—Hola, ustedes deben ser... —Habla apenas llega moviendo las manos. — O mejor dicho usted debe ser, Nelson Da Silva, ¿Verdad?

Su forma y acento al hablar deja en claro que no es ella, si no, es la que esta discutiendo con el hombre que la saco a la fuerza de la camioneta.

—Si, soy yo. —Dijo Nelson agarrando aire.

La chica le sonríe, mirando a Sara.

Tal parece que es amable, aparte tiene bonito cuerpo, que está cubierto por unos leggins y una sudadera que trae abierta, dejado de la misma tiene una blusa corta color negra, misma que deja ver parte de su abdomen, trae el cabello suelto que hace contraste con rostro, sus ojos son de un color café oscuro.

—Me alegra saber que no me equivoqué. —Dijo sin perder la sonrisa. — Que inoportuna soy al no presentarme, mucho gusto mi nombre es Analia...

—¡Ana! —La interrumpe la misma voz fastidiosa de la llamada. — Ven aquí.

La nombrada suspira antes de tirarse el cabello para atrás.

—Como le decía, me llamo Analia Marceline, pero Avy me dice Ana. —Dijo antes de volverse hacia la chica que está cruzada de brazos. — Está un poco gruñona, porque tuvimos que viajar, porque por si no saben, estábamos en Venecia, y por eso Avy se negaba a venir, aunque si estuviesen cerca también se hubiese negado. El viaje fue muy cansado y agotador por eso se escucha estresada, porque hasta la tía Amelia tuvo que venir, de hecho cuando estábamos hablando con usted estábamos en el jet Martins, ya saben logros de mi tía. —Nos guiña un ojo antes de caminar hacia la chica.

No logro distinguirla, solo se puede divisar el color de su cabello, que es negro, no puedo ver bien su rostro, bueno la única parte que se ven es su nariz que está rojiza y sus labios que se ven carnosos, podría estar midiendo uno sesenta y seis, es unos cuantos centímetros más alta que Analia aunque no se nota la diferencia.

—Al menos fue amable al presentarse y también sincera del porque el enojo de Avery. —Dice mi madre sin dejar de mirar a Analia que fue hacia donde esta la tal Avery. — Me cayo muy bien, es linda, ¿No crees?

Me voltea a ver sonriendo, buscando que hable, pero más la ignoro y trato de caminar para subir al jet. La mano de Sara se posa en mi brazo impidiendo mi camino.

—No debes irte, debemos esperar a que suban todas la maletas.

Miro a dónde están los escoltas esperando órdenes Lara subir las maletas, mismo que loco tiempo después le da el hombre que supongo es Iker, los dos escoltas suben la maletas al jet, mientras la irritante camina con una jaula en la mano, viene a lado de Analia hablando de no sé que, pero hace que ponga mala cara.

Me cae mal, tras que es hija de Nelson ahora viene a quitarme la atención de él y de mi madre.

Mejor el viaje hubiese sido de nosotros tres.

—Buenas tardes. —Habla el hombre al llegar a nosotros. — Espero no ser inoportunos y causarles problemas, no es nuestra intención.

Al parecer si, porque ya causaron uno muy grande.

—No, tranquilos no pasa nada. —Dice Sara.

—Soy Azrael Allevi, pero ellas me llaman Iker, soy el que estará al cuidado de Avery y evitar que haga una locura. —Dijo dando una breve explicación. Mira hacia su izquierda donde esta Avery.

Esta alza la mano en señal de saludo, Iker mira a otro lado tratando de no reír.

—Hola.

Es lo único que dice antes de que Analia, le propone un pellizco, haciendo que se queje.

No sé a quitado las gafas, su cabello oscuro cae a los lados de su cara, bajo la vista recorriendo su cuerpo, tarea unos leggins parecidos a los de Analia, una blusa de tirantes color beige que cubre su abdomen y calza unos tenis. Tiene cuerpo, hay que admitirlo, sus caderas anchas, cintura pequeña, muslos que se ven gruesos por el leggins, sus senos se ven no tan pequeños ni tan grandes, pero tiene volumen y llaman la atención. Lo único que me falta ver es su trasero, aunque si por enfrente se ve así de... Bien formada no me imagino atrás.

¿Qué putas me pasa?, ¿Acaso me está afectando no haber follado unos cuantos días? ¿Por qué la miro de esa forma?

No debería estarla viendo tan detenidamente, primero porque es la hija de mi padrastro, segundo sería faltarle el respeto a Nelson y tercero es menor de edad, tuve mi tiempo de investigar más de ella y eso fue los que leí, es menor de edad.

Siento la sangre escurrir a un solo punto, me maldigo por haberla visto de esa forma, suelto un gruñido al sentir al erección formando detrás de mis pantalones, empieza a doler, duele una mierda.

Sara habla sacándome del segundo recorrido que le estaba dando a la hija de Nelson por todo el bendito cuerpo.

—Hola, como sabes soy la esposa de tu padre, motivo para presentarme, mi nombre es Sara Harts y él es mi hijo Christopher Morgan. —Dice señalando a mi persona.

—Mmm, es un gusto, espero con todo lo que deseo no ser tan grosera y comportarme. —Dijo Avery, me quedo viendo el mover de sus labios al hablar.

Se ven rosados y carnosos, sus mejillas están sonrojadas al igual que su perfecta nariz. Siento el peso de una mirada, misma que viene de Analia, que me mira con una sonrisa burlona que me dice que me estuvo observando todo este momento.

La ignoro volviendo la mirada hacia la hija de Nelson, que está mirando a Iker mientras esté habla. Resopló retomando mi camino hacia el jet, subo y voy directo a la habitación que tiene, dejo la puerta abierta, tirando la mochila en el piso, sentándome en la cama, me paso las manos por el rostro.

¿Qué mierda me pasa? No debo hacer eso. Es hija de Nelson, hombre que me dió su imagen paterna, que estuvo explicándome cada cosa en cuanto iba creciendo.

Escucho como empiezan a subir, miro hacia afuera, el primero en subir es Iker seguido de Avery que se ha quitado las gafas, trae los ojos un poco rojos e inchados, pero eso no impide que el color de sus ojos se vean, ese color verde Oliva, que parece que los heredero de Nelson, aunque los de él son de un verde más claro.

Me levanto de la cama, caminado hasta la puerta y cerrándola, vuelvo a la cama acostando me, coloco mi brazos tapando mis ojos.

Serán unas torturosas vacaciones y estancia que voy a tener junto a ella.

Maldita sea la hora en que a Nelson se le ocurrió semejante idea.

Y que Sara haya aceptado muy tranquilamente, al parecer le emocionaba la idea de conocer a la hija de su marido.

Trataré de contenerme lo más que pueda, no puedo hablar más porque me conozco lo suficiente.

Mierda y mil veces mierda.
















Nuevos días, nuevos capítulos. Les dejo dos capítulos como recompensa de mi demora.

No sé olviden de votar y comentar, los estaré leyendo.

Bye 💋.

•Secrets• ◆C.M◆ (Pausada)Where stories live. Discover now