Muy guapo.

Camino hacia la cama donde está la mochila con las cosas necesarias, las maletas están abajo y supongo que ya deberían estar en el coche que nos llevará al aeropuerto privado, no sé cuál es el siguiente destino, pero Sara dijo que cuando llegáramos al aeropuerto, estarían dos de nuestros respectivos autos.

Me miró una última vez en el espejo antes de agarrar el celular que yace en la mesita de noche, salgo de la alcoba, cerrando la puerta detrás de mí, camino por el pasillo que lleva hacia la escalera, a medida que me voy acercando van aumentando las palabras que suelta Sara en su momento de emoción.

Nelson es el primero que me mira, cuando estoy al inicio de la escalera, me sonríe haciéndome señas con la mano para que vaya hasta donde él, lo hago bajo las escaleras acercándome a él, que me sonríe nuevamente.

—¿Dormiste bien? —Pregunta poniéndome la mano en el hombro.

—Si, por insistencia de Sara tuve que hacerlo y no revisar los últimos informes que tenía, aunque ya tendré tiempo para hacerlo. —Dije observando el brillo de sus ojos, ese que siempre tiene cada que mira a mi madre, como lo está haciendo ahora.

—Es la más emocionada de todos, cuando se enteró que Avery vendría se puso como loca buscando en no se dónde para ver si podía acercarse le. —Comenta sin perder la sonrisa.

Y de vuelta con lo mismo.

No digo nada y me quedo viendo como los escoltas sacan las maletas, al parecer Lara vendrá también, porque está detrás de Sara con un bolso colgando desde el hombro, viste un vestido color pastel que tiene mangas.

No está nada mal para su edad.

Escuché que tiene como cruzando los veintinueve, está bastante cuidada para que se vea como una simple empleada. Castaña clara, piel blanca, su rostro tiene varias pecas y sus ojos donde un verde tan oscuro que se podría confundir con marrón.

¿Qué coño haces mirando de demás a la servidumbre?
Me recrimina mi subconsciente logrando que deje de mirarla.

La servidumbre es la servidumbre, jamás me metería con las empleadas, sería darle alimento para que luego se crean que tienen derecho a digerirlo, no hay que darle alas de gratis.

El celular de Nelson suena logrando que salga de mi cavilaciones, quita su mano de mi hombro para sacar su celular. Martins. Dice el identificador e la pantalla, a de ser de su ex esposa.

Contesta antes de mirarme y mirar hacia donde esta Sara, que da las últimas antes de caminar hacia nosotros, Nelson contesta poniendo el altavoz, a través de la línea se escucha la refinada voz de una mujer.

¿Bem?

—¿Qué sucede, Amelia? —Pregunta Nelson en el idioma natal de la mujer.

No lo voy a alargar tanto y seré directa. —Dijo.

Al otro lado claramente se escuchaba otra voz, misma que a de pertenecer a la hija de Nelson.

—¿Qué pasó ahora? —Esta vez habla Sara en un susurro solo para nosotros.

Al otro lado se escucha un; ¿Si ves? De ella estoy hablando. Al parecer escucho a Sara y se oye después una risa ronca de un hombre.

Avery, fique quieto, eles podem ouvir você. —Dijo hablando a la hija.

Lo último que se escucha de ella es el portazo que suelta cuando supongo está saliendo.

Ignora a Avery, está tratando de que la escuches para que desistas de la idea de querer que ella vaya. —Dice mientras ríe. — Como te iba diciendo Avery dijo que aceptaba ir con la condición de llevar a Ana e Iker.

•Secrets• ◆C.M◆ (Pausada)Where stories live. Discover now