la chica ruda

Hermano.

-Ash. Ya anunciaron tu vuelo.

-mmm... Si.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no había escuchado cuando anunciaron mi vuelo, caminamos por unos minutos en silencio, que para mi fueron horas. Cuando estaba a punto de cruzar la puerta me devolví prácticamente corriendo hacia el lugar donde estaba parado Rud y lo abrace, se quedo quieto por un segundo y después me devolvió el abrazo.

- Gracias por todo.
-Gracias a ti.

Me solté de él y caminé sin mirar atrás sabía que si lo hacia no podría irme.

El vuelo fue largo me dio tipo de pensar en todo lo quería olvidar y ahora tendría que volver a ese lugar donde todo comenzó.
También pensé mucho en mi hermano a pesar de que no compartimos ADN, era mi familia después de todo, se preocupaba por mi y cada mes me venia a visitar, debo admitir que al principio no me gustaba quería olvidar todo mi pasado y eso lo implicaba a él de alguna forma, no era que le tuviera rencor.Creó que me tenia rencor a mi misma por que cada ves que lo miraba, me recordaba que por mi culpa sus padres estaban muertos. Pensaba que yo era la responsable de la muerte de mis padres adoptivos y biológicos.

- Señoras y señores... llegamos a nuestro destino sin ningún contra tiempo.

Solo eso fue lo que alcancé a escuchar, en mi cabeza estaba en otro lugar, lo que me estaba pasando muy seguido, al recordar tantas cosas que me hacían daño. Mi pasado.

Había caminado unos minutos y creó que ya me encontraba perdida, que bien Ash...

Cuando estaba en las escaleras eléctricas baje la mirada a las personas que estaban esperando a sus familiares o amigos, la mayoría de estas personas se encontraban felices,
se abrazaban, algunos hasta lloraban, podía decir que sentía un poco de celos hacia esas personas tan comunes, por que no puedo ser como ellos, con sus vidas aburridas y sin sentido.
los envidio.

Cuando me abrí paso entre toda esa multitud, pude ver a lo lejos un chico alto, con el cabello un poco alborotado,pero se le veía bien, en sus manos había un pequeño cartel donde estaba mi nombre escrito en tinta negra, y allí estaba yo caminando hacia mi hermano Harry.

- hola.

- mm...hola.

- espero que hallas tenido un viaje placentero.

- si, gracias.

- bueno vamos.

El chófer estaba subiendo el equipaje a la cajuela , mientras mi hermano y yo subíamos al
Auto.

-Estoy muy feliz de qué hallas tomado la decisión de venirte a vivir con nosotros.

Nosotros...?, había olvidado que Harry vivía con su nana, ella es una persona muy amorosa, así la describía él.

- si , igual yo ...

Eso en realidad era mentira.No quería ir a vivir con él, no quería volver a esa casa. Me traía muy malos recuerdos. Por lo visto no solo para mi, por que después que le respondí se quedo mirándome por un momento y luego añadió.

- se que debe ser duro para ti volver a la casa después se todo lo que pasó, créeme también lo fue para mi, pero con el tiempo las heridas sanan.

Trate de sonreír, pero apostaría a que en realidad solo fue un intento fallido.

Cuando llegamos a la casa se me había olvidado lo grande que era.
Paramos por un minuto,para que la reja se abriera,tenia un jardín muy grande, bajamos del auto y en la gran puerta de la entrada estaba una señora de edad, pero debo admitir que no se le notaba tanto, su cabello era de color rubio cenizo y sus ojos eran color miel, se veía amigable.

- que gusto que ya estés aquí con nosotros.yo soy María.

-gracias, a mi también me da gusto.

- bueno, pasen, les prepare una deliciosa cena.

Debo admitir que cuando entramos a la casa, más bien mansión, abrí la boca, la casa en más grande por dentro que por fuera o solo era mi imaginación.

Ese pensamiento había salido de mi boca sin darme cuenta,carajo. aveces, por no decir que casi siempre me pasaba eso.

- la verdad es que le hemos hecho unos cambios.

Habló mi hermano a mis espaldas, eso lo explicaba todo.

El comedor no se quedo atrás, pienso que por lo menos cabían mas de 12 personas. Pero mi hermano me dijo que solo se utilizaba para reuniones.
A ellos les gustaba comer en la cocina, cuando llegamos a esta era grande al igual que todo en esta casa, había un comedor más pequeño, María me dijo qué le parecía más acogedor.

- Esto esta muy bueno María.

- Gracias.

- si, nana es la mejor cocinera de este mundo.

- que bueno que les halla gustado,alguien quiere postre.

- por supuesto.

Después de cenar y tener el estómago lleno, mi hermano me llevó a mi habitación, era subiendo las escaleras hacia la derecha, cuando entre no me sorprendió que fuera grande, ya me estaba haciendo a la idea.

- espero que te guste, mira la alfombra es un regalo de un amigo mío, es traída de...

- me gusta.

- A... mm... Bien, lo siento debes estar cansada.

Cuando salió de la habitación me sentí un poco culpable por haber sido tan fría. Bien Ash...
Tú y tú bocota.