despertar al chico.
—¡Levántate, mocoso!— gruñó enojado.
—No metas ruido, idiota— se quejó aún adormecido.
—¡Despierta, maldición!— gritó pateando nuevamente la camilla.
—¡Que ya!— gruñó abriendo los ojos y soltando un bufido. —¿Qué?, ¿qué?
—No empieces con tus niñerías, te deje bien en claro que no puedes saltarte mis clases— escupió sin despegar sus ojos del chico que ya estaba incorporándose sobre la cama.
—Qué molesto eres— gruñó sentándose correctamente y apoyar sus manos sobre la blanda superficie.
No supo que fue aquello, pero el ver el descubierto pecho del chico le hizo sentir extraño, como nunca. La sumisa postura que este tenía le hizo verse de una manera muy provocadora. Mientras Inosuke bostezaba, observó aquellos lindos y rosados pezones que se encontraban erectos. Paso saliva nervioso ante un extraño pensamiento que llegó a su mente nuevamente. Debía alejarse antes de que las cosas se pusieran más extrañas.
—No lo hagas otra vez— dijo antes de darse media vuelta.
—Oye— llamó al mayor quién se giró con el ceño fruncido. —Yo hago lo que quiero.
Paso saliva nuevamente ante la vista, el chico estaba sentado, apoyándose contra la cama con sus manos dejando al descubierto y exhibiendo aún más aquellos lindos pezones rosados. Eso debe ser a su falta de actividad sexual, no puede haber otra explicación, no había tenido sexo últimamente que todo lo ponía ansioso. Apretó sus puños al percatarse de cierta cosa, no todo lo ponía así, era solo ese chico. Hasta ahora se percataba que sus ojos siempre estuvieron sobre el niño desde hace un tiempo. Involuntariamente se acercó hacía su estudiante para inclinarse a la altura de su rostro.
—No me tientes— advirtió con un tono amenazante sin despegar sus ojos de aquello afelpados labios. —Te lo advierto.
—¿Y qué harás si lo hago?— preguntó incorporándose y acercándose aún más al rostro del mayor que no se movió ni un centímetro.
—Hazlo y lo sabrás— contestó.
—Mh, no me interesa— comentó pasando la lengua por sus labios bajo la atenta mirada del mayor, rayos, el ambiente se había tornado jodidamente tenso.
—Vuelve a clases— dijo por fin despegando sus ojos de los rosados labios de su estudiante.
—No quiero— se negó rotundamente.
—Hashibira— llamó con severidad.
—Profesor— llamó de vuelta y un ardor se situó en su nuca. —Mierda.
—Cierra esa maldita boca— ordenó tirando del cabello del chico.
—Oblígame— contestó desafiante.
Sus palabras cayeron cuando sus labios fueron sellados con fuerza, abrió sus ojos asombrado, ¡su profesor lo estaba besando!, se quedó quieto sin saber qué hacer ante ese repentino acontecimiento. Obviamente no sabía cómo dar un beso y no sabía cómo responder a aquello. Todo era muy jodido. Era algo irreal.
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Amantes ※╰SaneIno╮
FanfictionSanemi amaba a Kanae, su esposa. Pero su matrimonio se estaba enfriando y necesitaba el calor de alguien, aunque ese alguien no fuera su amada. Inosuke sentía cierta atracción hacia su profesor y no iba a desaprovechar la oportunidad de descubrir s...
