•| RECUPERANDO A MI EX •|

. ⣼ ESPEJO

Taehyung

Hoseok me dejó en mi cama, debatiendo entre si levantarme o permanecer acostado con la frazada de grosor espeso y funda de borrego; me sentía dopado... debió ser por la caja de pastillas que reposaban en mi buró café enchapado en melamina, donde resaltaba el nombre en negritas de la caja mediana en forma rectangular blanca con el nombre de »Alprazolam« benzodiacipinas que me había recetado el psiquiatra en turno el año pasado; aún recuerdo ese turbio y pesado año, cuando mi médico de cabecera aún me checaba mensualmente mis cuadros de ansiedad de la mano de Ermest, mi psiquiatra del seguro social y Cassie, mi terapeuta de confianza, quién aplicaba su terapia cognitivo-conductual el cual me ayudó a controlar mis episodios en situaciones específicas, que se detonaban ante perdidas o cambios importantes dentro de mi rutina.

Mire el reloj en mi muñeca... habían pasado 3 horas desde que Hoseok me dejó en mi casa, todo sedado. Tenia esa típica sensación de cuando has dormido por días, y vaya que sabia lo que se experimentaba después de dormir 72 horas seguidas, un clásico efecto que las altas dosis de quetiapina me habían provocado en un episodio de sobredosis que tuve hace año y medio, en un intento de desaparecer del plano real por un momento.

Revisé mi celular, y... ¿QUÉ? »200 LLAMADAS PERDIDAS « ES UN LOCO INSISTIENDO. Había olvidado bloquear su número, tenía miedo de enfrentarlo, aún me costaba aceptar la verdad, esa verdad que me bloqueaba y me ponía en la situación mental en la que estaba experimentando ahorita. ¿En que momento me enamoré de esta forma? siempre fui de poner límites muy estrictos en mis relaciones, tenia arraigada la idea de lo conservador; mucho de costumbres pulcras y demás. ¿Cómo llegue a obsesionarme con un chico al grado de olvidarme de todos mis principios e incluso de mí mismo?

Jungkook era mi todo, me costaba admitir que estaba super encaprichado, atado, locamente enamorado de él; siempre traté de ocultar el torrente sanguíneo que me provocaba el tan solo verlo, algo que sin duda no lograba disimular, ya que el color carmín en mis mejillas siempre resaltaban a la luz de todos los presentes, delatando lo débil que era cuando de él se trataba.

Aún recuerdo esos juegos en el chat, juegos de rol que evidenciaban nuestras más oscuras y ocultas pasiones que vivían en nuestros inconscientes. Fue así como constaté que, cuando estaba con el, era mi verdadero yo el que interactuaba, sin máscaras ni prejuicios. El hecho de que compartiéramos los mismos gustos, preferencias, visiones, cosmovisión y fetiches producían un efecto espejo que me hacía desearlo y necesitarlo más, a modo que fuera mi complemento, por lo que no veía un futuro sin él.

Pero todo se desvaneció, finalmente cayó el velo y mostró una cruda y retorcida realidad. Esa persona resultó ser un infiel y mentiroso, alguien en quien no podía confiar en ningún aspecto ni en ninguna forma. Moria de ganas por gritarle en su cara lo mucho que lo odiaba, lo cruel y asqueroso que fue al enamorarme de esa manera de un ser tan falso y arrogante, que me hizo creer que me adoraba cuando en realidad había alguien más en sus pensamientos y, peor aún, en su corazón.

Abrí la aplicación de WhatsApp, que ironía, aún tenia ese apodo tan lindo que le puse con tanto cariño e ilusión:

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Bunny ִֶָ𓂃 ࣪˖♡🐰

¿DÓNDE MIERDA ESTÁS? ✓✓
1:04 pm

¿PORQUE NO ME ESPERASTE? ✓✓
1:07 pm

CONTESTA CARAJO!!!! TE MARCO Y ME MANDA A BUZÓN ✓✓
1:15 pm

¿DONDE TE METISTE Y, PEOR TODAVÍA, CON QUIEN PUTAS ESTÁS? ✓✓
2:20 pm

MIERDA, MIERDA, MIERDAAAA ✓✓
2:25 pm