•Capitulo 8

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Avery Da Silva.

1300 horas.

Está molesta.

Muy molesta, han pasado menos de 72 horas, mi madre regresó mientras yo estaba aquí en la universidad, me hubiera quedado en casa con el gatito. Pero no, Avery no quiso faltar a la universidad y tuvo que venir.

Me va matar, lo sé, a ella no le gustan lo animales y mucho menos los gatos, siento que ahorita, en este preciso momento a de estar maldiciendo mi existencia.

Estamos en el descanso, antes de salir del aula me llegó un mensaje de ella diciendo; «Espero, solo espero que ese gato que está en el mueble no sea tuyo.» Poco después recibí su llamada, misma donde se oía muy molesta, porque me dijo que se le había entrado a la habitación y no lo a podido sacar.

Díos mío.

Nadie me manda a dejarlo fuera de mi habitación, nada de esto hubiera pasado si lo dejaba en la habitación, así no se enteraba, pero lo hizo y yo estando aquí sin poder hacer nada.

El plato que me trajo Ana sigue intacto, mientras ella traga como si no hubiese comido en días.

Claro, como ella no tiene nada que ver.

Traga como si no hubiera un mañana, mientras a mí no me entra ni un solo bocado.

Suspiro pesado, mordiendo mi uña, a la cual se le está saliendo el esmalte que tenía, mi frente tiene una capa muy fina de sudor, por el sol o por los nervios que siento en este momento, no sé, pero una de las dos cosas han de ser.

Ana hace el plato a un lado, mientras bebé de su botella de agua.

-¿No vas a comer? -Pregunta mirando el plato, que sigue intacto.

-Se me a ahuyentado el hambre, no tengo hambre, el solo pensar la regañada que me espera. -Respondo mientras hago el plato a un lado, agarrando la botella de agua. - Siento que me va a matar, primero por no de irle ni avisarle nada, segundo no le gustan los gatos, y tercero, lo último porque me dijo que había arañado varias cosas, en si cojines.

Se encoge de hombros restándole importancia a mi preocupación, como siempre lo hace, para darle atención al plato de comida que no me voy a comer.

Tragona.

Mi celular vibra cuando entra una llamada «Iker», contesto soltando un suspiro.

-Dime.

-Avery, lo único que te diré es que tu mamá se va a volver loca, está renegando y con Rhett están tratando de agarrar al gato. -Dice.

-¿Está enojada, verdad? -Pregunto.

-Enojo, es una palabra muy corta para lo que está sintiendo tu mamá en este momento, ya me regaño a mi y no me imagino lo que te espera a tí.

Díos.

-Trata de ayudarla a agarrar al gato y llévalo a tu habitación, tenlo ahí hasta que llegue, solo me faltan una clase, ya sabes la de dos horas. -Comento.

Al otro lado de la línea se escucha como bufa, maldiciendo.

-¿Y por qué yo? -Su tono es un murmullo casi imposible de escuchar.

-Porque también fue tu decisión llevarlo a casa y lo tienes ahí, lejos del alcance de mamá.

-Mierda, todo yo, algún día, me voy a morir y voy a reencarnar en tu segunda víctima, verás verás.

Me le río, haciéndolo enojar más hasta que me cuelga.

El timbre suena, mientras las personas van en dirección hacia sus respectivas aulas, me quedo sentada viendo como Ana se come la última cucharada de la gelatina que había ahí.

•Secrets• ◆C.M◆ (Pausada)Where stories live. Discover now