- 4 -

15.8K 807 514
                                    

Nos pasamos el día entre programas y entrevistas. De noche, cuando por fin regresamos al hotel, nos dirigimos a la sala de juegos y nos pusimos a jugar a los bolos. Pronto llegaron un grupo de chicos que nos invitaron a una partida. Como no eran asiáticos supuse que serían turistas. Yo prefería jugar sólo con las chicas, pero mis compañeras parecían entusiasmadas así que todas aceptamos.

-Venga, hagamos grupos -dijo el joven rubio-.

Dinah, Ally y yo nos pusimos con el moreno. Normani y Lauren se juntaron con el rubio y el chico más alto. Cuando empezamos a jugar yo enseguida vi algo raro entre el chico rubio y Lauren. Él le hablaba animadamente y parecía prestarle más atención a ella en lugar de la partida. De vez en cuando, intentaba algo de contacto con Lauren, le pasaba el brazo por la cintura o le acariciaba la espalda. Mi compañera intentaba centrarse en el juego pero se la veía bastante incómoda. Era obvio que el tío coqueteaba con ella. Me extrañó que Lauren no se impusiera, y tras varias rondas, decidí interponerme sutilmente para ayudarle.

-Hey, ¡perdedora! -dije en broma mientras me dirigía hacia Lauren-. Alguien está recibiendo una paliza esta noche -al llegar a ella le pasé el brazo por sus hombros, acercándola más a mí.

-Bah, esto no ha hecho más que empezar. Vigila tus espaldas porque estamos a punto de darle la vuelta a la tortilla! -exclamó Lauren-.

El chico me miró, fastidiado, pero no se apartó demasiado. Eso me molestó. Chaval, ¿no ves que no está interesada? Me sentí bastante recelosa así que decidí dar otro paso. Me giré totalmente hacia Lauren, dejando caer los brazos lánguidamente hacia su cintura y juntando mi cuerpo con el suyo, reposando todo mi peso en ella, como si de repente me sintiera exhausta.

-Hey... alguien está un poquito agotada esta noche, ¿eh? -dijo Lauren mientras pasaba un brazo por mi torso, sosteniéndome.

-Mmmhh... -murmuré contra su hombro-.

Bingo. El rubio se alejó finalmente. Qué buena soy...

-YIHAAAA -gritó Normani mientras se giraba hacia Dinah-. ¡Y esto es un pleno, damas y caballeros! Empatados.

-Mira cómo tiemblo, Norma -se burló la polinesia-.

-¡No me llames Norma, idiota!

-¿O qué? -la provocó Dinah-.

La siguiente escena fue ver a Normani con su zapato en la mano persiguiendo a la polinesia por toda la sala, mientras ésta gritaba entre risas.

-¿Siempre son así? -preguntó el moreno de mi grupo-.

"Si tú supieras...", pensé. Pero estaba demasiada cómoda abrazada a Lauren como para contestar. Entonces ella se removió un poco y dijo:

-Oye, ya me toca de nuevo.

Pero no tenía intención de moverme. "Maldita sea Lauren, tus brazos deben de ser mágicos".

-Camzi... ¿te has dormido? -dijo riendo-.

Su aliento arrasó mi nuca como un tornado arrasa con todo a su paso. Me estremecí y me apreté incluso más contra ella.

-Camila, tengo que lanzar -dijo esta vez más seria-.

No quise ponerla de los nervios así que me aparté a regañadientes.
A los gritos de fondo de Dinah y Normani se añadieron los de Ally también, que al parecer había caído accidentalmente a la "pelea" mientras, irónicamente, intentaba poner paz entre ellas. El chico rubio esta vez se acercó a mí.

-Vosotras dos no sois pareja, ¿no?

-¿Perdón? -pregunté confusa-.

-Sois Camren, ¿cierto? -señaló a Lauren-.

The Boom • CAMREN •Where stories live. Discover now