Entre los Demonios.

Capitulo 8

Sebastian sonrió cuando __________ comenzó a corresponderle el beso. Abrió un poco más su boca y le lamió el labio suavemente, pidiéndole permiso para entrar en su boca. _______ abrió su boca también, dejando que Sebastian introdujera su lengua y explorara cada rincón por segunda vez. Ya cuándo más intenso era el beso escucharon a unas personas acercarse.

-¡Señor Sebastian!- dijeron dos voces, una de un chico y otra de una mujer joven.

Los pasos parecían acercarse cada vez más, pero ellos lo ignoraron y solo separaron sus labios para respirar por un momento.

-¿Vamos a mi habitación?- susurró Sebastian en forma seductora, hablándole a _______ al oído para luego comenzar a besarle el cuello.

-¿A-ahora?

-Ahora.- dijo Sebastian entre beso y beso, mientras iba bajando por su cuello lentamente.

-N-no, Sebastian... Ya basta...- respondió ______, sonrojándose y haciendo un esfuerzo para no soltar un gemido.

-Vamos, por favor Gatita...- insistió él, quién ya había llegado hasta el cuello de la camisa de ______ y quería quitarla de su camino de una vez por todas.

Aquellos pasos se acercaban cada vez más y más a donde estaban, lo cual ponía nerviosa a _______, pero se decidió a aceptar la propuesta de Sebastian.

-De acuer...

-¡Señor Sebasti~...! ¡¿Eh?!- dijeron aquellas dos voces al llegar al pasillo en que se encontraban, voces que _______ desconocía y que Sebastian reconocía con fastidio.

Se separaron súbitamente al oír esas voces. Allí, frente a los ojos de _____ se encontraban un chico rubio, más o menos de la misma edad que el Conde y la Marquesa, junto a una mujer con traje de sirvienta, cabello pelirrojo y anteojos. Un hombre rubio apareció detrás de estos dos en ese momento.

-¿Qué sucede?- dijo el recién llegado al ver la expresión de sorpresa en los rostros de sus compañeros, para luego reparar en la presencia de ________ y dedicarle una sonrisa -¿Quién es la señorita?

-¿Qué están haciendo ustedes aquí? Creí haberles dejado en claro que se quedaran en la mansión principal.- les preguntó Sebastian a los recién llegados, frunciendo el ceño y con tono molesto.

-E-es que nos aburríamos en la mansión y...- comenzó la pelirroja.

-Queríamos venir con usted y Bocchan, Señor Sebastian.- terminó el niño.

-¿Vas a presentar a la señorita?- insistió el último.

-Soy ________; _________ Roman, mayordomo de la Marquesa de Hubbard- se presentó a si misma -. Es un placer.

-Es mi novia- agregó Sebastian, sonriendo a la vez que rodeaba la cintura de ________ con su brazo -; Gatita, te presento a Finny, Bard y Meirin.

-No soy tu novia.- le dijo ______, retirándole el brazo.

-Bueno, está bien, no tenemos una relación estrictamente formal, más bien somos una pareja informal.

-No somos pareja.- negó ______.

Era verdad, desde su punto de vista ellos no eran pareja.

-¡¿Entonces por qué estabas así con el señor Sebastian?!- dijo Meirin, casi en un grito.

-¿Así...? ¿"Así" cómo...?- preguntó Bard, confundido por la reacción de Meirin.

-Yo no estaba haciendo nada, él fue quien lo inició todo.- _____ frunció el ceño, levemente sonrojada.

-Pero lo estabas disfrutando...- ahora era Meirin quien la veía con el ceño fruncido.

-¡Ja! ¡Como si tú no quisieras haber estado en mi lugar!- sonrió cínicamente, viendo cómo las mejillas de Meirin enrojecían -... Casi eres adorable.- soltó esas palabras, acomodándole los anteojos a Meirin antes de volver a la cocina, dejando a todos sorprendidos en el pasillo.

Sebastian no perdió el tiempo y fue detrás de _______, seguido de cerca por los otros tres.

-Gatita, espera...- le dijo intentando detenerla por al menos un instante tomándola de una de sus muñecas.

-¿Ahora qué quieres?- respondió ella.

-Lo siento.- dijo Sebastian, sorprendiendo a todos al pronunciar esas dos palabras.

-¿Qué es lo que sientes?- preguntó ______ con algo de curiosidad pero sin perder su seriedad.

-Siento haberte hecho enojar, sólo estaba bromeando cuando te dije eso ayer. ¿Podrías disculparme?

-... De acuerdo.

Sebastian le dedicó una sonrisa a ______, ella le retiró la muñeca de su agarre, algo apenada por esa sonrisa con la que Sebastian la observaba, para luego preguntar qué había que cocinar para Clara, Ciel y Soma.

-Vendrás de inmediato cuándo te llame, ¿verdad?- le preguntó Clara a su mayordomo.

-Así será, my lady, pero procure no llamarme hasta que sea el momento adecuado.- le respondió ___________.

-De acuerdo.- asintió Clara antes de entrar en la cama.

No pasó mucho antes de que Clara cayera dormida. _________ apagó las velas y se retiró a su dormitorio, pero esta vez no se preparó para dormir, en lugar de eso tomó su forma animal y salió a hurtadillas, recorriendo la mansión entre las sombras hasta que sintió la presencia de un tercero que entraba por una ventana.