El Hermano De Mi Amiga. [AC#1]

2. ¿¡Coquetear!?

Antes de entrar, se me olvidó ir a la máquina de confites, para dárselo a Lenny, el auxiliar y el encargado de vigilar a los de detención.

¿Por qué darle un confite? Si le das algo para comer, te deja hablar. Si no, callado te quedas. Así de simple. Y yo, no puedo estar callada o me desespero. 

Al frente de la puerta de detención, hay una máquina de confites. Veo lo más barato que hay en la máquina. Pan con mantequilla de maní. 25 centavos.

Pongo las monedas en la máquina. Marco el número que correspondía al pan y sale por un gran agujero por abajo de la máquina. Lo saco y entro a detención.

-Hola, Kim.-Me dice Lenny con las piernas cruzadas arriba de la mesa que estaba junto la silla en la que él estaba sentado y con sus dos manos en la parte de atrás de su cabeza.-¿Qué me traes hoy?

-Pan con mantequilla de maní. ¿Te gusta?-Digo exhalando fuerte y dejándole el pan en la mesa en el que sus piernas estaban apoyadas.

-No, pero es comida. Al fondo hay un asiento.-Dijo Lenny tomando el pan y examinándolo.

Le sonrío y dejo bruscamente el pase en su mesa.

Dejo mi teléfono en una caja que está al lado de las piernas de Lenny, ya que es obligatorio hasta que termine la detención.

Camino por un mini pasillo que separa los bancos.

Veo un asiento libre y me siento. No logro ver quién está en el banco que está al lado mío.

Empiezo a mirar el salón de detención. Al parecer, era un ex salón de ciencias, ya que en las paredes habían pósters de algunos experimentos, habían estantes donde colocaban esos frascos para los experimentos y libros, atrás de donde estaba Lenny había un pizarrón grande y cerca de la puerta, había un esqueleto con telarañas.

Todo estaba lleno de polvo. Las cortinas estaban cerradas siempre ya que no hay ventanas y estaban llenas de polvo. Algunas partes de las murallas tenían telarañas, las paredes eran de color verde oscuro y solo hay una luz buena que titila de vez en cuando.

Luego me pongo a pensar... ¿Cómo habrá sido la escuela en generaciones anteriores? Dicen los profesores, que esta escuela ha estado hace más de 50 años existiendo, pero obviamente, con los años la han mejorado, y mucho.

Vuelvo a la realidad.

El salón estaba totalmente callado. Nadie hablaba. Parecía como que yo era la única que le llevó comida a Lenny, pero no era así. Cuando le dejé el pan, habían varios confites en un lado de la mesa.

¿Por qué no hablan? ¿Tan aburridos son los que están en detención esta semana? Hasta Emma es más divertida. Le hablaré a este antisocial que está al lado mío. -Pensé.

Él, al parecer, también estaba pensando o viendo el salón como yo.

De pronto él saca su teléfono. No sabía que decirle para poder empezar una conversación, así que le dije algo patético:

-Se supone que... Tenías que dejarle tu teléfono a Lenny.

Él me mira con una ceja arriba y con cara extraña.

-Lo sé. No es la primera vez que vengo, chica linda.-Me dice con un poco de gracia. Vuelve a ver su teléfono.

Le hago una sonrisa.

-Y si no es la primera vez que vienes... ¿Qué le trajiste a Lenny?-Le hablo de nuevo.

Esta vez, él apaga su teléfono y lo guarda en el bolsillo de su pantalón.