•Capitulo 7

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Avery Da Silva.

Dos días después.

Mi teléfono vibra con la nueva notificación que llega, haciendo que lo levanté para ver la pantalla, el mismo número desconocido de hace días, a sido así desde entonces, no contesto pero quien sea que este llamando sigue insistiendo y eso me estresa, he pensado cambiar de número, pero tendría que hacer un montón de cosas, como pasar archivos y más cosas.

«Hola, ¿Qué tal?».

Dice el mensaje y varios de ellos.

El timbre suena haciendo que deje de ver la pantalla, avisando el paso de la siguiente hora y materia. Criminología.

No tiene nada que ver con la carrera que tome, pero también la incluyen para así tener más conocimientos de algún caso de homicidio. En total son varias materias. Las principales son;

Derecho Penal Parte General.

Derecho Penal Parte Especial.

Proceso Penal.

Criminología.

Derecho Constitucional.

Hay en algunas ocasiones en las que también incluyen defensa personal. Eso solo cuando quieren y si no pues no lo hacen y ya.

Me levanto de mi silla y recojo mis cosas, saliendo del salón me encuentro con Ana, que estaba esperando.

Camino con Ana a un lado mientras me va contando cómo le fue su clase, no estudiamos lo mismo ella dijo que lo haría e iba por administración de empresa, no se le negó ni refutó de hecho la apoyamos porque sabemos, sabe y sé el potencial que tiene.

No me hago menos al lado de nadie, yo tengo lo mío así como cada quien tiene lo suyo, no hago menos a nadie porque nadie lo es, que simplemente no nos demos cuenta, no significa que debemos dejarnos llevar de palabras que no tienen sentido, porque después de todo y tanto son y serán solo eso, palabras, las cuáles se van con el viento y dejan de tener importancia.

Ana no solo es mi amiga, si no también mi hermana esa que nunca tuve y siempre quise tener, aquella hermana que no es de mi sangre, pero a quien le doy mi confianza, esa con la que compartía todo lo que obtenía y aún que mamá me decía que me lo guardara no podía, tenía la necesidad de compartir ese gramo tan pequeño que en ese entonces era felicidad.

A veces somos felices y no nos damos cuenta, hasta que es demasiado tarde y cuando ya te das cuenta, lo has perdido todo.

No solo un chico o chica te puede hacer feliz, esa persona que haces llamar amor de tu vida, luz de tus ojos, vida de tu vida. Hay personas que son felices y no por lo antes nombrado, si no porque esas personas conocen a una verdadera amistad, esa que te saca sonrisa aunque estés triste, esa que te da ánimos de seguir cuando ya te quieres rendir, yo encontré mi verdadera amistad con Analia, porque ella estuvo conmigo siempre que la necesite al igual que yo con ella.

A veces no entendíamos nuestros problemas, porque mientras ella tenía problemas con su padre, yo discutia con mamá por dejarme sin el mío, después de todo ahora me doy cuenta que no valió la pena derramar lágrimas por él, un hombre que para mí ya no vale nada y que si tuviera la oportunidad de estar frente a él, decirle lo mucho que lo detesto tanto venir de él y por ser un cobarde, aunque dice mi madre que tuvo su tiempo para luchar por mi cariño, pero ahora es alguien que ya no merece ni un gramo de mi atención.

No le deseo el mal, solo lo odio por no tener las agallas suficientes y no salir huyendo. No me quiso está más que claro.

El codazo que me da Ana me saca de mis cavilaciones, la miro buscando un breve explicación de porque el golpe, pero no me está mirando está mirando al frente, donde esta un chico, que no conozco o no recuerdo haber interactuado con él, pero es alto, guapo, algo fornido y no sé no voy a describir a un chico que ni siquiera sabía que estaba en esta universidad.

•Secrets• ◆C.M◆ (Pausada)Where stories live. Discover now