Capítulo 20

464K 32.6K 11.9K
                                    

Esta historia está publicada en papel por el equipo Penguin Random House grupo editorial. Puedes encontrarlo en diferentes países (explicados en un capítulo especial) y también vía amazon. 

*

– ¿Tus tíos? –Me acerqué a ella, por un momento agradecí que nadie estuviera escuchándonos.

– Si ¿Caín no te lo dijo? –Sonrió irónica. –Es para que entiendas que no debes meterte conmigo –Su voz fría se metió en mis venas. Ella había sido.

– Estas loca –Fruncí el ceño confundida. Salí del salón de clases en cuanto el profesor entró, caminé rápidamente para encontrar a Caín hasta que lo vi junto a Jaxon. Ellos me miraron, no sé qué expresión tenía, pero Jaxon nos dejó solos enseguida. – ¿Por qué no me lo dijiste?

– ¿Qué cosa? –La voz de Caín sonó más confundida de lo que realmente se veía.

– Que habían sido los tíos de Kendall, que ellos me habían asaltado –Realmente me sentía doblemente humillada.

– Blanca nieves... –Me miró. –Lo que pasa es que no podía decírtelo, ibas a explotar y luego tendrías más problemas con ella.

– ¿Y eso a ti que demonios te importa? –Las lágrimas amenazaron con salir de mis ojos. –Me viste ese día devastada ¿Por qué no me lo dijiste? Yo tenía derecho a saber.

– Te ibas a meter en más problemas Cailín.

– Eso a ti no te importa –Dije con molestia. –Ahora soy el centro de burla de esa idiota porque me humillaron sus tíos en la calle. Caín, la voy a golpear y arrancare cada extensión de su cabeza –Lo señalé con mi dedo.

– No, no caigas en su juego –Dijo él rápidamente. –Te hará la vida imposible.

– Me importa una mierda ¿Cómo supiste que fue ella?

– Eso no importa ahora.

– ¿Acaso estuviste de acuerdo?

– Claro que no Cailín –Frunció el ceño. –No hagas más estupideces, no quieres meterte en más problemas.

– No me digas que quiero y que no –Tragué el nudo de mi garganta. –Debí imaginar que no se podía confiar en un asesino. –Caín se quedó en silencio y yo volteé enojada hacia el baño, me lave la cara y me calme, seguía enojada y con ganas de matarla.

La hora de clases terminó, no quería ver a nadie así que me dirigí al casino a comprar algo para comer. Me senté sola mientras que sentía que todas las miradas estaban puestas en mí.

– Lamento si te hice daño –Escuché su fastidiosa voz tan irónica. La ignoré completamente hasta que alguien se sentó a mi lado, era Annie.

– ¿Qué te sucede?

– ¿Sabías que los tipos que me asaltaron eran los tíos de Kendall? –La miré.

– ¿Qué? –Su voz se cortó mirándome.

Alguien se sentó frente a nosotras, era Kendall y dos chicas más.

– Puedo explicártelo mejor –Se entrometió Kendall. –Lo que pasa Annie, es que cuando alguien se mete con lo que es mío sale dañada.

– Ahórrate tus palabras rubia oxigenada –Habló Annie mirándola. –Y lárgate de aquí si no quieres que te arranque las extensiones y que reviente tus siliconas.

En cualquier otra situación yo estaría riendo a carcajadas, pero esta no era esa situación y realmente quería matar a Kendall con mis propias manos.

CAÍN © #1 EN LIBRERÍASWhere stories live. Discover now